El Chico Vestido De Sangre - Sterek (Adaptación)

Capítulo Dieciséis

Detrás de mí oigo un ruido sordo, y me alejo de la escena, agradecido por la distracción. Dentro del círculo, Stiles ya no está flotando. Ha colapsado en el piso sobre sus manos y rodillas. Los mechones negros de su cabello se sacuden. Su boca está abierta como si fuera a gemir, o llorar, pero no hay ningún sonido. Lágrimas grises entreveradas rodaron como agua color carbón por sus pálidas mejillas. Él vio su propia garganta ser cortada. Se está viendo sangrar hasta morir, rojez empapando la casa y saturando su traje de baile blanco. Todas estas cosas que no podía recordar dieron bofetadas en su cara. Está cada vez más débil.

Regreso de nuevo a la muerte de Stiles aunque no quiera. Noah está desnudando el cuerpo y ladrando órdenes a Kate, quien huye a la cocina y regresa con lo que parece ser una manta áspera. Él le dice que cubra el cuerpo, y ella lo hace. Me doy cuenta que ella no puede creer lo que ha pasado. Luego él le dice que vaya arriba y le encuentre a Stiles otro traje.

―¿Otro traje? ¿Para qué?― pregunta ella, pero él chasquea, ―¡Sólo ve!― y se va correteando las escaleras tan rápido que se tropieza.

Noah extiende el traje de Stiles en el piso, tan cubierto de rojo que es difícil recordar que solía ser blanco. Luego va al armario del lado opuesto del cuarto y regresa sosteniendo velas y un bolso negro pequeño.

Él es un brujo, Scott susurra mentalmente hacia mí. La maldición. Tiene perfecto sentido. Hemos debido saber que el asesino era una especie de brujo. Pero quizás nunca hubiéramos adivinado que fue su propio padre.

Mantén tus ojos bien abiertos, le respondo a Scott. Podría necesitar tu ayuda descifrando qué está pasando aquí.

Lo dudo, dice, y supongo que yo también lo dudo, viendo a Noah prender las velas y arrodillarse ante el traje, su cuerpo se balancea mientras canta en susurros, suaves palabras finlandesas. Su voz es tierna, como nunca lo fue para Stiles en vida. Las velas aumentan su brillo. Levanta primero la de la izquierda, y luego la de la derecha. Cera negra se derrama sobre el tejido teñido. Luego escupe sobre él, tres veces. Su canto se hace más fuerte, pero no entiendo ninguna palabra. Empiezo a intentar captar algunas palabras para buscarlas después, y ahí es cuando lo escucho. Scott. Está hablando suavemente en voz alta. Por un segundo no entiendo lo que dice. Abro mi boca para decirle que se calle, que estoy tratando de escuchar, antes de darme cuenta que está repitiendo sus cantos en inglés.

Padre Hiisi, escúchame, vengo ante ti humildemente. Toma esta sangre, toma este poder. Retén a mi hijo en esta casa. Aliméntalo de sufrimiento, sangre, y muerte. Hiisi, Padre, dios del demonio, escucha mi oración. Toma esta sangre, toma este poder.

Noah cierra sus ojos, sostiene el cuchillo de cocina arriba, y lo pasa por las llamas de las velas. De forma imposible, se enciende, y luego, en un movimiento feroz, clava el cuchillo en el vestido y atraviesa las tablas de madera.

Kate ha venido a la parte superior de las escaleras, sosteniendo una franja limpia y blanca de tela -el traje de reemplazo de Stiles. Ella observa a Noah horrorizada. Está claro que ella no conocía esta parte de él, y ahora que lo hace, nunca dirá algo en contra de él, por puro temor.

La luz del fuego brilla por las tablas del piso, y Noah mueve el cuchillo suavemente, metiendo el traje ensangrentado debajo de la casa mientras canta. Cuando lo último de la tela desparece, empuja el resto del cuchillo dentro y la luz destella. El piso está cerrado. Noah traga saliva, y dulcemente sopla las velas, de izquierda a derecha.

―Ahora nunca dejarás mi casa―susurra.

Nuestro hechizo está terminando. El rostro de Noah se esfuma como la memoria de una pesadilla, volviéndose tan gris y marchito como la madera en la que asesinó a Stiles. El aire al rededor nuestro pierde color y siento nuestros miembros empezando a desenredarse.