Un trocito de verdad

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  Miro al mago. Pasado el tiempo establecido, he vuelto a la Ciudad de Hueso para visitar a Nathan. Si soy sincera, esperaba que en el diario la tía Euphie contara algo más sobre Lord Mountrasir. Pero al menos me ha servido para saber cómo conoció a mi bisabuelo.

-Y bien, ¿qué es exactamente lo que quieres saber?-Pregunta el mago.

-Bueno, si he entendido bien...-Comienzo, algo nerviosa.-Lo que quiere es, básicamente, cargarse a todo hada, humano y nefilim existente, ¿no?

-Correcto.-Asiente riendo.

-¿Y cómo va a hacer eso?-Pregunto.-Es decir, los humanos ya superamos los 7.000 millones. Y de seguro que hay nefilim que no están contados ahí. Además de que a saber cuantas hadas existen...

-Menos de las que crees. Como viven tanto, no sienten la necesidad inmediata de reproducirse y a veces acaban muriendo antes de hacerlo.-Explica, encogiéndose de hombros.

-Bueno, aun así no consigo imaginarme esa masacre. Es decir, es complicado siquiera pensar en que no haya ni un humano en la tierra, además de que las hadas cuidan el medio ambiente.

-Como ya sabes, cuenta de entrada con un ejército de demonios.-Asiento.- Pero además, al tener poderes heredados de hadas y demonios, piensa realizar un... Llamémoslo conjuro. Y para ello necesita un amuleto conformado por sangre de cada tipo de subterráneo, de un humano macho y otro hembra. Y por último...

-¿Alguien que le sirva de filtro?-Pruebo.

-Es una forma de expresarlo.-Asiente, conteniendo la risa.-Pero si, necesita a un humano. Y debe tener unas características muy concretas.

-Entonces aun no lo ha encontrado.

-En realidad, ha descubierto a alguien perfecto para ello.-Su expresión se ensombrece.-Tú.

  Me sostengo en los barrotes. Me siento como en un deja vu. Tenía la esperanza que de que lo que me dijo Caliel, aun encerrado en aquel espejo, no fuera cierto. Pero es el ángel de la Verdad, ¿qué esperaba?

-¿Y qué me hace idónea para eso?-Pregunto, enfadada con mi destino.-¿Que pertenezco a ambos mundos? ¡Yo no pedí eso!

-Si no fueras tú, sería otra. Y tú al menos sabes defenderte.-Me regaña él.-Si te sirve, hay una forma de que no lo logre.

  Levanto la mirada del suelo y la clavo en sus ojos.

-¿Cuál?

-¿Recuerdas que te dije que a partir de aquí estarías prácticamente sola? Bueno, pues esto es el comienzo.-Habla él, levantándose del suelo y comenzando a hacer círculos por la sala.-Primero, tendrás que ir a donde empezó todo, Londres, y a partir de ahí...

...

  Cuando regresé a la casa de Sam, pensaba que me iba a estallar la cabeza. Quiero llorar, enredarme en las sábanas y quedarme ahí para siempre. Puede que con una visita al baño y al frigorífico a menudo, pero sin que nadie me viera.

-¡Sophie!-Me sorprende la voz de Aura.

  Tratando de componer mi mejor sonrisa despreocupada, me dirijo al salón. No quiero que se preocupen. Allí están reunidos ella, Kay, Caliel y Sam. Este último, aun con mala cara tras lo que pasó hace unos días.

-¡Hola!-Saludo, abrazando a los invitados.-Que sorpresa. 

-Era la intención.-Asiente Kay dando un sorbo a su taza de té como si fuera una princesa, meñique en alto.

-Queríamos venir a daros las gracias por estos meses. Y también a despedirnos.-Sonríe Aura.

-¿Os vais?-Pregunto apenada.

-¡Sí!-Grita Kay, atrayendo a Aura hacia él.-Después de lo de la luna esa, queremos tomarnos un descanso.

-Así que hemos decidido irnos de luna de miel...-Continúa Aura.

-...Aunque no estemos casados.-Termina Kay.

  Creo que me voy a derretir. ¡Son la pareja más genial que he visto en mi vida!

-¡Me encanta!-Chillo, antes de estrujarlos en un abrazo.-Pero en el caso de que celebréis la boda, me invitaréis. ¿Verdad?

-¡Eso ni dudarlo!-Exclama Aura riendo y quitando mis brazos delicadamente de su cuello.-De hecho, ¡serás la madrina!

  Y así, entre risas y preguntas un tanto entusiastas pasamos lo que quedaba de tarde y la mayor parte de la noche. Cuando llegó el momento de despedirlos, Sam tubo que emplear gran parte de su fuerza vampírica para impedir que saliera corriendo tras ellos y me colocara delante de su coche para obligarlos a llevarme con ellos.

  Tras eso, subo a mi cuarto con la excusa de que estoy cansada y que quiero dormir. Sam parece triste, pero no se opone. Cierro la puerta con pestillo y comienzo a preparar una pequeña mochila con algo de ropa, mi cuchillo serafín, dos pares de zapatos, un botiquín y una máscara (más por diversión que porque sí). Luego compro un billete de avión por Internet y me intento preparar mentalmente para lo que voy a hacer dentro de unas horas.

Voz metálica- (Cazadores de sombras) (LCM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora