Capítulo 10 Su Héroe

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- ¡A~bre la madriguera, coneja *hop* *hop* *hop* Hopps!- canturreaba alegremente la que hacía rato sentí que iba a hacerme trizas, con una cuchara de helado volando hacia mi boca.

- ¡Ya deja eso!- le di un manotazo riéndome de sus ocurrencias- termina ese helado ya. Tengo trabajo mañana y se hace tarde.

- ¡No puedo!- replicó infantilmente- ¡este helado es demasiado grande!

- Dijiste que querías uno más grande que tu cabeza...

- ¡Si! Pero no pensé que lo conseguirías... ¿Como lograste que esos elefantes nos vendieran helado?

- Digamos que... Conozco a ese par y no pueden decirle que no a una oficial...

- Eso es abuso de poder...

- Pero funciona para consentirte como la niña mimada que eres...

- Aja si...- Sara volvió a su descomunal postre y bajó la cabeza un poco desanimada.

- ¿Pasa algo?- le pregunté intentando leer sus pensamientos, ella levantó la mirada todavía muy seria.

- Siento haberme comportado como me puse hace rato...- soltó de repente. Yo bajé las orejas recordando la mentira que le había dicho.

- Oye... Eso realmente no importa. Digo... No es para tanto y las hembras nos ponemos celosas por instinto. Debí haberte dicho que había leído su registro- ella negó con la cabeza. 

- No... Sí importa... ¡Mírame! Digo... No tengo por qué estar celosa de ti, es ridículo.

- ¿Qué... quieres decir con eso?- formulé nuevamente.

- Me refiero... a que es ridículo sólo pensarlo, Jaja, Nick es mi novio y él es un zorro, tú mi mejor amiga y una coneja, no tendría sentido, digo, hola, especies distintas... Jaja creo que me puse un poco... ¡Wah!- Sara empezó a reírse por el comentario, pero yo sentí un peso que se acumulaba sobre mi pecho, bajé la mirada mientras escuchaba a mi amiga reírse de sus ocurrencias.

Y estaba bien que estuviera tan tranquila, de todos modos, ese era el deber ser y la verdad me sentía feliz que ella pensara así. Quería lo mejor para ella y sabía que lo mejor para ella era él... 

- Si... sería extraño, ¿verdad? ¿Y desde hace cuanto tiempo estás saliendo con Nick?- le pregunté intentando cambiar el tema para que no se fijara en mi incomodidad. Sara siguió comiendo y murmuró. 

- Hmm... hace como dos o tres meses...

- No es mucho tiempo...

- ¡Si! Pero...- se sonrojó- desde el momento en el que lo vi... Sabía que él era a quien estaba buscando- ella bajó la mirada con una sonrisa avergonzada.

- ¿Qué... Te hizo pensar eso?- pregunté un poco temerosa de la respuesta, ella me miró y sonrió con esplendor.

- Todo... La historia entre nosotros, es algo como... una señal...

- ¿Historia? ¿Como se conocieron?- a Sara le brillaron los ojos y alzó las orejas, me miró tan profundamente y su sonrisa cándida y encantadora hizo que sintiera un calor acogedor dentro de mi pecho.

- Él salvó mi vida...

Me quedé completamente en blanco, Sara mantenía la mirada fija y con una dulzura intensa, le dio otro bocado al helado y yo esperaba a que ella me contara su tierna historia de amor... Esperaba que... Pudiera enterrar la mía para así darle fin a mi calvario.

Sara:

Todo ocurrió hace unos meses, yo apenas había empezado a trabajar en el café y estaba recién mudada en la ciudad. Salía de mi jornada como a las seis de la tarde, apenas el sol se veía entre los edificios, pronto llegaría la noche y el sitio donde estaba viviendo en ese tiempo no era muy seguro, caminé rápidamente intentando pasar por las calles más concurridas, miraba hacia todas partes, por alguna razón me sentía vigilada.

Llegó un punto en el que me encontraba sola, en un calle completamente desolada, ya casi llegaba la noche, empezaba a oscurecer con lentitud.

De pronto, de la nada un oficial apareció y se acercó a mí, no podía creerlo, ese oficial era un zorro, igual que yo, me hizo un gesto con la mano para que me detuviera y lo hice.

Ese apuesto macho me miró con seriedad, esos ojazos verdes eran lo más característico de su lindo rostro.

- Buenas noches, señorita- esbozó acercándose más a mí- ¿me permite ver su identificación?

- E-eh... Claro, oficial. Si es que así te dicen, zorro...- me burlé coqueta, pero a él no pareció agradarle la broma. Saqué de mi bolso la licencia de conducir y se la entregué, él se quedó mirándola y luego se dirigió a mí.

- Me temo que tendrá que acompañarme a la estación, joven- me dijo de pronto tomando bruscamente mi brazo.

- ¡¿Qué?! ¡NO! ¿Por qué? ¿Qué hice?- él empezó a empujarme por la vereda, su mano apretaba fuertemente mi alrededor de mi brazo, su mirada era fría y sólo la dirigía hacia el frente, yo intentaba escaparme, ¿Qué le pasaba al idiota ese? El oficial soltó levemente mi brazo y acercó su hocico a mi oreja.

- Ese auto gris... Tiene más de doce cuadras detrás de ti...- me susurró haciendo que mi rabia se calmara. Yo me volví a verlo y luego instintivamente me dispuse a mirar para atrás- No lo hagas...- respondió rápidamente- no mires... Si llegas a hacer algún movimiento sospechoso podrían lastimarte...- el oficial me habló tan convencido de lo que decía que sólo pude obedecer y seguir disimulando- voy a meterte en la patrulla- me indicó- y te llevaré a tu casa. No te preocupes, me aseguraré que no te sigan persiguiendo- por primera ese zorro me miró directamente y me brindó una cálida sonrisa. Sentí que mi cara se calentó del tiro y el corazón latir muy a prisa.

Sin yo saberlo, ese zorro con uniforme de policía se había presentado, era todo lo que estaba buscando. Un héroe, mi héroe.

Judy:

- Y bueno, tiempo después de eso nos mantuvimos en contacto, empezamos a salir y las cosas se fueron dando...

- Ya veo...- respondí con desazón, había quedado convencida con lo que ella había dicho. La forma en como hablaba de él, como brillaban sus ojos nada más al esbozar su nombre, la ternura en cada palabra del amor que le profesaba, era evidente. Me mordí los labios al querer hacer una última pregunta- Sara... ¿Tú lo amas...?- ella se quedó mirándome un poco desconcertada al ver mi interés en el tema, pero pronto su gesto cambió a una sonrisa amplia y brillante.

- ¡Si! Creo que sí

Me había quedado claro en ese momento supe que ya no había nada que hacer, no existía explicación válida, tampoco podía justificar lo que estaba haciendo, no necesitaba otra culpa más sobre mis hombros y el daño que estaba a punto de hacerle... Sara jamás me lo perdonaría. 

Bueno gente, un capítulo algo cortito pero es que fue que se me ocurrió en un ratito...

Mi jefa me dio el día libre porque ando mega engripada 😷 (me dio fiebre en la oficina 😨)

Pero como sea, espero que les haya gustado un poco corto pero ya escribiré otra cosa 😅

Miau! Comenten y lo hago más rápido :D

Ah y si quieren la continuación de The New Wild City entonces dejen comentarios allá 😊

Ya tengo el capítulo listo sólo estoy esperando que me den razones para subirlo 😄

Es todo por ahora

Los veré luegoooo

Bye-bee!!!

Enredos del Destino [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora