capitulo

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Ya paso 1 semana desde que alex se durmió sobre mi, y cada vez a estado mas sensible, y tengo que cuidar mas a mi princesa . Me eh dado cuenta de que soy un hombre diferente desde que la encontré, en sus ojos siempre veo aprobación, amor y muchas cosas mas que ahora no puedo decir por que no se como se llaman, sin embargo, cada día mi amor por ella aumenta, me encanta cuando caer su cabeza en mi pecho para que la abrace, sus ojos, últimamente lloran mucho y sus lagrimas hacen que se vean mas bonitos, pero no me gusta el precio que hay que pagar para ver aquello.
   Su estatura, eso me encanta, apenas me llega a la mitad del pecho, es un poco chaparra para ser mujer lobo, pero pues eso la hace ver muy tierna. Ella antier se puso a llorar por que dijo que yo ya no la iba a querer por ser tan chaparra, yo le asegure que eso nunca ocurriría, su actitud es tan diferente a cualquier persona que haya conocido, me gustan sus juegitos ocasionales, me gusta su sonrisa, su pequeña nariz, me gusta cuando arruga su nariz en señal de desaprovacion, pero sobre todo  me gusta su
- que opina usted Alfa?- Quien dijo eso? ¿Donde estoy? ¿Quien soy? (ok no)

-Ah?- Dije confundido

-Que los sucesos que han ocurrido...-hice un gesto de khe?- Si, la desaparición de uno de nuestros guerreros, de lo que estábamos ha- tocaron la puerta

-Yo voy- Me paré y abrí la puerta y bryan de acerco-

-Señor Alfa, le traigo un mensaje de la luna Alex- Me empecé a preocupar

-¡¿Que pasa?!- grité

-Este.. eh .. este-

-CONTESTA- dije con voz de Alfa

-S..si señor, este la señorita, digo la luna Alex, Alexandra emm... dice que tiene calor digo el calor que digo y-y que le duele todo-

-mmm... así que hicieron cositas malas- dijo Bryan e hizo cara pervertida, a lo que yo le dedique una mirada de te voy a matar, él retrocedió un paso y se calló

   Salí sin dar explicaciones y me dirigí al cuarto. Cuando entre estaba Alex retorciéndose apretando su vientre y lagrimas le salían de sus ojos, también mordiendo sus labios evitando soltar un gemido , al instante sentí el dolor que ella sentía, corrí hacia ella y la cargue.

- shh, shh ya princesa- ella solo soltó un gemido, comencé a acariciar su vientre y soltó aire, agarró mi mano y la puso en su espalda baja

   Acercó su rostro al mio y me besó un poco brusco, pero  se sentía bien, en el beso se filtraban Algunas lagrimas saladas y yo lo que quería era ya quitar su dolor así que hice un camino de besos de su boca a su oído  y después fui bajando a su cuello hasta su clavícula mientras que con mi mano jugaba con el dobladillo de su blusa, me separé de ella y ella gimió en frustración. Agarré su blusa por el borde y la fui levantando dejando al descubierto su estomago y la coloqué un poco antes de sus pechos. Me acerqué y deposité unos cuantos besos debajo de su ombligo, fui subiendo y llámenme raro pero pase la punta de mi lengua desde su vientre hasta el valle de sus senos. Al sentir que la blusa de Alex me incomodaba me deshice de ella y comencé a besar suavemente la parte de sus pechos que estaba descubierta, ella me tomó del cabello y lo jalo un poco haciéndome lanzar un gruñido. Pues mis manos atrás de sus espalda y le desabroché su sostén, lentamente de quite el brassiere y sus los pechos más perfectos que hayan existido quedaron libres, me mordí el labio y vi que Alex me miraba expectante mientras se mordía el labio. Le sonreí y ella me sonrió de vuelta con aprobación, baje de nuevo a su pecho, pero esta ves me concentre más en el izquierdo, hice círculos con mi lengua alrededor de su aureola y luego mordí ligeramente su pezón haciéndola soltar un gritito, luego repetí el mismo procedimiento con el pezon derecho, al ver sus lindos pezones rojos quede satisfecho de mi trabajo, hice un camino de besos hasta sus bravas y con los dientes las removí luego con ayuda de mis manos las quité completamente y las aventé por ahí, me agaché hasta tener una vista perfecta de su vaina y comencé a besarle los muslos, lo cual ella respondió con un gemido, me fui acercando más al centro hasta que llegue a su intimidad y la probé, un sabor dulce invadió mi boca y continué lamiendo sus pliegues intentando sacar más de su dulce néctar, me separé de ella recibiendo un bufido y un puchero acompañándolo, sonreí y me acerqué a ella
-Lámelos- le acerque dos dedos y ella gustosa los recibió, los lamía como si fueran una paleta, y mi amigo no podía estar más feliz, saqué mis dedos de su boca y ella me sonrió, no pude evitarlo y la besé dulcemente- Te amo
-Y yo a ti William
Baje de nuevo hasta su intimidad y antes de acercarme a ella la acaricié con uno de mis dedos, froté su clitoris recibiendo gemidos de ella, finalmente me decidí a meterlo y con cuidado de no lastimarla lo hice, lo metía y lo sacaba repetidamente
-Otro- gimió Alex
Hice caso y le metí otro dedo, ella arqueó su espalda y gimió, para este punto Alex ya era un caos
-Mmm, amor, William
-¿Si Alex?
-Por favor
-¿Por favor que amor?
-Bien! ¿quieres que te diga cosas guarras? Méteme tu cuchara a mi bote de mermelada
A pesar de la situación en la que estábamos no pude evitar reírme, le bese la frente y tome sus piernas para ponerlas en mis hombros dándome un mejor acceso...(la verdad no soy buena haciendo esto, así que hasta ahí le dejo MUA)
(...)

Alex respiraba agitada mente y estaba acostada boca abajo con su cara en mi pecho volteando al lado izquierdo, los dos teníamos una sabana tapándonos a Alex de la espalda baja hacia abajo dejando descubierta la piel de su hermosa espalda , y yo debajo del ombligo, estaba acariciando la espalda de mi princesa , sentía su piel suave y desnuda. Un rato después  recargo su barbilla en mi pecho  y nos vimos a los ojos , nos quedamos viendo y nos 5 segundos y yo le deposité un beso en la nariz, inmediatamente Alex se escondió en mi cuello y yo solo me reí , me empezó a entrar sueño.

-Te amo bebé- fue lo último que dije antes de quedar dormido

Alex pdv:

Seguía sin poder dormirme, así que me paré y fui al armario por una camiseta y unos boxers de William, abrí la puerta con cuidado de no despertar a William y salí. Al instante sentí que algo me faltaba, me dirigí a la cocina por un vaso de agua y entonces lo vi a él. Intente esconderme pero fue en vano, ya que al parecer el ya sabia de mi estadía ahí, vi que comenzó a caminar hacia mi y yo lo único que pude hacer fue tensarme.

- Hola Alex- Ese rostro frío que me atormentó todos estos años, estaba ahí, no era una ilusión derivada por traumas- me alegra verte de nuevo

- Lastima que el sentimiento no sea mutuo- Dije enojada. Parecía que su rostro no había envejecido desde la última vez que lo vi. Él nada mas sonrío fríamente

-Parece que has madurado, error- Cerré los ojos en frustración cuando escuche ese apodo otra vez por el mismo monstruo

-¿Qué quieres?- solté con odio

-Me entere de que has encontrado a tu pareja. Me hiere el siquiera pensar que el Alfa haya terminado...- Acerco su mano a mi rostro y yo lo aparté- con una criatura como tú- dijo criatura con tanto asco que en ese momento deseaba desgarrarle la piel

-¿Qué quieres?- le repetí enojada

- A eso iba. Un desecho como tu no debe de estar con alguien de tanta importancia. Quiero que te vayas- Ahí me empecé a reír

-¿Por que haría algo así?- lo reté y en vez de verse desconcertado, asintió calamadamente

-Le diré a tu amado todo lo que le has ocultado, además de causarle un dolor que ni siquiera te puedes imaginar- Fingí considerarlo

-¿Por que mejor no le digo lo que tu haces?- sonreí triunfante pero él seguía tranquilo

-¿Crees que él te creía?- preguntó casualmente. to crucé los brazos

-Sí, por qué no lo haría?

-No sé- fingió no tener idea- Quizá le hayas mentido algo, el que le has ocultado secretos, el que nunca le has mostrado confianza...¿Pero como evitarlo? Es tu naturaleza, error- Su voz resonó en mi cabeza

-Yo no he hecho eso y esa no es mi naturaleza- le reclamé

-¿No? Por cierto, ¿Como esta Owen? ¿Vivo? ¡oh! antes de que se me olvide, ¿Le has contado de mi?¿Me haz mencionado? Si no lo haz hecho me voy a decepcionar. Soy como un padre para ti- Esto ya es el colmo

-Tu fuiste todo menos un padre para mi. Eres un hombre trastornado que vive del dolor de otras personas. ¡Eres un bastardo que nunca quiero volver a ver en mi vida!- grité enfurecida. Me giré y abandone el lugar. Pero antes de salir escuche su voz de nuevo escuché su voz

-Siempre ha sido un gusto hablar contigo, alexandra

Fin de cursilerias chopas! Wiiii Ahí viene lo intenso, bueno, no en el siguiente capítulo pero ya va a empezar la acción, por que todo era muy cursi, demasiado...

Cuestionando al Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora