CAPÍTULO 13

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POV ANASTASIA

Vamos saliendo de la casa de mi suegra, Grace, con Kate nos despedimos de todos, siempre me cuesta irme de está casa, se siente tan tranquilo todo en ella. Saludo uno por uno con un abrazo, menos con José, no confío en él, me hace sentir incómoda, siempre está mirandome, parece un sátiro, así lo ve mi mejor amiga y yo estoy casi convencida de que algo detrás de esa mirada hay, pero no quiero descubrirlo.

Salimos hacia la calle, nos encontramos a un hombre y un auténtico adornis griego, no es que Matt no sea guapo, pero no puedo negar que este hombre le gana por mucho. Kate mira atentamente al hombre que lo acompaña, cuando prestó atención se parece demasiado a alguien que conozco bien, a Elliot.
Miro directo a esos ojos grises, son hermosos, te atrapan, podría perderme todo el día en ellos. Al darme cuenta que él también me está mirando a mí, le sonrió y me sonrojo al sentirme descubierta.

— Buenas tardes — decimos a la vez, con Kate, al pasar por al lado de ellos.

— Buenas tardes señoritas — responden de forma amable y un asentamiento de cabeza de ambos.

Vamos hacia el auto y subimos al llegar a este. Kate se gira hacia mí, está frunciendo el ceño, pensativa.

— ¿ Sabes quién es el hombre mayor, no?

— Pues no, así que amiga, iluminame.

— Es Carrick Grey — abro los ojos, sospechaba, obvio que ella siendo periodista, sabes muchas más cosas que yo — Si, lo que llama mi atención es él muchacho que lo acompaña ¿Quién será? —

— No lo sé, igual seguro luego Elliot nos cuenta —

— Sip, luego hablo con él — asiento pensativa, perdiendo mis pensamientos en el paisaje que me regala la ciudad — Ey, ¿A dónde se ha ido esa cabecita loca? — dice riendo, yo la acompaño.

— En Matt, cada vez lo noto más distante, tengo la sospecha que me engaña — agacho la mirada a mis manos entrelazadas. De un tiempo hacia acá, pienso que el solo quiere mi virginidad, yo no me siento preparada, creó en el amor, tengo la expectativa de llegar virgen al matrimonio, algo me dice que él tiene una vista muy distinta de lo que es el amor eterno.

— Si te engaña, lo vamos a averiguar y si es así, te juro que le cortó los huevos y hago que se los coma — me río de su locura.

— Sos única amiga. A la próxima vemos cómo hacemos y lo averiguamos, no va a tratar de estúpida en la cara. ¿ Cuento con vos no?—

— Siempre, eso ni lo preguntes — dice y me guiña un ojo.

— Por eso te amo — le digo riendo.

POV MATT

— Cuenta — me ordena mi ama, la señorita Leila Williams.

— Doce — digo firme, agarrado al potro de castigo. Sí llegué tarde, me gane veiente azotes con una vara.

— Trece — mi muslo izquierdo. — Catorce — en mi espalda alta, ya debe estar bien marcada. Sigo contando hasta llegar al veinte, escucho como tira la vara al piso, quedando a un costado, veo gotas de sangre en ella, si, mi espalda duele como mil demonios, tampoco podré sentarme bien, por una semana.

— A la cama, acuéstate — me ordena.

Voy hacia esta y hago lo que me dijo. Estoy muy incómodo, tengo puesto un boxer de castidad, mi erección está por reventar de lo apretada que esta. Me saca el boxer, despacio, luego comienza a chupar mi miembro, tengo prohibido correrme. Ella sigue y sigue chupando no doy más, se aparta y se monta encima mío, me cabalga como una loca, desquiciada, quiero venirme por Dios, sus gemidos se convierten en gritos de placer, estos llenan mi ego, soy yo el que se los provoca. Su vagina se hace más estrecha, me aprieta como ningún otra mujer, es maravillosa.

— ¡CORRETE! — me ordena con una vos ronca por el éxtasis del clímax. Automáticamente la obedesco y me dejó ir, llenando su presioso coño de mi semen.

Salimos de su cuarto de juegos, ya me encuentro bañado, ella también, aunque nunca lo hace junto a mi.

— Espero que la próxima seas más obediente y puntual — me dice.

— Sí ama — respondo con la cabeza gacha.

— Ahora vete con tu adorada familia y noviesita — dice con asco — No se que le viste a esa mosquita muerta —

— Solo me sirve para despistar señora —

— No me importa, vete despidiendo de ella, tú debes ser solo mío —

— Sí ama —

Con eso nos despedimos con un simple adiós, ella se encamina hacia su descacho y yo hacía la salida.

Voy caminando, despacio, me duele todo el cuerpo. Pienso en lo que me dijo de Ana, tendré que dejarla, pero antes la convenceré de que se acueste conmigo, si se entera Leila aguantaré el castigo que me dará. Pero yo quiero la virginidad de Ana, si no es por las buenas será por las malas, será decisión de ella...

A la media hora caminando llegó a mi hogar, está maldita casa, no veo la hora de irme de está. Desde afuera escucho risas y voses, de Grace, Mía y el idiota de ellos, hay solo una vos que no reconozco, es de un hombre, me apuro para ver quién será ese intruso.
Entró a la casa, están reunidos en la sala, mi querida novia por lo que veo ya se fue, mejor para mí.

Los acompaña un muchacho, por juzgar, tendrá mi edad, pelo cobrizo, ojos grises como los de Grace. Esta tiene los ojos rojos, cómodo hubiera estado llorando. Espero que no sea quien estoy pensando.

— ¿ Quién carajos es este mamá?...

IDENTIDAD ROBADA SR. GREY ©  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora