Día 42:
La realidad era la cura para los problemas en ese momento. No existía otro remedio mas efectivo que volver a la habitual rutina de intentar mantener la concentración durante clases e intentar memorizar ese listado de palabras difíciles que jamás pondría en práctica. Y es que Diana estaba convencida que lo suyo era la fotógrafía y no aprender el significado de 'Antropomorfismo' o 'Psicosomático'. Diana prefería capturar la imagen de una hormiga antes que analizar el perfil de un psicótico. Sabía que al fin había encontrado su vocación pero aun le faltaba ese incentivo que la ayude a saltar hacia el vacío. Aun tenía miedo de tomar sus propias decisiones y enfrentar a su familia, mucho más en un momento como este en donde su padre los había abandonado, su madre sufría de una fuerte depresión y Louis debía cargar no solo con los problemas del hogar, si no con una hermana que siempre encontraba la forma de acercarse a la muerte. Grandioso. Su vida en estos momentos era un absoluto caos. Suspiró mientras se perdía en sus infinitos pensamientos, mientras ignoraba la clase. Si tan sólo Harry jamás hubiera aparecido para salvarla del impacto del tren, quizás hoy estaría en un lugar mejor... o en uno peor. Hace ya varios días que en su mente vuela la remota pregunta de ¿Qué hubiera pasado si ella y Harry nunca se hubieran conocido? y siempre llegaba a la misma la conclusión: hoy estaría muerta. No era muy difícil adivinarlo, ya que sin él era prácticamente imposible que sobreviviéra al impacto de semejante monstruo de metal, pero el punto era ¿Seguir viviendo era la mejor opción? Diana podría responder que si, pero después de los últimos sucesos no estaba segura de eso. Quizás que ella siguiera aun con vida era la mejor opción para su familia o para Niall ya que no sufrirían con su perdida, pero para ella había dejado de serlo. Y es en ese momento en que pone en practica su (mínimo) conocimiento de psicología, para adentrarse en su mente y descubrir porque hace unos días vivir era un buena opción y ahora ya no lo era. La respuesta fue fácil de encontrar: La partida de su padre y ... Harry. He aquí el hecho. Después de todo, auto-psicoanalizarse no era tan difícil. Ella sabía que nada podía hacer en contra del abandono, en contra del egoísmo y desamor de un padre, pero ¿Qué hay de Harry? Lo único que Diana podía hacer al respecto era admitir de una buena vez que se había enamorado de él. Que se había enamorado como nunca antes lo había hecho en su vida. Esa clase de amor que parece que necesitas para respirar, para caminar, para pensar, para incluso dormir. Diana debía admitir que no pasaba segundo sin recordar sus ojos verdes y sentir que podría quedarse a vivir en ellos por siempre. Debía admitir que nunca lograba sacar de su cabeza el sonido de su risa contagiosa, ni esa voz gruesa y ronca que provocaba cosquilleos en todo su cuerpo. ¿Y qué decir de sus brazos rodeándola? Lo único que podía decir acerca de eso era que nunca se había sentido tan mujer como lo hacía cada vez que él la abrazaba, como si intentara protegerla y declarar ante el mundo que ella le pertenecía. Si Diana supiera que en verdad Harry quería protegerla y adueñarse de ella. Si tan solo Harry supiera que Diana estaría dispuesta a entregarse por completo al amor si él así lo quisiera.
Si tan sólo ambos confesaran cuanto se amaban.
— Diana — La voz de Niall hizo que regresara al mundo real. — Ya terminó la clase ¿Nos vamos?
Miró a su alrededor y se encontró con un salón vació. ¿Cuánto tiempo estuvo pensando en Harry que nunca se percató del timbre de salida? Asintió y tomó sus libros del banco.
— Si. Vamos.
— ¿Estas bien? — Preguntó preocupado.
Niall podía ser callado, disimulado e incluso un poco distraído, pero cuando se trataba de Diana, todos sus sentidos estaban encendidos y en alerta. Aun se sentía un tanto culpable por no haber ayudado aquella noche en la que todo estalló en su hogar, pero lo había recompensado visitándola a diario en el hospital y llevándole los apuntes hasta casa durante su ausencia. Y ella apreciaba ese gesto. Apreciaba el hecho de que Niall sea un caballero y que siempre intentara cuidarla, pero en su interior no podía mentirse a si misma y jamás podría darle el amor que pretendía, ya que no le correspondía. No es que Diana jamás haya intentado si quiera darle una oportunidad, quererlo y verlo de la misma forma en que él la veía a ella, es sólo que no funcionaba. No podía finjir amor. No podía mentirle a Niall cuando había sido tan amoroso y compañero con ella. Asi que no supo que responderle. Porque la respuesta era 'No. No estoy bien' pero ¿Cómo hacerlo sin herir?. El silencio era una buena alternativa. Y dió resultado. Niall detuvo sus pasos por el largo corredor ya vació, cuando se percató de que ella había callado.
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Diana • H.S {Libro 1}
FanfictionLa vida de Diana podría ser la historia de cualquier otra chica de 19 años con graves problemas familiares, de autoestima y trastornos alimenticios, que tan solo vive en su mundo esperando a que el gran final llegue a su destino. Pero jamás imagino...