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Nuestros guapos
POV ANASTASIA
Aún no puedo creer lo que mis ojos ven, ¿Qué hace aquí? Me alegro que esté aquí, no digo lo contrario. Ethan está delante de nuestro, nos explica que llamo a sus padres y le dijieron que su hermana se encontraba en Las Vegas con su novio y amigos, no se lo pensó y vinos a alcanzarnos.
Él está estudiando en Londres abogacía, fue elección suya irse hacia ese país luego de que una maldita mujer lo traicionará con quién creía su mejor amigo, cuando supo la verdad agarró sus cosas y se mudó de país sin mirar hacia atrás.
Observo como mis amigos no pueden quitarse los ojos de encima, se comen mutuamente. Kate los ve sorprendida al igual que yo, se nos escapa una risa se perdieron de una manera, como si nadie existiera a su alrededor.
— Hermanito, te presento a mi cuñada Mía — habla Kate, sacándolos de su burbuja — Mía, él es Ethan mi hermano —
— Mucho gusto -— dice mi amigo, haciendo uso de su galantería le da la mano a Mía y deja un suave beso en el dorso de está.
— Igual...mente — dice con la vos entrecortada mi amiga y futura cuñada nuevamente ¿Que carajos dije? ¡Ana, no seas estúpida! Nunca se fijaría en tí.
¡Ja! Creo que Ethan le movió el piso a la princesa de la familia Grey, mejor porque no aguanto al estúpido de José, odio cuando me mira como si quisiera comerme, que asco. Nunca he dicho nada por respeto Mía, pero creó que luego de este viaje cambiarán muchas cosas.
— ¿A dónde iban éstas mujeres así de bellas? — nos pregunta, nos elogia anuque su mirada no se despega de una en especial.
— Íbamos a comer al restaurant del hotel y luego creó saldríamos a algún antro de por aquí, queremos divertinos hacer olvidar ciertas cosas — le responde Kate mirándome de reojo.
— Mmm... Ya me contarán que sucedió, mi madre dijo que iba a querer repartir puñetazos —
— No eres el único — digo por lo bajo, recordando a Elliot y Christian, si no fuera porque le rogamos que no hicieran nada, a Matt le faltaría varios dientes.
—¿ Me esperan y los acompaño?—
— Claro — le respondo yo a mi adorado amigo, lo extrañaba — Ve, total los chicos aún no bajan —
Emprende camino a los ascensores rápidamente.
— Ojalá no se tarde — dice Mía, la miramos con una sonrisa pícara — Que no se tarden , digo, mis hermanos son unos turtugas —
— Sí, claro — respondemos Kate y yo al unísono.
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