EVLOGÍA

María

Detrás de esa sonrisa,
Escondes toda esa tristeza que te ha arrastrado por años,
Detrás de toda esa paz que proclamas,
Existe todo ese tormento que te molesta la mente, a cada momento,
A cada rato.
Dices que perdonas,
Y en realidad lo haces,
Pero queda esa huella, queda esa duda,
Queda esa desilusión de esa batalla que nunca fue tuya,
Ese amor fallido entre los que te hicieron,
Y esos recuerdos borrados por una sanidad emocional.

La gente te juzga,
Que si no sabes disimular bien tus emociones,
Cuando es lo que mejor haces,
La gente te juzga,
Sin ni aun preguntar, que es lo que tanto arde en ese pecho,
En ese hueco, y en esa mente,
Que tanto piensa y no actúa.

Te mantienes tan estática,
Que tu misma te asustas,
¡Y ave María Purísima!
Que es a eso,
Lo que tanto le temes,
Que pase tu vida ante ti,
Y ni te percates del minuto que pase.

Nadie ha indagado dentro de esa mente,
Esa expresión que le cierras a los demás,
Más no te molestaría en aceptar.

Vives encerrada,
En esa libertad,
De sólo hablar lo que quieran escuchar,
Y de mantener a todos felices,
Mientras te vas destruyendo a cada paso que das.
Vives por tu mamá,
Y vives por tu papá,
Pero sientes que algún día ellos te echaran de sus vidas,
Porque lo que tú quieres,
No es lo que ha ellos, les inspira.

Cabe destacar, que ríes a carcajadas con tus tías,
Pero aún así sabes,
Que cuando llegué ese tan esperado día,
Te darán la espalda,
Y en tu propia espalda hablarán de ti,
Y hablarán de ti en tu cara por igual,
Y olvidarán,
Que seguirás siendo humana,
Y seguirás sintiendo.

Sientes tanto,
Y demuestras tan poco,
Pero tratas de vivir en lo tan poco que aspiras.
Porque aspiras a mucho,
Pero te niegas a hacerlo,
Porque en ello, esta tu miedo.

Aunque esa amiga te apoye,
Y lo valores a montones,
No esperas mucho de ello,
Porque sabes que es un apoyo a secreto,
Y a ninguna les conviene gritarlo,
Porque esa unión de amistad se les iría de las manos.

La palabra decepción,
Es lo que día a día te acompaña,
Saludando a los que mañana te miraran con resabia,
Pero dejame contarte,
Dejame decirte,
María,
Que aunque estes sola,
Algún día,
Ya no lo estarás.