Despierto cubierto en sudor, he estado soñando, soñando con algo descansando sobre mí. Algo con dientes torcidos y dedos curvados. Algo con el aliento que huele como si hubiera estado comiendo personas por décadas sin cepillárselos. Mi corazón golpea mi pecho. Busco debajo de mi almohada por la daga de mi papá, y por un segundo podría jurar que mis dedos se cierran alrededor de una cruz, una cruz enrollada con una serpiente áspera. Luego el mango de mi cuchillo está ahí, sano y salvo en su funda de cuero. Malditas pesadillas.
Mi corazón comienza a bajar. Mirando hacia el piso, veo a Tybalt, quien me está mirando con la cola inflada. Me preguntó si él estaba durmiendo en mi pecho y lo catapulte lejos cuando desperté. No lo recuerdo, pero desearía hacerlo, porque sería graciosísimo.
Pienso en acostarme de vuelta, pero no. Está esa molesta, tensa sensación en todos mis músculos, y, aunque estoy cansado, lo que realmente quiero hacer es algo de atletismo. Hacer unos lanzamientos de bala y correr algunos obstáculos. Afuera, el viento debe estar soplando, porque esta vieja casa cruje y gime en sus cimientos, las tablas del suelo se mueven como fichas de dómino así que suenan como rápidos paso.
El reloj a mi lado marca las 3:47. Por un segundo tengo una laguna sobre que día es. Pero es sábado. Así que al menos no tengo que levantarme para la escuela mañana. Las noches están comenzando a correr juntas. He tenido tal vez tres noches buenas de sueño desde que llegamos.
Salgo de la cama sin pensarlo y me pongo mis jeans y una camiseta, luego meto mi daga en mi bolsillo trasero y bajo las escaleras. Me detengo solo para ponerme los zapatos y tomar las llaves del auto de mi mamá de la mesa de café. Después, estoy manejando a través de calles oscuras bajo la luz de una luna creciente. Sé a donde me dirijo, aunque no recuerdo haberlo decidido.
***
Estaciono al final de la entrada cubierta de Stiles y salgo del auto, aún sintiéndome como si estuviera mayormente sonámbulo. Nada de la tensión de la pesadilla se ha ido aún de mis extremidades. Ni siquiera escucho el sonido de mis propios pies en los escalones del destartalado porche, o siento mis dedos cerrarse alrededor del pomo de la puerta. Luego entro, y caigo.
El vestíbulo se ha ido. En cambio caigo unos ocho pies de cara a una polvorienta, fría tierra. Unas respiraciones profundas llevan el viento de nuevo a mis pulmones y en un reflejo tiro mis piernas hacia arriba, sin pensar nada más que ¿qué carajo? Cuando mi cerebro se enciende de nuevo espero medio agachado y flexiono mis cuádriceps. Tengo suerte de tener ambas piernas aún funcionando, pero ¿dónde demonios estoy? Mi cuerpo se siente como si estuviera por quedarse sin adrenalina. Donde sea que este, es oscuro, y apesta. Intento mantener mi respiración poco profunda para no entrar en pánico, y también para no aspirar mucho. Apesta a humedad y putrefacción. Muchas cosas han, o muerto aquí abajo o muerto en otra parte y han sido metidos aquí.
Ese pensamiento me hace buscar de nuevo mi cuchillo, mi filoso, cortador de gargantas y medida de seguridad, mientras miro alrededor. Reconozco la etérea luz gris de la casa; está filtrándose a través de lo que creo son las tablas del suelo. Ahora que mis ojos están ajustados, veo que las paredes y el piso son en parte mugre y parte roca áspera cortada. Mi mente hace un rápido repaso de mí, caminando a través de los escalones del porche y atravesando la puerta. ¿Cómo termine en el sótano?
― ¿Stiles?― llamo suavemente, y el suelo tambalea bajo mis pies. Me posiciono contra una pared, pero la superficie bajo mi mano no es tierra. Es blanda. Y húmeda. Y está respirando.
El cuerpo de Jackson Whittemore está medio sumergido en la pared. Yo estaba descansando mi mano en su estomago. Los ojos de Jackson están cerrados, como si estuviera durmiendo. Su piel luce más oscura y flexible que antes. Se está pudriendo, y por la forma en que está situado en las rocas, me da la impresión de que la casa está lentamente tomándolo. Lo está digiriendo.
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El Chico Vestido De Sangre - Sterek (Adaptación)
Hayran Kurgu▶Adaptación finalizada◀ [Primer libro] «Esta ciudad huele a humo y a cosas que se pudren en verano. Está más encantada de lo que imaginé. Ahí fuera, en algún lugar, está lo que vine a buscar, un fantasma con fuerza suficiente para arrebatar el alien...