Capítulo 9 El Regalo

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Ha pasado casi un mes desde que ese torpe zorro regresó a torturarme, la peor parte de todo es que... Aunque lo intentara, era inútil, siempre terminaba enredada en su brazos, sin yo saber como o cuando, el hecho era que aprovechaba hasta la más mínima oportunidad para recordarme lo miserable que era por hacerle eso a mi amiga...

Realmente... Era de lo peor.

Desperté una mañana y mi habitación estaba oscura, había una fría atmósfera a mi alrededor y el cielo estaba nublado afuera, lo que fue extraño, ya que era muy poco común que lloviera en la pradera central.

El reloj marcaba las ocho y media, aunque no parecían ser más de las seis. Me levanté de la cama y miré ahora al calendario... Sentí que se me revolvió el estómago al leer la fecha.

Sin hacerle mucho caso decidí alistarme para empezar mi día, pero sin siquiera dejar que me quitara la ropa sonó mi celular.

Ya sabía de quien se trataba.

- Judy... Ya sé que tienes libre hoy... ¿te gustaría tener una cita conmigo?- yo me reí un poco nerviosa.

- Te he dicho que no me hables de esa forma... Y además, yo no salgo con ninguna zorra cualquiera, ¡me ofendes!

- ¡Ja! ¿Zorra cualquiera? ¡Juro por mi vida, Judy Hopps, que lloraréis sangre por esa insolencia! ¡Arderá el cielo y se abrirán los mares! ¡Os veré lamentarse! ¡Lo Juro! ¡Ni lo dioses podrán salvaros de mi ira!

- Jaja ahora sí estás sobre actuando. Estoy alistándome para salir... ¿Nos vemos en una hora?

- Ehmm... Nope... ¿Que tal si mejor me abres la puerta?

Esa frase me dio curiosidad y con la misma caminé hacia la entrada y detrás de ella se encontraba Sara, con una cándida sonrisa en sus labios y el teléfono pegado todavía a su oreja, estaba vistiendo una elegante gabardina color plomo y una blusa cuello de tortuga blanca con pantalón gris oscuro, me guiñó el ojo y sin pedir permiso entró.

- Está haciendo mucho frío allá afuera...- dijo sentándose en la cama.

- Realmente pensé que nos veríamos en el centro...- le respondí quitándome la ropa para irme a bañar. Ella encogió los hombros.

- Es un lindo día para ir a pasear por ahí...

- Pero está nublado...- repliqué poniéndome la bata de baño. Ella me miró con una sonrisa pícara.

- Las mejores escenas románticas son bajo la lluvia, mon chéri...

- Jaja... No es como que vaya a pasar ninguna escena romántica entre nosotras, ¿no es así?- dije un poco nerviosa, los ojos de Sara brillaron con malicia.

- ¿Quién sabe...?- esa frase me hizo sentir muy incómoda aunque sabía que estaba bromeando, pero no pude evitar sonrojarme... Sacudí la cabeza dejando de desvariar y tomé mi toalla.

- ¡A-ahora vuelvo!- exclamé cerrando la puerta... No sé que es lo que me pasa con los zorros... ¡Todos tienen cierto poder sobre mí! Me reí de ese tonto pensamiento y me fui caminando hacia el baño del pasillo.

Habiendo salido del baño fui hasta la habitación y en ella estaba Sara, con mi laptop en las piernas revisando su Zoobook...

- Y entonces... ¿cual es el plan?- le pregunté poniéndome la ropa interior. Ella no me contestó yo seguí vistiéndome. Me puse una blusa de lana rosada con un pantalón café oscuro y me encimé una chaqueta magenta que ella me había obsequiado en mi cumpleaños, según ella, hacía resaltar mi pelaje y color de ojos.

La vi levantarse de la cama dejando la computadora cerrada y mirando hacia la ventana. Luego de eso se volvió a verme con una fría expresión en su rostro.

Enredos del Destino [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora