CAPÍTULO 23

4.5K 484 32
                                    


POV NARRADOR

— ¿Qué haces de la mano de este Anastasia?

De las bocas de todos los presentes había salido un jadeo de sorpresa, menos de Christian quien miraba hacia el susodicho con ira. No podían creer que José haga un reclamo a Ana, cuando Mía era sostenida de la cintura por Ethan, pero parece que eso no lo interesaba en lo absoluto ya que ni siquiera había prestado atención a la caricia que estaba recibiendo su novia.

Una mescla de sentimientos pasaban por los ojos de Mía, sorpresa, dolor y furia eran los principales. No quería creer lo que hace un tiempo pensaba, lo que sucedía frente a ella le confirmaba que su novio o mejor dicho ex, tenía sentimientos hacia su cuñada y amiga Anastasia.

—José ¿Qué estas reclamando? No tienes ningún derecho y menos siendo yo tu novia, en vez de Ana.

—No seas estúpida Mía ¿Me vas a decir que nunca te diste cuenta? — esta negaba con sus ojo llenos de lagrimas, no por José, ya se dio cuenta que era una basura y no valía la pena, pero le dolía que haya jugado y usado de esta manera — Primeramente yo solo me acerque a ti y tu patética familia porque eras amiga de Ana, la cual siempre quise conquistar — dice con una sonrisa de burla en su cara. “No, ahora que es soltera tenía que estar a mi lado, no del metido de Christian, el es un recién llegado y me la quiere robar, no lo voy a permitir porque ella es mía aunque ni ella quiera” pensaba José sin quitar la vista de las manos entrelazadas de su amada y Christian.

Tenía tan perdida su vista en esa unión que no vio cuando Elliot lo bajo de una piña, dejándolo desparramado sobre el piso del aeropuerto, a la vista atónitos de los pasajeros que circulaban. El guardaespaldas de la familia, Taylor, llego para separar a Elliot, aunque el también quería sostener a José de los brazos para que los muchachos lo usen de bolsa de boxeo, ya que el señor mierda Rodríguez se lo merecía con justa razón.

—No es el lugar joven — le dijo Taylor suavemente a Elliot. Este lo mirada y le pedía que lo soltara, quería darle su merecido al desgraciado. —Ok, dele lo que se merece, pero fuera de aquí —

Elliot asiento con su cabeza, llegó hasta a José que apenas se estaba poniendo de pie agarrándolo por un brazo lo llevo hacia el sector del estacionamiento. Detrás de él iban los demás, Ana le pedía a Christian que no hiciera nada, este le respondía que no iba a dejar que nadie se interpusiera en su matrimonio, menos el desgraciado que jugó con su hermana. Mía miraba como sus hermanos querían hacer picadillo a su ex novio y sinceramente no le importaba en lo más mínimo, pero aun así no podía parar de llora en los brazos de su madre, que aunque no entendía nada aun, no iba a frenara  sus hijos luego de ver como ese muchacho tuvo la desfachatez de jugar esa forma con su princesa.

Ethan se acerco a su esposa, no lo podía creer todavía, pero le había gustado desde el primer momento y no iba a dejar ir a esa loca andante tan fácil e iba a comenzar por darle el lugar y respeto que merece.

— No llores por alguien que no lo merece nena — le dijo tomando suavemente la cara de Mía y haciendo que lo mire directo a los ojos — No estás sola, tienes a tu madre, hermanos, cuñadas y ahora no menos importante me tienes a mí, no te dejare sola cariño — dicho esto dejo un suave beso en los labios de su chica y se fue a repartir piñas con una tonta sonrisa puesta en su cara. Grace miraba a su hija con una ceja arqueada y una sonrisa, mientras que su hija respondía encogiendo sus hombros y sonriendo por dentro ya que veía una puerta abrirse nuevamente hacia el amor.

Elliot soltó de forma brusca a José, haciendo que trastabillar y callera al piso. Al levantar su cabeza, se encontraba rodeado por los hermanos grey, Ethan que él se preguntaba quién era ese rubio que lo miraba con odio y Taylor. El primero en acercarse con su mano formando un puño fue Elliot.

—Por burlarte de mi hermana — le dio un puñetazo en el pómulo derecho — Y por desear la mujer ajena, mi cuñada y amiga — otro puñetazo estaba vez en la costilla izquierda. José se quejaba en el piso, mientras que Elliot fue hacia su esposa que miraba al hombre en el piso con una sonrisa, era obvio que se lo merecía.

—Te metiste con la princesa de la familia, grave error — dijo Christian mientras dirigía su puño a la cara de la basura humana en el piso, este cayo de lleno en su boca — y por desear mi mujer — dirigía nuevamente su mano al rostro de José cuando este saco fuerza de donde no tenia y lo detuvo.

— ¿Tu mujer? Jajá eso es imposible, tú recién llegas, yo llevo mucho más esperándola —

—Es mi mujer ¿y quieres saber algo más? — pregunto, Rodríguez sólo encogió sus hombros, no le interesaba lo que le digiera ese recién llegado. No le importaba que ya la haya hecho su mujer, el haría que ella lo olvide y este a su lado — Además de ser mi mujer, es mi esposa — finalizo y con los ojos muy abiertos de la sorpresa, José recibió una patada en la costillas.  Luego se fue hacia su mujer y la abraso, esta negaba con la cabeza pero aun así se reía.

—Ustedes están locos — menciono Ana.

—No, el es el lunático si creé que te tendrá a su lado —

— ¿Y tu qué quieres? ¿Limosna?— pregunto José a Ethan mientras limpiaba la sangre que brotaba de la boca, “desgraciados todos le pagarían esa humillación, cuando sea millonario al igual que ellos, anastasia volvería rogando a sus pies” pensaba mientras sonreía como maniático.

—Sólo darte un pequeño golpe en nombre de mi esposa— dijo Ethan dándole una patada en las pelotas.

José se retorcía del dolor cuando Taylor se agacho a su altura, como puedo levanto las manos y se cubrió de futuros más golpes, ya no aguantaba más.

—No te golpeare más estúpido, ya te dieron lo que merecías. Una cosita más, no te quiero ver cerca de ninguna de las personas que están allí paradas — dijo señalando a los grey y al señor kavanagh — Si no, te aseguro que lo recibido no será nada comprado con lo que te va a suceder, límpiate, das asco — dijo tirándole un pañuelo en la cara.

***

Cuando estuvieron todos en la casa, todos se acomodaban en la sala, cada uno se preguntaba mutuamente como estaban. Grace los observaba, las caricias, palabras dulces y más que se dedicaban ¿Qué había sucedido en el viaje?

—Ahora que ya estamos todos aquí, exijo una explicación, creo que me lo merezco —

IDENTIDAD ROBADA SR. GREY ©  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora