CAPÍTULO 6

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POV GRACE

— No te daré el divorcio, eres mi mujer, no voy a dejarte ir — trata de sonar intimidante, cínico — ¿Para que quieres tener un hijo si me estás dejando? ¿Lo tendrás sola? — dice y se le sale una risa burlona.

— Sí, quiero tener un hijo, un hijo que será sólo mío, porque tú no lo verás, al igual que a Elliot, no lo volverás a ver nunca más. Por el daño que nos hiciste, dame el divorcio, solo eso te pido — digo ya cansada.

— ¿Cómo que no me dejaras ver a mi hijo? Tu estás loca, volveré a hablar con el centro mental, capaz te dejaron salir muy pronto — maldito desgraciado.

— No se te ocurra, y ya deja de hacerte el estúpido, se que tienes amantes, ve a saber a cuantas mantienes con mi dinero —

— Eso es mentira, no puedes probarlo — sonríe.

— ¿Seguro? — afirma con la cabeza — Elena — veo como palidece, lo sabía, mi madre los vio hace cosa de un mes muy juntos como si yo no existiera — ¡Te arruinare! ¡Quedaras en la calle, que tu amante te mantenga! — le gritó.

— Estas estúpida si piensas eso — dice tratando de recuperar color en su cara, ya quisiera él que vuelva a ser la estúpida que manejaba a su antojo.

— Se del acuerdo que te hizo firmar mi padre — digo alzando la ceja, está que se desmalla — Quiero el divorcio, podemos hacer un trató, pero no quiero nada más de tí — voy a salir del despacho, cuando me giro — Ah se me olvidaba, ya no ocuparé ni de tu semen, buscaré otro donador, quizás hasta pida que me lo haga de manera natural — le guiño un ojo y salgo de ese lugar.

Llamaré en este momento a mi padre, sus abogados sacaran enseguida el divorcio, no quiero más nada que me una a Carrick. Llegó hasta Elliot y lo abrazo, pidiéndole perdón en mi interior por haber elegido mal a su padre.

POV CARRICK

¡Maldición! ¡Mil veces maldición! Yo creía que ella no sabía del acuerdo, seguro el maldito viejo le contó, me arruinara, lo hará, vi la determinación en los ojos de Grace, nunca la vi de esta manera, tan fría. Tengo que hacer un plan, no puedo quedarme en la calle, maldita familia, odio a los Trevelyan, los odio a todos.

Salgo del despacho furioso, Grace están con mi hijo en la sala, veo a mi pequeño Elliot, no quiero dejar de verlo, él es mi mundo. Sus ojitos se encuentran con los míos, le hago señas para que venga a mi lado, él se levanta y dirige hacia mí. Me adelantó un pasó y me colocó a su altura para abrazarlo, pero él retrocede, lo miró con tristeza, en sus ojos encuentro miedo, dolor, me parte el alma cuando derrama una lágrima.

— Papi, ¿Poqué haces llolal a mi mami? —

— Yo no le hice nada a mami campeón — trato de defenderme, miro con reproché a Grace, ella me devuelve una mirada cargada de odio puro.

— Chi, yo te escuché, le glitaste, ya no te quelo papi, mi mami llola pol tu culpa — dice frunciendo su pequeña frente. Ni mi hijo ya me quiere.

— ¿ Le das un beso a papi? — miro que duda — Sólo uno campeón, por favor — ruego, presiento que está será la última vez que lo vea.

— Sólo uno — dice, se acerca y me lo da, sus labios de bebé son tan suaves, apenas es un rocé en mi mejilla, le doy uno en su regordeta mejilla y me reincorporo.

Me dirigo a las escaleras, voy a buscar mis cosas para irme de una vez de la que fue mi casa, luego hablaré con el viejo Trevelyan para llegar a un trató económico. Cuando voy subiendo tres escalones, la voz de Grace me detiene en seco.

— ¿A dónde vas? —

— Por mis pertenencias, me voy de la casa — le digo, escuchó una risa burlona de su parte, está logra que me agarré escalofríos ¿Dónde quedó la mujer con la que me casé?

— Tú te vas como llegaste — no, no puede estar hablando encerio — Sí, justo lo que piensas, sin nada, gracias a mis padres tienes todo, terminaron de pagar tus estudios de derecho, el bufet de abogados, hasta esta casa, todo ellos te lo dieron. Por eso te vas sin nada, ya te llegarán los papeles de divorcio, vete con tu adorada Elena — dice con repugnancia.

— ¿Te duele que me vaya con ella? —

— Claro — sonrío — que no, si sintiera algo por tí me dolería, pero no siento más nada por el hombre que tengo frente a mi — la miro a los ojos, yo tampoco siento amor por ella, pero nunca pensé que me devolviera la misma moneda —  Te amé Carrick, lo hice, pero ya no más, me hiciste demaciado daño que debo cicatrizar, debo pegar los pedazos que rompiste de mi corazón. Vete, por favor, no quiero verte nunca más en la vida si es posible — dice, se gira, alza a nuestro hijo en brazos y se encamina hacia la cocina.

Salgo de la casa, la cual fue mía por algunos años. Espero que Elena me reciba, si no le va ir muy mal...

IDENTIDAD ROBADA SR. GREY ©  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora