Puding de fresas

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Entiendo que quieran que la reunión sea en un sitio tranquilo, sin mucho ruido, no muy lejos de la ciudad, íntimo, bla bla bla... Pero, digo, podrían haberse molestado en que dentro también fuera así, porque llevamos aquí dentro dos horas y no hemos empezado.

Gabriel está más pálido y delgado que la última vez, pero tanto él como Eric me han convencido de que está mejor y que dentro de unas semanas podrá volver a entrenar. Alguien se ha puesto a tocar el piano en la otra punta de la sala, Valadía y Donie leen en uno de los sillones (¿cómo consiguen concentrarse con este ruido?), y Kay y Caliel se han enfrascado en una interesantísima conversación sobre cucharas.

"Por favor, guarden silencio".

Salto en mi sitio, asustada por la inesperada voz en mi cabeza. Me giro hacia la puerta y veo a uno de los hermanos silenciosos entrar por ella. Lo reconozco como el que estaba con el señor Whitelands y la señorita Trueblood... ¿Grigori?

El silencio no tarda en invadir la sala, y en seguida todos ocupan sus asientos donde, obviamente por todos los que somos, el suelo también es una opción. El hombre de túnica parda se sitúa en lo que podría ser el medio de la sala, entre Sam y Aura.

" Como ya sabéis, el pasado Julio unos extraños humanoides atacaron el Instituto. Desde entonces, muchos de vosotros habéis estado preparándoos y realizando investigaciones sobre nuestro enemigo por vuestra cuenta."

Miro al hombre totalmente inmersa en lo que dice en mi cabeza. ¿De verdad todas estas personas han estado investigando a ese hada demoníaca? Y lo que es mejor: aun habiendo rechazado esto la Clave, ¿de verdad los hermanos silenciosos están de nuestra parte?

"Estos humanoides fueron puestos bajo nuestra custodia por el señor James Goldgrey. A lo largo de las últimas semanas hemos estado haciendo un estudio a fondo sobre estos seres, y hemos determinado que, tal y como predijo el señorito Caliel, son humanos modificados genéticamente de una de las más horribles formas que se me ocurren. Les ha sido inyectado una solución de antimonio, sales, agua y sangre de demonio. No la suficiente cantidad ni con la suficiente regularidad como para ser dañino, pero si la dosis perfecta para provocar algunos cambios."

Desde luego, si me vuelvo a encontrar con Mountrasir o alguno de los suyos no pienso volver a tener remordimientos de lo que les haga. Entiedo que, en este momento, sean los malos, pero eso no les da derecho a hacer algo así. En serio, ¿sagre de demonio? Me dan arcadas solo de pensarlo.

Voz metálica- (Cazadores de sombras) (LCM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora