Voz metálica- (Cazadores de sombras) (LCM #2)

La verdad tras la mentira

Durante los siguientes días, más o menos hacemos lo mismo: hablamos, damos una vuelta por la casa o por los jardines que la rodean, comemos, seguimos hablando. Él me va enseñando alguno de sus inventos o algún plano para proyectos. Un día también me enseña la biblioteca, donde paso la mayoría del tiempo que no estoy con él...y que suele ser bastante.

¡Ah! Y ya me ha dado permiso para salir solita de mi habitación. Por su parte, su comportamiento ha vuelto a la normalidad. Claro que eso no quita que yo haya dejado de preocuparme. ¿Preocupada por mi enemigo? Si, lo sé, soy muy normal. Pero tengo que convivir con él, así que prefiero que su estado mental esté bien.

Termino de colocar los libros que había estado leyendo en sus respectivos estantes y me dirijo a la puerta a paso lento. Es curioso que en este lugar se respire siempre tanta calma. Una vez en el pasillo me dirijo a la que es mi habitación, ya que debo esperar ahí para que alguno de sus "criados" venga a recogerme para la comida. Sin embargo, no llego a mi destino.

¿Habéis oído eso de la curiosidad mató al gato? Bueno, pues solo espero que a mí no me mate. Redirijo mis pasos hacia la habitación de la cual provienen los susurros quedos que escucho y me escondo tras un arbolito decorativo a escuchar. Dentro, escucho la voz de Caleb y otra algo más ronca y...musical. Si es que esa combinación es posible.

-...en la cabeza.-Dice la otra voz.-Sólo hay que hacerlo y ya está. ¿O no es lo que tú querías?

-Lo es.-Responde Caleb seco. Tal vez un poco irritado.-Pero ya he dicho que aún necesito un poco más de tiempo. No es necesario impacientarse, o sino, no saldrá bien.

-Y un poco más de tiempo, según tú, ¿cuánto es?

-Una semana.-Responde Caleb.-En una semana lo llevaremos a cabo.

-Pareces muy seguro de ello.-Ríe la voz.-¿Estás seguro de que la chica responderá?

-No te preocupes por ella.-Ahora sé seguro que está irritado. No sé quién es el otro, pero no parece ser de su agrado.-No podrá negarse. ¿Necesitas algo más? Estamos a punto de comer, y preferiría que ella no se enterase de tu existencia por el momento.

Escucho una risa, y noto como si una presencia hubiera desaparecido. Y entiendo que ya es hora de irse. Intentando hacer el menor ruido posible, corro hasta mi habitación, y suspiro al haberlo logrado cuando una voz me avisa desde fuera de que ya es la hora de la comida. En mi mente, sigo pensando que tengo que encontrar el momento para decírselo a Valadía.

Sólo contamos con una semana.

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Cuando termino de hablar, noto que necesito un vaso de agua.

-¿Y no se te ha ocurrido intentar ver quién era?-Pregunta Valadía tras unos segundos de silencio.

-¿Pero tú estás mal?-Exclamo.- ¿Y si me pillan? Yo no tenía que estar ahí. ¿Qué has entendido de "escuchar una conversación a escondidas"?

-Escuchar una conversación- Responde, y luego oigo una risita.-Vale, una semana. Creo que podremos con ello. Caliel ha ido ha por una cosilla...

Y comienza a murmurar cosas, como si estuviera revisando los planes que tienen... Y que a mí, por cierto, no me han contado. Sí, creo que nunca más me volveré a ofrecer voluntaria para infiltrarme. Claro que esto lo he hecho sin consultar a nadie.

-¿Tierra llamando a Valadía?-Digo, pasado un rato de sentir que se había olvidado de mí.-¿Alguien responde?

-Sí, si, perdona.-Su voz vuelve a sonar normal.-Por dónde iba... ¡Ah, si! ¿Recuerdas que te dije que sabía quién podía ser Caleb?

Me lo iba a contar. ¡Por fin!

-Recuerdo que me dejaste con la duda.-La culpo, pero ella decide ignorarlo.

-Bien, pues... Vale, antes de nada.-Se corta a sí misma.- Esto es algo que muy pocos saben en el Reino de las Hadas, y no te lo debería estar contando...

-Pero lo vas a hacer.

-Pero lo voy a hacer.-Afirma.- Así que no se lo cuentes a nadie.

-Lo juro por el Ángel.

-Resulta que, hace ya un tiempo, la Reina Seelie tenía una hermana.-Comienza a relatar.-Ambas eran muy cercanas y, cuando la Reina accedió al trono, mantuvo a su lado a su hermana. De hecho, gracias a ella, llegaron a firmar los Acuerdos con la Clave.

  "Pero un día, la hermana le dijo a la Reina que estaba enamorada. Jamás confesó de quién, pero la Reina, que confiaba plenamente en su hermana, aprobó la relación y dejó que esta diera fruto. Varios años después, la hermana le confesó que estaba embarazada. Aquello llenó de alegría a la Colina, y de hecho fue celebrado durante muchos meses. Como ya estarás imaginando, no terminó bien."

  "Como la Reina había aprobado la relación, la hermana no vio inconveniente en tener al bebé en el Reino. Pero el día de su nacimiento... La Reina, con todo su pesar, mandó asesinar a su hermana ya que el mantener relaciones con un demonio... Digamos que como un atentado contra ella. Lo que no pudo prever, es que también se llevara al niño consigo. Y aún a día de hoy, sigue habiendo un día de luto oficial por la muerte de su hermana y, especialmente, de su sobrino."

  Cuando termina, creo que no soy capaz de creerme lo que está diciendo.

-Pero Caleb me dijo que la Reina mandó matarlos a ambos.-Balbuceo.

-Lo sé, y esa es la parte que no me cuadra.-Responde mi amiga.- He visto el mandato (no preguntes como) y puedo confirmar que en él sólo está la muerte de la hermana. Y si él piensa que quería matar a ambos...

-...es porque fue lo que su madre le contó.-Concluyo por ella.-¡Ay mi madre! Así que su venganza está basada en una mentira.

-Y por eso tienes que decírselo.-Dice ella con voz firme.

-Ya, claro, ¿y qué le digo? ¿Que estoy aquí para espiarlo pero que su madre era una mentirosa y que sería mejor que no hiciera nada?-Río histérica, y continúo irónica.-Sí, suena convincente.

-Sophie.-Su voz ahora es seria.-Tiene que saberlo. La Reina quiere a su familia más que a nada en el mundo, y eso lo incluye a él. Ambos merecen saber lo que verdaderamente pasó. Por favor, Sophie, él sólo va a escucharte a ti.

  Incluso antes de que me lo diga, sé que tiene razón. Pero, ¿cómo? Aunque me escuche, sé que sin una prueba no voy a conseguir desacreditar lo que le dijo su madre cuando era pequeño... ¡Pues claro!

-Vale, lo intentaré...-Respondo, tomando una bocanada de aire y preparándome para los que estoy a punto de pedirle.- Sé que esto puede ser difícil para ti, pero... ¿Crees que puedas conseguirme una copia o algo así de ese mandato?

  Un silencio. Muy largo. Comienzo a ponerme nerviosa, sabiendo que, igual, si era demasiado excesivo.

-Está bien, lo intentaré.-Concluye ella.-Pero me debes una, y grande. Y espero que no te importe, pero no creo que lo vaya a tener demasiado pronto.

-No importa.-Respondo agradecida. Sé que es un gran sacrificio para ella.-Me sirve con que entre dentro de esa semana que tenemos. Y gracias, enserio.

-No hay de que. Ya hablaremos dentro de poco.

-Espero que eso tarde, porque sino serían problemas.-Río.

  Nos despedimos, y vuelvo a quedarme sola. La idea de cómo voy a convencerlo aún ronda por mi cabeza.

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  Y después de un mes desaparecida (más o menos) aquí me tenéis de vuelta.

  No sé si la inspiración habrá vuelto conmigo o no, pero espero que sí. Me alegro un montón de volver con vosotros, y quiero agradeceros a los que habéis estado por ahí apoyando esto. Si tengo suerte, la semana que viene me vais a volver a leer por aquí. Así que crucemos los dedos.

  Un beso y ¡nos leemos!