Capítulo I

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Skip Beat! Pertenece a Nakamura Sensei

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Kyoko no recordaba desde cuando era tan consiente de su celular, antes, se olvidaba de el por completo. Con el tiempo, comenzó a escribirse mensajes de textos con su amado sempai y en esos momentos en los que ella mandaba el texto, se quedaba mirando ansiosa la pantalla hasta obtener la tan anhelada respuesta y luego de concluir el asunto volvía a olvidarse de el.

Pero ahora, lo primero que hacía en la mañana al abrir sus ojos era mirar si tenía mensajes. Normalmente encontraba uno, de unos segundos antes de despertar: un muy bonito y esperado saludo de buenos días. Por supuesto, ella los contestaba con emoción. Esos mensajes le daban una vitalidad mayor que la usual, sonreía más frecuentemente e incluso el Taisho había fruncido el ceño en más de una ocasión, porque Kyoko, tan pulcra y educada en la mesa, dejaba de comer por contestar con rapidez el celular.

En retrospectiva fue culpa de Moko-san, ella le había explicado sobre Line y WhatsApp: como de manera rápida podría mandar mensajes de texto, de voz, imágenes y hasta videos con ellos, sólo tenía que instalar las aplicaciones.

Kyoko, siempre despistada sobre la tecnología celular, decidió actualizar su modelo por uno compatible con estas aplicaciones, no le costaba nada, pues la agencia se lo proporcionaba como herramienta de trabajo y para ellos en algunas ocasiones mandarle textos era incluso más conveniente que llamarla.

Su nuevo equipo tenía hasta cámara frontal para selfies, algo que le había explicado Moko que estaba muy de moda.

El día que se lo entregaron, lo había sacado de la caja en las oficinas de LME, todavía confundida porque el celular tenía muchas más funciones que su anterior equipo. Entró ensimismada a las oficinas de Love me cuando una voz masculina le dijo:

— Un talento de LME debería ser más consciente de sus alrededores.

Kyoko saltó completamente sorprendida y sólo respondió:

¡Tsuruga-san!

Ren con su más sincera sonrisa la miró.

¿Qué te tiene tan entretenida? — "Porque esa actitud no es normal en ella" pensó.

—Me asignaron nuevo equipo celular y apenas me estoy familiarizando con él, pero no sé cómo activar las aplicaciones de mensaje.

He hizo un puchero, que a los ojos de Ren era absolutamente encantador. Así que para evitar tocarla, este se enfocó en el celular. Le ayudó instalar las aplicaciones. Además fue el primero con quien las usó, frente a frente y jugando como los dos adolescentes que eran comenzaron esa conversación que los acercaba de una manera increíble.

Celular de Kyoko: ¿Tsuruga-san, qué hace?

Celular de Ren: estoy recibiendo un mensaje de texto muy emocionante y le mandó un emoticón sonrojado.

Celular de Kyoko: Emoticón de sorpresa (Y Kyoko se sonrojó en la vida real, pero se repuso rápidamente).

Celular de Ren: ¿Quieres que te enseñe a mandar fotos?

Celular de Kyoko: ¡Sí!

Ren se apresuró a tomarle muchas fotos a Kyoko sin que ella lo notara, le tomó 10 en ráfaga.

Celular de Ren: Foto de Kyoko mirando el celular. Pie de fotos: ¿La conoces? Es una apreciada kohai... y amiga

Kyoko vio la foto, leyó el mensaje y no pudo disimular la emoción, su sempai le dijo amiga.

Celular de Kyoko: no es justo, me la tomó desprevenida "emoticón de carita de furia." (Aunque por dentro no podía dejar de pensar en que le dijo amiga)

¿Cómo se mandan las fotos? — Preguntó Kyoko.

Ren se acercó a ella y le mostró como enviarlas, porque ella ya sabía tomar fotos.

—Voy a hacer una prueba dijo Kyoko—, Tsuruga-san mire para acá.

Kyoko fingió tomar sólo una, pero como esta era una rara oportunidad activó su cámara y tomó todas las que pudo de un Ren que la miraba divertido.

Tal como él le había indicado, seleccionó la que más le gustó y comenzó a escribir: "La foto de mí amado sempai". Pero en ese momento se dio cuenta de lo que casi envía, asustada de su imprudencia, borró la palabra "amado" y terminó la frase: "Foto de mi sempai y amigo". Y la envió.

Al recibir el mensaje Ren sonrío y tomando al vuelo la oportunidad le dijo:

— Bueno Kyoko-chan, somos oficialmente amigos y desde ahora usaremos nuestros nombres, ¿verdad?

Celular de Ren: "vamos Kyoko-chan dime Ren-san"

Celular de Kyoko: (Monito apenado)

Celular de Ren: (Carita de estoy esperando)

Celular de Ren: "Kyooookoo-chan"

Celular de Ren: "¿Te debo llamar Kyoko sin honoríficos entonces?"

Y Kyoko dio un salto al leer este último mensaje.

— Ren-san los honoríficos son importantes en Japón.

Ren se acercó a ella y habló de manera sumamente casual y amigable, dando por sentado que ya podrían usar sus nombres con sufijo y feliz porque sabía que sólo eso en la mente y el corazón de Kyoko era un avance absoluto.

Entonces Kyoko-chan, antes de irme sólo me falta explicarte como tomar las selfies

Puso su celular en modo cámara frontal, extendió su brazo, se ubicó estratégicamente al lado de una Kyoko completamente sonrojada

— Mira aquí — mientras con una sonrisa deslumbrante bajó la cara y la puso a misma altura de Kyoko, sin tocarla para que ella no se ofendiera y tomó la foto.

La imagen era preciosa, Kyoko totalmente natural, bastante roja y con una mirada feliz y Ren con su sincera sonrisa, aunque se había tenido que inclinar bastante para sacarla a la misma altura de ella.

—Con eso termina la clase de hoy dijo Ren.

Miró la hora, habían pasado 20 minutos

Tengo que seguir trabajando, pero Kyoko-chan, ya sabes usar las aplicaciones y podemos escribirnos por aquí. Además, que estos emoticones son muy divertidos, es la primera vez que los uso en una conversación.

Dijo un adiós casual y se fue dejando a Kyoko feliz, mientras él en secreto estaba que saltaba de emoción, pero como Ren no podía hacerlo, tenía una imagen que cuidar.

Al cabo de un rato Kyoko se percató de algo, Ren le mostró como tomar la selfie y le mostró la imagen, pero no se la pasó. Y ella quería conservar ese momento tan casual, tan especial y tan íntimo entre ellos.

Y ahora ¿cómo haría para obtener la foto? Él acaba de irse a trabajar, se acaban de ver y de hablar. No era correcto escribirle para algo tan tonto. Pero ella quería esa foto. ¿Qué haría?

En ese momento entró Moko y la vio rodando en el suelo desesperada.

— ¿Qué te pasó?preguntó extrañada porque Kyoko había ganado confianza en sí misma y ya no lloraba o se desesperaba para construir un papel, así que era muy raro encontrarla en ese estado.

Al escucharla, Kyoko se trasformó en la Kyoko que no tiene ningún problema y le respondió mientras se ponía de pie y limpiaba su ropa:

Moko-chan, todo está bien.

No te creo, dime qué te pasó ¿Por qué llorabas así?

Y Kyoko se preguntó si Moko-chan la odiaría si le contara todo...

Cuando Moko vio su cara aterrada se dio cuenta que necesitaban hablar.

—Vamos a un Karaoke. ¿Estás libre?

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