Convulsiones de tarde, y de noche.
Nunca me salvó del virus letal que me ataca, desde el centro.
Apuntó mis fuerzas,
Y me arrastró a por un papel,
Y mi tinta roja de siempre.
Siempre rojo, siempre rojo...
Aunque sienta que me hundo,
Por el peso en mis hombros,
Levantó el pecho,
Y me alejo de los escombros.
[...]
Todo se cae,
Y solo siento mi cabeza dar vueltas.
No reconozco ningún rostro humano, que haya sido mi acompañante en pena.
Por eso mi sangre cae en la tierra, donde los cobardes somos destinados a existir.
Lo que siempre fue de mi.
Y,
Si por mi fuera,
Saldría ahora mismo por la puerta.
Pero el frío me aterra,
La esperanza me enferma,
Y mi saliva cada segundo pesa más.
[...]
No tengo memoria,
Solo se que fui aislado,
Aislado como el pobre,
Como ese que siente el triple cada mínimo rasgado.
Aparece la suerte,
O eso, entre mareos, creo que es.
Sin embargo,
Al tocar la tierra, con mi cara,
Voy contando los golpes, que riegan por mi piel...
Al parecer el secuestro no bravía tanto,
Y los cortes se sienten como el placer.
¿Si despierto mañana, seré historia o el ayer?
La historia es del ayer,
Y ya puedo entender todo.
Uno no es de la muerte,
Hasta morir completo,
De corazón y entorno.
Ya me van a matar.
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EVLOGÍA
PoesiaUna bendición no tan deseada, y un talento inexistente. Sólo los recuerdos y el sentimiento de una simple persona igual que tú. Con un dulce dolor, y una historia que contar... Por supuesto, la constancia no la conoce, y el valor mucho menos, pero a...
