EVLOGÍA

Como el chivo, con las mariposas.

Una, dos, tres y cuatro, de las que puedo llegar a conocer;
Al día, y a la semana, como diez o más, de las que puedo llegar a contar...
Ya van cien y aún no termina, ayer murieron 2,
Y sabrá Dios cuantas la prensa no asimila.

En mi país, las niñas solo se miran al espejo para imaginar cuantos años le quedan de vida,
Que si el novio, o el esposo las mata,
O el ex,
O el obsesionado que no acepta que no es de su querer.
O nada, ser mujer.

¿Y qué se siente ser mujer?
Si solo puedes salir de una relación muerta,
Que si denuncias no vale,
Y cuando apareces tirada en un arroyo todos se apiadan de tu dolor.
¿Qué conveniente, no?
Pero cállate y sigue la rueda,
Que cuando me harte de pegarte,
Te vuelo la cabeza.
Y a nuestro hijos, los dejo huérfanos,
Porque también me mato, es más ¿que tal si nos morimos los cuatro?

Emily, Geraldine, Jacqueline, Vanessa, Belkis...
Nombres de un género subyugado desde principios de la humanidad,
¿Qué más, que desean en realidad?
Somos hijas de la libertad,
Y progenitoras del futuro,
No existe diferencia, y mucho menos esa que imponen con su puño, con su poder;
Porque no solo es la física, es la emocional, también. La económica, y todo derivado que de esta se dé.

Amar es destruir,
Así el macho lo ve,
Quienes por el machismo se hacen crecer.

Y no me mal interpreten,
Que el ser victimario no es parte del ser mujer,
No es que sea madre, hija o hermana,
Es que es humana, y como tú, merece tregua,
Merece salir, amar, bailar, y vestir,
Sin ser parte de una estadística,
Sin sentirnos en una cacería.

Escribo por la que violan, por la que humillan,
Por la que denuncia, y mañana aparece muerta o herida,
Escribo por la que sufriendo no se atreve,
Y porque que en su defensa sólo pide que no la liberen.

No hago preguntas, pero pido respuestas,
Y explicaciones que valgan la vida de todas esas,
Pero no las hay, porque no existen.
Ni una mas, es la meta, y ni una menos quiero en mi tierra.