Cuestionando al Alfa

ummm...seh(algún día se me ocurrirá algo coherente)

¡Alex!- escuche la voz de William

Yo no tuve reacción, seguí viendo hacia el bosque ignorandolo

-Alex!- lo escuché mas cerca- ¡Alex, en serio lo siento! ¡Alex!- Lo seguí ignorando, pero él estuvo a mi lado demasiado pronto. Él coloco ligeramente su mano en mi hombro

-No me toques!- retiré mi hombro bruscamente, me pare y comencé a alejarme de él enojada, dirigiéndome a la mansión

-Ah, ¿pero él si te puede tocar?- reclamó molesto

-Tonto corajudo- murmuré y caminé los más rápido que pude a mi cuarto

Después de todo lo que había echo, ¿¡Y todavía tenia el descaro de reclamarme?! Refunfuñe mientras me sentaba sobre la cama. Y lo que tu hiciste ¿Qué? Yo no hice nada Nah, claro, entonces estar viva es... nada, hay que matarnos pero él no nos deja ella dijo sarcásticamente No nos matamos exagerada... Porque no nos dejaron No íbamos a morir, y ya cállate, me estresas Bien, cállame y llora de dolor dijo dramáticamente  Y cuando se trata de él que realmente nos hace daño no haces nada O sea, que puedo hacer si no dejas de tenerle miedo?? Yo no le tengo miedo! Entonces por que no me dejas desgarrarle la garganta?! Yo... no lo se 'No pues chido' dijo y me sorprende cuanto sarcasmo está usando, no se porta como de costumbre... mis pensamientos se interrumpieron por un toque en la puerta.

-Alex...- escuché a William, su voz tenía un tono derrotado

-Vete- dije y me acosté en la cama, tapándome con el edredón

-Está bien- accedió -pero sólo quiero que sepas que lo lamento, no debí gritarte. Y... te amo

-¿Por qué lo hiciste?- dije asomándome por el hoyito que quedó en el edredón

-Estaba molesto, y reaccioné así... porque me preocupas. Te valoro mucho como para perderte. No puedo soportar la idea de que corras el riesgo de morir- dijo calladamente

-Bien, ya vete

-De acuerdo- dijo con voz destrozada

Abrí la puerta a la velocidad de la luz y antes de que diera vuelta por el pasillo, corrí hacia él y lo taclee. No sé si fue la cosa más inteligente pero cumplió con lo esperado. Él estaba sorprendido pero antes de que pudiera hablar, lo besé. No sé que cosa tiene éste que no podía estar molesta con él por mucho tiempo, al menos, no realmente.

-Te odio- dije y me escondí en su cuello

-Lo sé, lo sé- dijo suavemente mientras me acariciaba la espalda

-Oye, estoy bromeando contigo, ¿por qué eres tan serio?- me quejé -¿sabes qué? Ahora sí estoy molesta contigo

-¿Por qué?

-Pues, porque sí

-Eso no tiene sentido- dijo monótamente

-¿Por qué no?- puse mis dos manos en su pecho y recargué mi mentón, ahí logrando verle sus hermosos ojos

- Oh, no sé- fingió, quizá porque eso no es una razón- explico simplemente, aunque después se quejo cuando me acomode nuevamente en su pecho

-Si, si es!- dije como niña chiquita

-Está bien- dijo sonriendo

-Bien, ahora que eso esta claro, ¿Qué petición tenias?

-Ya entendí- asintió levemente- te decía, ¿me perdonas?

negué con la cabeza mientras tenia una sonrisa traviesa en mi rostro

-¿Por?- frunció el ceño