Cuestionando al Alfa

...

Alex pdv:

-Alex...- dijo y parecía dudar-

-Aja si continúa- hice un ademán con las manos para que continuara

-Sobre tu presentación de luna-

-Ah si! quiero que ahora hayan bebidas diferentes, no solo vino-

-Alex, sabes a lo que me refiero- dijo con un tono de seriedad

-Nooo- me hice la desentendida

-Sobre la invasión...-

-Que invasión?! yo no se nada, pasó algo?????- 

-Vamos Alex, es algo importante que te debo de decir-

-Mira, ahí esta Bryan!!!!- dije

-Ya lo sabe-

-Y... como se llamaba tu delta? a si!!!! Jake, dile a él-

-Él ya lo sabe también- dijo como un poco cansado- aparte eres Luna y eres de un rango mayor, por lo tanto debes de saber- Explico 

-Pero...- hice puchero- esta bien- me rendí

-El ataque no fue una coincidencia...- empezó

-No me digas, creí que nada mas estaban dando un paseo por el bosque, no les gusto tu cara y por eso nos querían atacar- dije con sarcasmo ( las viejas costumbres no se quitan)

-Pues no estas del todo mal, hemos estado buscando conexiones, y creemos que a alguien por ahí no le caigo muy bien- dijo ignorando mi sarcasmo anterior

Yo solo hice un puchero

-Que paso?- dijo preocupado

-Que estaba pensando, si es eso... no seria que mas bien yo no le caigo bien a alguien?? por que si te fijas esto sucedió en mi presentación- dije con un tono triste

-No nena, no es por ti, es por que aprovecharon a que esto era una distracción para mi, y lo vieron como una buena oportunidad para atacar

Me le eche encima y lo bese buscando alivio, él me lo regresó y puso sus manos en mi espalda acariciándola con un toque suave y lento

FUERA PDV: narra su sexy escritora  

Mientras William y Alex se demostraban su amor el mismo hombre que había echo pasar horribles cosas a Alex salia de su manada para entrar a una manada enemiga, en la cual, no era casualidad que él fuera bien recibido. Caminó hacia una de las cabañas fronterizas con un paso casual y despreocupado. Ninguna cosa lo alarmaba, ni los guardias ni las sombras de las ramas de los árboles.

Siguió una ruta que era demasiado familiar para el en silencio. Cuando llegó a la cabaña, abrió la puerta y nadie dentro de ella se sorprendió al verlo. Era un hogar humilde hecho principalmente de madera, que era fácil decir que ya tenía sus años. La casa estaba pobremente amueblada pero había un sentimiento cálido dentro de ella. El sujeto en cuestión dejó su abrigó en una mesa cercana a la entrada como era de costumbre.

Se dirigió a la habitación en el fondo de la cabaña. Al entrar, encontró como siempre a su pareja reposada en la cama que compartían. Para cualquier otra persona, ella lucía fría y sin ninguna expresión de interés en su rostro. Su cabello negro nada más hacia verla más pálida. Sus labios juntos en linea recta mientras sus ojos oscuros seguían agilmente cada palabra del libro que tenía en sus manos delgadas somo agujas. Pero, para él, ella era la mujer más hermosa que había visto.

-Llegas en silencio. Supongo que no sospechan nada- ella dijo sin levantar la mirada

-A sí es- dijo él simplemente mientras se acercaba hacia ella y le acarició la mejilla -Te noto preocupada- comentó sin rastro de emoción en su voz más que en sus ojos

-Temo porque todo esto fracase. Todo esto en lo que haz puesto tu esfuerzo.- ella dijo finalmente volteando hacia él y él pudo notar lagrimas en sus ojos

-No va a fallar. Ellos pagaran por todo lo que esa manada nos ha causado, no importa lo que cueste- cuando terminó ella suspiró en alivio

-Eso espero

-No, te lo prometo.- dijo y después le dio un beso en los labios para cerrar el trato

-Más te vale- dijo ella cuando se separaron mientras sonreía de lado -Mi plan no tardó diez años en realizarse para que no sirva de nada

-De acuerdo- dijo él por fin soltando una sonrisa, acto que sólo podía hacerlo cuando ella estaba presente. Era la única que lo completaba. Por esa razón no iba a dejar que se salieran con la suya, ya que ellos la hirieron más de una forma. Ese levantamiento es sólo el principio.