Capítulo 16: Aquel beso.

43 2 0
                                    

Cristina se sentó en la cama, puesto que Eitan estaba en silla de ruedas.
.—¿A que te refieres?. Cristina entró en pánico.
.—Vamos Cristina, dímelo, no podemos ocultarlo ya.
.—Tal vez si deba ocultarlo. Dijo Cristina cabizbaja.
.—Eso que acabas de decir, ¿que tipo de respuesta es?. Dijo Eitan levantando su cabeza sosteniendo su mentón a Cristina.
.—No, espera, no me mires. Dijo Cristina con una lágrima asomándose de su ojo.
.—Si no te miro no podría apreciar lo hermosa que eres. Eitan le limpiaba la lágrima que iba cayendo por la mejilla de Cristina.
.—¿Eso que significa?. Dijo Cristina muy confundida.
.—Me refiero...A qué tal vez yo también siento algo por ti, algo tan fuerte, como una quemadura al tocar el sol.
Cristina empezó a cambiar su tono de piel a uno mas rojizo.
.—Me estás confundiendo demasiado Eitan.
.—No tendrías por que, si ya te he dicho que siento algo por ti.
.—¿Entonces nuestro sentimiento mutuo, sería nuestra quemadura?.
.—Creo que si, solo que esta, no dañaría ni físicamente, ni emocionalmente de mi parte.
.—No quiero que pienses que por mi parte si habría daños en la quemadura, por que no es así. Dijo Cristina sonriendo.
Joseph escuchaba del otro lado de la puerta de aquella habitación, así que decidió irse de ahí, puesto que habría perdido al amor de su vida.

.—Bien, entonces, no hallo el por qué no besarnos. Dijo Eitan sosteniendo el rostro de Cristina con sus manos.
.—Eitan, yo no podría hacerle eso a Roger, puede ser la piedra en mi zapato, pero no lo sacaría de mi zapato de esta forma.
.—Y ni yo, por eso decidí terminarlo hace unos 15 minutos, por teléfono, el tipo está muy furioso. Dijo Eitan haciendo un gesto con sus labios.
.—¿y porqué lo hiciste?. Dijo Cristina algo desconcertada.
.—Por dos simples razones, la primera...(dijo Eitan señalando con un dedo) ese joven no era mi tipo, era demasiado gay, (soltó una carcajada) y la segunda...(lo dijo haciendo lo mismo ahora con dos dedos) yo sabría que esto pasaría, que tú sentías lo mismo que yo, por que el que yo sintiera algo por ti es otra razón por la cual lo termine.
.—Nunca quise decirte esto por que creía que esto sería, realmente, imposible, te veía tan empeñado a querer probarlo siempre con hombre, que claro, estaba en todo tu derecho, pero eso no le quitaba la finta de lo imposible, es por eso que jamás me atreví a decirtelo, pero ahora que lo sabes, me siento realmente demasiado libre. Dijo Cristina exhalando aire.
.—¿y ahora que sé, ¿que pasará?. Dijo Eitan sonriendo.
.—¿Habías pedido un beso, acaso?. Dijo Cristina sonriendo.
.—Yo pedí dos. Y ambos sonrieron para luego besarse.
Aquel beso, había sido el principio de una historia que atravesó diversas situaciones, pero, era el sueño de ambos, tener alguien que realmente sientan que los ama, pero ninguno de los dos jamás se dió cuenta que ese "alguien"siempre estuvo na solo centímetros de distancia, que ésa quemadura estaba apunto de quemarlos. Aquel beso, fue como viajar al espacio, fue intenso como el espacio, largo como el y maravilloso como el. Aquel beso fue tan largo como el dar todo un recorrido al mundo caminando. Aquel beso fue el más sincero y hermoso de ambos. Aquel beso, jamás tuvo comparación para ninguno en sus vidas. Aquel beso, aquel beso fue AMOR.

Joseph, destrozado, iba caminando por las calles de Chicago, con la nubes enzima de el, queriendo soltar ambos un llanto, tanto Joseph, como la nubes. Decidió ir a comprar un café a Starbucks, Joseph decía que ir a una tienda Starbucks y comprar un café, era una de las únicas maneras de tranquilizarlo, así que en cuanto llegó a uno, compro un café de inmediato. Al buscar una mesa, en una de ellas le había parecido un rostro muy familiar, así que decidió acercarse a la pero de manera que no lo notaran. Al estar cercas de ella pudo percatarse que el rostro de aquella persona que le había parecido familiar era Roger, pero había algo extraño, Roger no estaba solo, estaba con un hombre, el no sabía realmente quien era, pero le parecía ya haberlo visto, así que el mismo saco su celular y le tomo una foto puesto que en casos así (encontrar gente que ya le parecía familiar y tomarles fotos) lo hacía siempre. Después de lo sucedido Joseph decidió llevar su café a su casa, no podía quedarse con la intriga.
Al llegar a su casa, busco un álbum de fotos, puesto que el predecía que era un familiar suyo, buscó sin hallar nada, así que busco en otro álbum de fotos, esta vez, era un álbum con sus amigos, secundaria, preparatoria y no encontró nada, hasta llegar a casi la última foto del álbum, era una foto que Eitan le había regalado a el de niño, puesto que Joseph se la había pedido a Eitan y esa, era la única que tenía, puesto que todas se quedaron en su antigüo hogar con sus "padres". De pronto, le pareció igual el rostro del hombre que acompañaba a Eitan y decidió compararlo con el tipo de Starbucks, al ver.que los rostros eran muy similares, se sorprendió demasiado tomando el teléfono, marcando el número de Eitan.
Sonó y sonó, pero Eitan jamás contesto.
Del otro lado a donde se debía haber recibido la llamada, se encontraba Eitan y Cristina, dos persona enredados en sábanas desnudos, sintiendo la pasión de Venus, desnudos como Adán y Eva estando en el paraíso. Hacían el amor como los mismos dioses del amor, tan exagerados que hasta los dioses les tendrían envidia, ese par era tal para cual. Caricias y besos dándose con cariño mutuamente. En ese momento hubo dolor y placer, ni lo que fuese a pasar en las calles, ni en la misma habitación importaría mas que aquel momento, puesto que, era su noche, era solamente de ellos, y era especial, estaban dispuestos a darlo todo. Aquel dolor no era un dolor que dañara, era un dolor que diera a recibir cariño, y aquel placer no solo fue un placer con el propósito de satisfacción temporal, aquel placer sería permanente, por que ambos iban a intentar que aquel placer fuera permanente.
Termino el momento de pasión pero jamás el momento de amor, ambos se siguieron amando después de tener sexo, después rentable hecho el amor. Ambos siguieron con el sueño de juntos ser solo uno. El cansancio se apoderaba de ellos, pero Eitan recordó que había tenido una llamada.
Al ver que la llamada era de Joseph y que no había sido solo una, si no varias, le marco de inmediato. Joseph contesto.
.—Hermano, ¿que paso? Dijo Eitan algo asustado.
.—Hola, no pasó nada, solo había querido avisarte que me había ido (Eitan recordaba que sin haberlo pensado, Eitan y Cristina hicieron lo que hicieron sin acordarse de Joseph) pero bien, no era solo eso, entonces una duda...
.—Si claro, dime, ¿que pasa?. Dijo Eitan algo asustado.
.—¿Recuerdas aquella vez que me regalaste una foto tuya de tu infancia?.
.—Si, ¿que pasa?. La intriga mataba a Eitan como la curiosidad mataba al gato.
.—Bien, quiero saber que me digas, ¿quien es el sujeto que te sostiene?.
.—¿Hablas de...Mi padre?. Dijo algo triste Eitan.
.—¿ES TU PADRE?. Dijo Joseph alterado.
.—Si, ¿que ocurre? ¿Porque lo dices en ese tono?.
.—Si te digo algo, claro que me creerías, ¿no es así?.
.—Claro, ¡solo dímelo ya!. Desesperado, agitaba el celular Eitan.
.—Bien, acabo de ver a tu padre en un Starbucks.
Eitan había quedado en shock, puesto que Cristina no le había contado que había visto a su padre en el hospital.
.—¿Que?,¿de que hablas?. Eitan estaba muy desconcertado. Cristina solo lo miraba algo inquieta queriendo saber que había pasado, pero Eitan no le decía nada.

.—Si, lo ví hace...Una hora, no se realmente cuanto, y lo más raro de todo es que no estaba solo, y no creerás con quién estaba.
.—No me estés dando aún más intriga y dime ya de una vez que paso. Dijo Eitan algo furioso.
.—Bien, yo fui a comprar un café después de salir de con ustedes cuando de pronto, me percate de Roger, lo ví con otro hombre, así que quise ver quien era ya que me había parecido muy mal de su parte que después de que terminaran ya estuviera el con alguien, así que me dediqué a ver quien era, le tome foto, como de costumbre, puesto que yo sabía que lo había visto, llegue a mi casa, vi los álbumes de fotos y cuando ví, me di cuenta que era tu padre, y con Roger, no se que puedas decir tu de eso al respecto. Dijo Joseph algo nervioso.
.—No vayas a irte de tu casa, en 15 minutos llegamos yo y Cristina. Y Eitan colgó el teléfono de inmediato.
.—¿Que paso? Me tienes con el alma en un hilo antes esa conversación.
.—Joseph, vio a mi padre, y eso no es todo, estaba con Roger, algo muy extraño, Joseph dijo que le tomo fotos a mi supuesto padre, así que quiero asegurarme yo mismo que ese idiota si sea mi padre. ¿Crees que me puedas llevar Cristina?. Dijo Eitan muy desesperado.
.—¡Claro!, No te preocupes, pero primero hay que vestirnos, no es iremos así con Joseph. Sonrió algo coqueta Cristina y Eitan solo río asintiendo.

Al llegar ya a casa de Joseph, este los dejo pasar saludando nuevamente.
.—Perdona la demora, la lluvia de noche no se lleva bien con el tráfico. Dijo Cristina algo apenada.
.—No se preocupen, tomen asiento, quiero mostrarte algo Eitan. Dijo muy serio Joseph.
.—Bien, espero.
Joseph había ido a su habitación a buscar la fotografía, mientras que de otra mano, buscando la foto que había capturado del supuesto padre de Eitan.
.—Estas son las fotografías. Joseph se las mostró a Eitan, éste, al mirar ambas fotografías, solo asentía con la cabeza.
.—Bien, tienes razón, al parecer no fue solo producto de tu imaginación ni te confundiste, el hombre de ambas fotografías son idénticos, es decir, conozco a mi "padre" de hace años, así que si, este señor es mi padre, y hablando con Roger, pero aquí la pregunta, ¿que carajos hacen ellos dos hablando? Yo jamás en mi vida había sabido que...mi ex novio conocía a mi padre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 25, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lluvia Sobre Mojado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora