Ya no pondré el número por que me perdí en la noción del tiempo y espacio

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William pdv:

Después de mi plática con Alex, decidí hacer un patrullaje matutino por el borde. Me dirigí al bosque y, en el camino, me saludaron algunos miembros de la manada. Cuando me metí al bosque, busque el mismo tronco de siempre. Me desvestí y oculté mi ropa dentro de éste. Luego, me transformé en lobo.

   Al principio, el cambio se me hacía insoportable. Pero después de estos años, era un dolor tan familiar que no me importaba. Empecé a correr hacia el borde. No me tardé mucho, pero en ese tramo mi lobo empezó a hablar. Así que ya salió el peine ¿A qué te refieres? La quieres marcar Tú ya lo sabías ¿Y? Lo dijiste en voz alta Sabes, eres muy irritante Lo sé  Él presumió Pero así me quieres No, aguanto a Alex porque la quiero. Y ahora que aguanto a Alex, ya no te puedo aguantar a ti .

Mi lobo iba a contestar pero vimos una sombra en la frontera, así que nos acercamos a revisar. Al llegar vimos a Edward, un miembro del consejo.

- Edward, ¿qué haces aquí? Es la frontera- le dije por el lazo telepático

-Paseo, lo habitual en mí-

- Y, ¿hay nuevas noticias?-

- Nada que reportar, Alfa- dijo con su tono monótono que siempre usa- Sin embargo me he enterado de que ha encontrado su pareja. Felicidades- pero no parecía alegre

-Como es que te ente... Bryan-

- efectivamente- sonrió fríamente- desafortunadamente, no conozco el nombre de la afortunada

- Oh, se llama Alex-

-¿Alex?- su rosto endureció mas de lo normal, si eso era posible

-En realidad, se llama Alexandra-

-Y, se podría saber como es ella?-

-No veo por que no, ella es... bueno, ella aveces es muy infantil, le gusta hacerme quedar mal, pero no es tan malo, solo en cosas pequeñas, le gusta hacerme enojar y...-

-Si me permite Alfa- Me interrumpió, yo solo asentí- Yo no creo que ella sea indicada como Luna- Fruncí el ceño- Y tampoco creo que usted la marque

-No lo se edward, me tengo que ir-

 Di la vuelta y en el trayecto al tronco pensé en lo que Edward me había dicho. Ahora que lo recordaba, Alex seguía intentando irse, y como reacciono esta mañana cuando le confesé que la quería marcar, quizá tenga razón, pero tengo esperanzas en que no sea así, en menos de un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba en el tronco, regresé a mi forma humana y me puse mi ropa.

  Caminé de regreso a la mansión,y por mas que lo intentara, no podía sacarme de la cabeza lo que había dicho ese hombre , me sentía frustrado y no me sentía listo para ir a mi cuarto, así que fui a mi oficina e intente trabajar un poco.

Alex pdv:

Tenía lagrimas en los ojos, no lo puedo creer, entonces la reina malvada era así porque su novio era el espejo, y maldita caperucita roja, sentí que abrieron la puerta, así que rápidamente me sequé las lagrimas y cerré el libro, levanté la vista y vi a William, en mi interior sentí que él se sentía mal, y no me gustaba verlo así, me bajé de la cama y camine hacia el y le empecé a acariciar el brazo, puede que aveces intente salir de aquí, pero él me ayudó, y ahora yo lo haré.

-Todo bien señor Alfa?- pregunté en tono militar

-Si, Alex. Todo bien- dijo pero no se veía seguro

Eleve mi brazo e inconcientemente empecé a masajear su hombro. Él se relajó un poco, pero después me volteó a ver con el ceño fruncido, me di cuenta de lo que estaba haciendo y yo también me le quede mirando raro al brazo, con  mi otro brazo lo señale

-Reacciono por si mismo- Sonreí inocente y aleje mi brazo de poco a poco

-No importa- dijo desanimado

-Dime, me estás preocupando- dije de una manera tan seria que me asusté a mí misma. A pesar de eso cedió

-No te vas a rendir ¿Verdad?- Dijo mirándome a los ojos

-¿A que te refieres?- pregunté confundida

- A que te quieres ir, que nunca vas a querer estar aquí- dijo con un suspiro. Yo no sabía que decir pero él sacudió su cabeza- ¿De que hablo? Siempre te vas a querer ir- Aún no podía decir nada- Te puedes ir- dijo finalmente

-Pero...pero...-quería decir algo, lo que fuera- Seguimos unidos como pareja- cualquier cosa, pensé sarcásticamente, y dije eso. Él nada más sonrío tristemente

 - No te puedo rechazar por mas que lo desee- me volteo a ver directamente a los ojos- Rechazame, sé que quieres

Me quedé trastornada. Por fin me ofrecía lo que quería en bandeja de plata y no me movía. Es decir, yo, alex, la chica que no cierra la boca por ningún motivo. La chica que es inquieta. Pero no podía aceptarlo, sentía un nudo en la garganta. Lo voltee a ver. Esos ojos que siempre decían poder y seriedad, hora se veían rotos y casi sin vida. Me dolía verlo así, jamás me imagine ver al Alfa ... tan... perdido.

 Desvié la vista, comencé a caminar hacia la salida

-Yo tampoco te puedo rechazar...- Dicho esto me acerqué a la perilla, la tomé pero me di cuenta de algo, Como pude hacer esto?! Tenia que regresar por el, camine en dirección a William y agarré a Alex ( mi peluche) que estaba justo detrás de el.

-Se me olvido-

-No serias tu si no lo hubieras hecho- me dio una sonrisa, pero no había alegría, mas bien dolor

-Si...- en cuanto dije esto salí de la habitación

Cuando cerré la puerta, recargue la cabeza en ella. Cerré los ojos por un momento y suspiré.

- Está bien, ya fue suficiente- dije y me regresé al cuarto. Abrí la puerta o más bien, la aventé. Caminé enfurecida, ja, soy una gran actriz. William, al principio, parecía confundido pero de un momento a otro estaba asustado. Me acerqué hasta que retrocedió un poco. Sonreí de lado

-Espero que haya quedado claro- le dije y de inmediato cambió su expresión a otra vez confusión

-Qué ha quedado claro?- preguntó

-Mi punto- dije como si nada, pero me alejé de él, al menos 20 cm

-Cuál punto?-él levantó una ceja. Abrí los ojos como platos

-Um... no sé, sólo lo dije por que tu dijiste eso la otra vez, ¿Sabes que? mejor no recuerdes eso, por que te enojaste mucho y...-

-Alex- interrumpió, pero yo seguía hablando lo más rápido que podía

-... tenias razón. Bueno, pero ahora sabes que no hay punto

-Alex!- dijo más fuerte y esta vez si me callé 

-Gracias- dije sin aliento

- Y ahora qué se te olvido?- dijo, el humor de antes estaba muriendo lentamente

-Nada- dije con una sonrisa, que compartía con mi loba, mientras aventaba a Alex a la cama.

Vi su cara de extrema confusión y sonreí mas. Me acerqué a él otra vez y puse mis brazos detrás de su cabeza. Y antes de que el pudiera decir algo, uní mis labios con los de él. 

Cuestionando al Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora