Capitulo 14: Al mismo diablo.

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.—Bien, ¿Ustedes son los familiares de el joven Eitan Cortez?. Pregunta un poco confundido el doctor.
.—Si Doctor, mis padres son sus tutores y yo soy como su hermana, al igual que el.. Señalo a Joseph. —Pero Eitan ya es mayor de edad, y aquí estamos nosotros.
.—Si lo se, esta bien, seré claro, fue un accidente bastante grave y tuvo severos golpes en sus piernas, lo que hizo que no pueda mover sus piernas en unos cuantos meses. Esto, es un tal vez, pues puede que se recupere de sus piernas, puede que tarde a mas de dos meses, o.... *Suspiro*. —Puede que quede paralítico de por vida.
De pronto los ojos de Cristina se empezaron a cristalizar ante aquellas palabras del doctor, abrazo a Joseph mientras Joseph sólo la abrazó.
.—Muchas gracias doctor, estaremos al pendiente de ello. Dijo Joseph algo desconcertado. —Solo una pregunta doctor, ¿hasta cuando podrían darlo de alta?
.—Tal vez en dos días ya este mejor para irse a casa, pero mientras tiene que quedarse aquí, para darle él medicamento y para estar a pendiente si él paciente no siente dolor, por ahora uno de los dos podrá pasar a verlo y después otro, bien...con permiso. Y él doctor se retiro.
.—Gracias.
Joseph miro a Cristina .—Bien, tu eres la que debe entrar, anda, ve a verlo.
Se separo de Joseph .—Esta bien, ya vuelvo.
.—Claro. Dijo Joseph soltando a Cristina con una sonrisa sin enseñar los dientes y Cristina se dirigió a recepción para preguntar en que sala estaba Eitan, la enfermera le dijo él número de puerta y después la dejo pasar.
Cristina iba caminando hacia él consultorio en él que estaba Eitan un tanto nerviosa, le dolía él estómago.
Abrió la puerta y Eitan estaba en la camilla durmiendo, Cristina pudo notar que tenía moretones en él rostro y brazos, pero esta sonrió al verlo al menos con vida, se acerco a Eitan mientras se sentaba en una silla que estaba al lado de la camilla. Cristina miraba a Eitan con tanto dolor acostado ahí en la camilla, después frotó su mano con su mejilla hasta llegar a su cabello y acariciarlo. Después se paro de la silla y se dirigió a la ventana para ver como se veía desde arriba la ciudad ya que era muy alto él edificio y a Eitan le había tocado en uno de los pisos mas grandes, en total eran 15 pisos mas la planta baja.
.—Hey, bonita. De pronto escuchó a Eitan hablar.
.—Heeeey, hola!, diablos Eitan, me tenías muy preocupada. Dijo Cristina mientras caminaba de prisa de nuevo hacia la camilla.
.—Lo siento tanto, de verdad, no debí ser tan tonto contigo.
.—No digas eso, yo fui muy grosera, lo siento mucho, en serio. A propósito, hay una noticia...un poco dura que, debo decirte.
.—¿Te paso algo?. Preguntó Eitan un poco angustiado.
Cristina suspiro .—No a mi, si no a ti.
Eitan se sentó en la camilla mientras miraba fijamente a Cristina.
.—¿Que pasa?.
.—Bien, hace un rato, hable con él doctor, y pues no me dio muy buenas noticias sobre tu accidente.
Eitan miro a otro lado mientras sus ojos se empezaron a cristalizar, .—¿Quedare paralítico, verdad?. Empezó a llorar Eitan mientras Cristina se dirigió a abrazarlo .—Ya, ya, todo esta bien, a demás, no es permanente, solo será un par de meses, no podrás mover las piernas, pero entiende, no será para siempre, lo prometo, además me lo dijo él doctor, todo va a estar bien cariño, ten fe y paciencia.
Y ambos se abrazaron.
.—Esta bien, gracias por estar aquí, de verdad, por cierto...¿Y Roger?
Cristina solo miro hacia otro lado, .—El aun no sabe, además, ¿Como lo iba a saber? No...no tengo su número.
.—Yo te lo paso. Dijo Eitan.
.—Esta bien, y bien, también esta Joseph esperando su turno para entrar, así que ya saldré, ya lo hice esperar mucho, cuidate, nos vemos en unas cuantas horas, le das él número a Joseph.
.—Claro, adiós, cuidate, te quiero. *Se secaron ambos las lágrimas*.
.—Igual yo. Y ambos se despidieron depositando un beso en la mejilla ambos y después Cristina salio del consultorio.

Al llegar a recepción miro a Joseph sentado en uno de los sofás que habían en ella, y Cristina se dirigió hacia él.
.—Hola, ¿Que paso?, ¿Como esta Eitan?, ¿Como tomo la noticia?.
.—Bien, y pues...la verdad que un poco mal pero pude tranquilizarlo, me salí un poco rápido para que tu puedas entrar, antes de que él doctor nos corte él pase de visita. Y Cristina río.
.—Esta bien, ya vuelvo.
.—Claro. Dijo Cristina mientras Joseph se dirigía al consultorio.
Se dirigió a sentarse a uno de los sofá de la recepción mientras sacaba de su bolsa un libro para matar él tiempo en lo que Joseph salía de la visita.
De pronto, sintió que alguien toco su hombro, así que Cristina volteo de inmediato, Cristina había quedado en shock al ver que eran los padres de Eitan.
Cristina se para de inmediato, .—¿Que hacen ustedes aquí?. Pregunto Cristina un poco desorbitada y molesta a la vez.
.—¿Que se te olvido acaso que Eitan es mi hijo?. Dijo Gustavo con una sonrisa un tanto sarcástica.
.—Pues eso no es lo que piensa de ti.
.—Bien, ¿y tu quien carajos eres para hablarme de esa manera?. Bajo la voz Gustavo mientras se llevaba afuera a Cristina de un jalón.
.—Soy su mejor amiga, la que se hizo cargo de él junto con mis padres cuando ustedes eran todos unos malditos con él. Escupió Cristina.
.—Deja de hablarme en ese tono, no sabes con quien estas hablando.
.—Por su puesto que lo se, con él hijo de puta que quería abusar de su hijo.
Gustavo estaba muy enojado,se le notaba por su tez, estaba rojo del coraje y apretaba sus puños tornándose los nudillos de un solo apretón.
.—Ten mucho cuidado con lo que dices, nos volveremos a encontrar Cristina, esta vez no seré paciente, cuidate la espalda perra. Y Gustavo se fue junto con su esposa mientras Cristina se cruzaba de brazos ya que estaba muy molesta, no sabia como le diría a Eitan él enfrentamiento que tuvo con sus padres, ni mucho menos que lo fue a visitar él muy cínico.
Cristina volvió a recepción a sentarse, esta vez sin ponerse a leer de tal coraje.

Joseph reía por otro lado con Eitan, sin saber del tal suceso que había tenido Cristina con él padre de Eitan. Ambos reían de bromas tan insignificantes como él decir "Pudin" y reírse a carcajadas.
Ambos quedaron callados hasta que Eitan le dio él número de Roger para que Joseph le marcara y le avisara del estado de Eitan.
.—Esta bien hermano, lo haré...pero quiero que me cuentes que paso con Roger, ¿Que ya son novios a caso?. Preguntaba Joseph un poco confundido.
.—Si, la verdad es que si, y aun que no tengamos mucho conociéndonos, siento que en verdad es él indicado, ¿sabes?, con ninguna otra persona en la vida lo había sentido, fue un flechazo inesperado.
En eso entro él doctor para avisarle a Joseph que se tenía que retirar, pues era hora de ponerle él medicamento a Eitan, para que fuese a dormir, Joseph asintió y se retiro del consultorio despidiéndose de Eitan, y viceversa.
Cuando Joseph iba llegando a recepción, noto muy extraña a Cristina .—Acabo de ver al mismo diablo.

Lluvia Sobre Mojado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora