—Para empezar, lamento haberte mentido.—Eso es fácil de suponer— murmuré con cierto enojo— Eres un Ángel y hasta ahora me entero, ¿sabes? Son cosas que se dicen ¡en la primera cita! Todo este tiempo estuviste pretendiendo conmigo.
—No Lesya, tal vez sabía todo pero nunca te mentí acerca de lo que sentía, mi trabajo o mi pasado en la Tierra. No soy un Ángel común.
Que asqueroso cliché.
—Cuéntame más— dije con sarcasmo.
—Pertenezco a Los Ángeles Guardianes. Conocernos no fue una simple casualidad, mi destino era protegerte.
—¡Y en lugar de protegerme estabas con otra mujer!— reclamé— Que bien, gracias por tu ayuda.
—¡Lo siento! No sabía que tú serías mi protegida. La forma tan repentina en que llegaste a mi vida fue lo que me hizo darme cuenta; generalmente no somos asignados al sexo opuesto, para evitar enamoramientos. Sé que debí decírtelo cuando me dieras un poco de tu confianza, pero pensé que huirías si te lo contaba. Y ya estaba enamorado de ti.
—No sé si debería creerte.
—Lesya, por favor, quiero que pienses un poco en la Lesya que eras antes de que Phantos apareciera— pidió con voz calmada, acercándose.
—No hay nada que pensar Christopher. Soy la misma Lesya, solo que ahora ves mi verdadero yo. Lo que llamas la Lesya de antes era sólo una fachada.
—¿Tu verdadero yo? ¿estás segura? ¿por qué no es esta la fachada?— inquirió— ¿No te parece extraño que un Ángel Guardián sea asignado a un Demonio?
—Quizás tú no seas un Ángel Guardián.
—O quizás tú no seas un Demonio.
—¿Y si no lo soy entonces qué?
—Un Angel Caído.
—No hay Ángeles Caídos— dije hundiendo el entrecejo.
—Los Ángeles Caídos, son ángeles que han sido expulsado del Purgatorio por desobedecer o rebelarse. Existe la posibilidad de que no hayas hecho ninguna de las dos, sin embargo, estoy seguro de que Phantos tuvo algo que ver. Los Ángeles Caídos son escasos porque rara vez alguien es desterrado y los que han llegado a serlo hacen la transición a demonios muy rápido.
—Entiendo, pero, en el caso hipotético de que yo fuera un Ángel Caído, no hay nada que podamos hacer— solté empezando a dudar sobre quién era en realidad. Las cosas estaban yendo un poco rápido a mi parecer. Me encogí levemente de hombros— ¿Qué hay de las extrañas pesadillas? Sólo veo un único camino.
Me di la vuelta para irme, pero Christopher me detuvo sujetando mi antebrazo.
—Si hay algo que puedes hacer, Lesya, si de verdad lo quieres, haré todo lo que esté en mis manos para ayudarte.
—¿Y qué se supone que gane volviendo a ser un Ángel?
—Detendremos La Pugna y podrás quedarte, conmigo. Volveremos a la normalidad.
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El Demonio de Ángeles
FantasyLa vida de Lesya después de abandonar a Christopher Mayer, se resumió en un descontrol total. Día y noche sembraba el mal en las calles a petición de Phantos, a cambio, él le ofrecía inmortalidad y protección de la ley. Poco a poco su ciudad y los p...