Cuando cruzo la puerta, encuentro que tanto Patrice como Caliel ya están en la estancia, esperándome.
-Has tardado.-Recrimina el niño mirándome.
-Lo siento.-Me disculpo.- ¿Ese es el cadaver ?
Señaló un bulto en la mesa de metal que hay al centro de la estancia, en parte por curiosidad y en parte por cambiar de tema.
-Así es.- Afirma Patrice ajustándose sus guantes de látex.- ¿Te parece que comencemos?
Asiento, y en seguida nos ponemos manos a la obra para examinarlo. Al cabo de unas horas, ya no nos queda nada más que hacer allí. Y si llego a saber que podíamos entrar por otra puerta más normal en una callecita junto a la rivera del río no habría estado mal la excursión.
Lo más interesante del hada era el contenido de su esófago. Al parecer, antes de morir había injerido una enorme llave plateada con un escudo de dos calaveras y una funda de plástico que contiene documentos de identidad y una nota a la que se le ha borrado la mayor parte de la tinta. Por suerte, en el laboratorio-sótano del Instituto, según Patrice, encontraremos lo necesario para restaurarla.
Cuando conseguimos volver, ya es la hora de cenar.
-¿Y le has enseñado todo lo que tenías pensado?-Pregunta la señora Whitelaw a su hija nada más sentarnos a la mesa.
Miro a Patrice extrañada, sin entender bien el por qué de la pregunta, pero ella responde sin dificultad.
-Absolutamente todo. Y creo que esa a sido la razón de tardar tanto.-Dice en tono de disculpa.
-Oh, cariño, si por eso no pasa nada. Cuanto más sepan de la ciudad mejor sabrán moverse.
Y en ese momento se me enciende la bombilla. Patrice no quería que sus padres supieran a dónde íbamos, y por eso les a dicho que hemos ido a ver la ciudad (algo que me encantaría haber hecho realmente). Me pregunto porqué a veces soy tan lenta para entender las cosas.
-¡Por cierto!- El tono exaltado del señor Whitelaw hace que pegue un brinco en la silla.- Sophie, recuerda que hoy tenías una visita en el Santuario.
-¡Ostras, es verdad!- Se me había olvidado. Me levanto de la mesa.- Con permiso. Y gracias por recordármelo.
Escucho como Caliel me sigue por el pasillo y las escaleras. Al llegar a la puerta la abro y ambos entramos a la enorme sala. Es de techo alto, bien iluminada y con una fuente al centro. Y junto a esa fuente, está...
-¡Sam!- Exclamo.
-¡Sophie, al fin!
Corre y me estruja entre sus fuertes brazos.
-¿Q...qué estás haciendo aquí?
-¡Te fuiste sin decir nada!- Reprocha, separándose un poco pero sin llegar a soltarme.- Todos estamos preocupados, pensábamos que te había pasado algo. Y como ni tú ni Caliel aparecíais Donie te rastreó y hemos venido a buscarte.
-¿Él también está aquí?-Me sorprendo.
-¡Pues claro!-Exclama.-Que haya ido a visitar a no sé quién para una cosilla del hada ese es otra cosa. Pero, ¿para qué has venido aquí?
Noto como la alegría va creciendo en mi interior. ¿En serio han venido aquí por mí? Jamás pensé que nadie llegaría a este extremo solo para saber que estoy bien.
-Yo...- No quiero mentirle, pero sé que si le digo la verdad no me va a dejar seguir.- Como mi tía vivió aquí durante la primera aparición de Lord Mountrasir, pensé en que igual podía encontrar algo que nos sirviera de utilidad.
Él me mira como evaluándome, y yo trato de aparentar que estoy todo lo relajada que en realidad no me siento. Haber, no le he mentido, pero tampoco es que le haya dicho toda la verdad. Y no me siento muy a gusto con eso.
-¿Y cómo sabías que apareció aquí por primera vez?
Porras, no había pensado en eso.
-Pues porque... me lo dijo él.-Digo, refiriéndome a Caliel.
Si, se que meter en una mentira al ángel de la verdad es la peor idea del mundo, pero es lo único que se me ha venido a la cabeza. Además, se supone que su misión es protegerme, ¿no? Eso también incluye el proteger mis intereses. Y en estos momento lo que me interesa es que Sam no sepa la verdad.
-¿En serio?-Pregunta al niño.
Este último sólo se limita a encogerse de hombros.
-Preferiría no meterme en vuestro reencuentro.
Va a decir algo más, pero decido cambiar de tema en ese punto antes de que ese diga algo más que no se deba.
-Donie también ha venido, ¿no?-Pregunto, ansiosa por verlo a él también.
-Oh, si. Pero ha ido a ver a no sé quién.
-¿Y por qué no vamos a buscarlo?-Propone el ángel, tirando de ambos hacia la puerta que da a la calle.-Es de noche, quiero ver la ciudad iluminada y así al menos os vais poniendo al día sin quedaros quietos como pasmarotes.
-------------------------------------------------------------------------------------------
¡Volví!
Ya sé que llevo como desaparecida un mes pero dado que, aunque sé que hay gente que lee esta historia, no hay votos pues publicar no era algo demasiado urgente en i vida.Pero aquí estoy. Y para compensar un poquito la espera, en unos días publicaré otro capítulo que tengo ya preparado.

ESTÁS LEYENDO
Voz metálica- (Cazadores de sombras) (LCM #2)
FanfictionUna batalla está a punto de comenzar. Ángeles y demonios luchando unidos y en distintos bandos. El destino de toda una raza en juego. Y, en medio de este caos, Sophie debe hallar la forma de vencer a su enemigo sin poner más en riesgo la vida d...