Oficina de la presidencia

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De aquellos expertos,
Aprendí sus errores.
Los magos son siniestros,
La realidad algo aparte,
Acompaño a las entradas y salidas escasas,
Todo mal que me supo a miel.

Llámame mañana,
Siempre y cuando el pasado deje de arrastrarse hacia un futuro ilustre,
Sagradamente envuelto entre sábanas blancas,
Tan cómodas como las de mi mamá.
Cobardemente tomo empeño,
Y  empredecida dentro de alcohol,
Se coleccionan las más perfectas excusas para jamás dejar huir el perfeccionismo.

Todo el sentido se ve excluido
En un mundo gobernado por la incoherencia,
Que con tal potencia
Solo la cordura y mi postura ante la vida contemplativa,
Me harán ver completa en la verdad no necesariamente justa.
De los débiles y cobardes,
Justos corruptos,
Sensibles y asesinos,
Portadores de todo balance
Hacia la sociedad utópica violada y sacrificada, cada eterna mañana.

Y en todos los mañanas que están por venir.
Figurados en futuros relativos y conjuntos en esos tratados de un estado perfectamente res-construidos que creé, más jamás verán la luz.

                                     [borrador]

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2018 ⏰

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