03.- Sobre lo que pasó en mi ausencia

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McGonagall empezaba a tranquilizarse mientras la iba soltando de mi abrazo lentamente. Cuando se tranquilizó y ya solo quedaba la sal de sus lágrimas en su rostro, la miraba divertido, ¡Un momento! ¿Estaba yo sonriendo? ¡Estaba sonriendo! McGonagall estaba tan desconcertada como yo por esto.

—Severus, estoy segura de que ya sabes que llevabas más de un mes en coma. Temíamos que no sobrevivirías, Harry nos había dicho que la serpiente de Voldemort te había atacado y que tú le diste tus recuerdos, y que pudo ver como vencer a Voldemort gracias a eso—.

Así que Harry no había dicho más que lo necesario.

>> Después de eso, fuimos a recuperar tu cuerpo, para darte un funeral digno y enterrarte en los terrenos del colegio al lado de Dumbledore. Pero cuando Harry tomo tus muñecas para que pudiéramos cargarte; ya sé, pudimos haberte levitado, pero sentí que lo correcto era cargarte, al estilo muggle, ya sabes, cargar un poco del peso que tu tuviste que cargar tanto tiempo. No lo sé. Como sea. Harry se dio cuenta de que tenías pulso y respirabas, muy poco, pero fue suficiente para arriesgarnos y traerte directo aquí. Los sanadores no nos dieron muchas esperanzas, dijeron que harían todo lo posible, entraste en coma. Pensamos que quizás nunca despertarías. Y aún así mantuvimos la esperanza de estar equivocados. Harry ha venido diario a verte. No quiso separarse de ti. Está afuera esperando en estos momentos. ¿Puede pasar Severus? —.

Suspire, algún día tendría que verlo, así que era mejor hacerlo de una vez. Escribí con mi varita en el aire "Sí, hazlo pasar Minerva". Mi ahora, otra vez, amiga, me abrazo una vez más y me dijo:

>> Es bueno verte otra vez Severus. No quiero ganarte la copa de las casas tan fácil—.

Muy bien, me rindo, el mundo está de cabeza, ahora Minerva McGonagall, jefa de los Gryffindor, hace bromas con el jefe de la casa Slytherin. Me deja las flores en la mesa y se retira dejando pasar a un tembloroso adolescente con lentes que conozco de sobra.

Escribo para él con mi varita "10 puntos menos para Gryffindor por respirar". Soy terrible para hacer bromas, y que tienen con los abrazos, nada más leer eso, el escuálido mocoso se me pega con un abrazo mientras solloza—Perdóneme profesor—Lily, por piedad, ¿Por qué no me dejaste continuar? Bueno, ya sé que no fuiste tú, pero ¿Por qué? Entendía mejor la muerte que este caos de mocos y emociones cruzadas. No soy bueno con esto de los abrazos y tu hijo parece necesitar demasiados.

El muchacho poco a poco también se calmó, como Minerva, lentamente mientras se separaba de mí.

>> Profesor, lo siento, sé que no le gusta que lo toquen. Discúlpeme—.

"No importa Harry. ¿Qué ha sucedido? ¿Qué pasó? y ¿Porqué hay tantas flores y obsequios aquí?" escribí todo rápidamente con mi varita para obtener respuestas. Primero se sorprendió un poco, nunca lo llame Harry, pero fingió no prestar atención a ese detalle.

—Supongo que el sanador le dijo que alguien le explicaría todo. Bueno, McGonagall ya le explicó cómo llegó aquí y que estuvo en coma. Yo le contaré el resto. ¡ES USTED UN HÉROE! La prensa lo adora. El profeta ha escrito casi a diario sobre usted, sus logros, como ayudo a la caída de Voldemort, y ahora presionan a San Mungo para obtener una entrevista suya, pero su sanador ha dicho que hasta que no recupere por completo el habla, no podrán entrevistarlo. Por otro lado, estamos reconstruyendo Hogwarts, tardaremos algunos meses, pero estará funcional para el siguiente curso, los aurores han estado rastreando y capturando a los mortífagos que se escaparon en la batalla—.

"Pero eso no explica los regalos" Replique.

—Eso. Bueno, son, e-este, de sus... admiradores—.

Me dijo mientras se frotaba el cuello y evitaba verme. Abrí mis ojos como búho, admiradores, tengo admiradores. Merlín y Morgana. Ahora sí sé que este mundo se volvió loco. "Los lirios son tuyos ¿verdad?" escribí mirándolo directamente a los ojos.

—Y-yo... e-este... s-sí, son de mi parte profesor. Pensará y quizás le parezca algo absurdo, pero he venido a verlo todos los días, esperando que usted despertará, y cada que yo despertaba, recuerdo haber soñado con lirios, un campo de lirios, y pensé que quizás, solo quizás, mamá estuviera diciéndome en mis sueños que no lo dejara solo. Y por eso todos los días le he traído un ramo de lirios—.

Suspire, así que Lily también se comunicó con su hijo. Estaba claro que puso a Harry en marcha para que no se separará de mí. "Está bien Harry, gracias por las flores".

—D-de n-nada profesor. ¿Puedo preguntar... por qué me llama por mi nombre? —.

"Considero que haberle salvado el trasero me da derecho a tener ciertas confianzas con usted mocoso". Le escribí subrayando la palabra mocoso mientras le sonreía. Lily, por la barba de Merlín, ¿Por qué sonrió tanto? ¿Qué me hiciste?

—Ja, ja, ja, ja, ja, de acuerdo profesor. Yo aún no siento la confianza de llamarlo Severus, pero supongo que sí, salvar mi trasero le da el derecho de llamarme como quiera. Lo dejo profesor, lo veré mañana—.

"Adiós mocoso". Escribí rápidamente como despedida y Harry salió de la habitación. Lily, ¿Que me hiciste? ¿Por qué sonrió tanto? Sabes que no soy así.

El resto del día transcurrió medianamente normal, el sanador vino a darme rehabilitación, al parecer no hay magia que recupere la movilidad de los músculos aún, sino que es con ejercicio físico, poco a poco. Al terminar con eso, leí todas las cartas y felicitaciones de mis admiradores; que raro suena eso, que te quieran sin conocerte. Los regalos venían de toda Inglaterra. Me sorprendió saber que el caldero con chocolate hechizado era un regalo de Neville Longbottom. Ese muchacho hacía estallar más calderos que Harry. Al parecer haber matado el ultimo Horrocrux de Voldemort también te da una mejora sustancial en tus materias. O quizás solo había adquirido confianza el muchacho, no debí ser tan duro con él y quizás darle más ánimos. ¡Wow! ¿De dónde vino eso? Luego debería investigarlo.

Había un álbum con recortes del profeta en donde aparecía alguna referencia hacia mí, cortesía de Luna Lovegood, decorado con su, ejem, particular, estilo. Cada página tenía figuritas de calderos, ingredientes de pociones y plantas venenosas y letales que se movían y reptaban alrededor de los recortes. Muy enternecedor a su manera y no pude sentirme menos que sobrecogido por tanta atención. También había más regalos de la pandilla de Harry, e inusualmente de todas las casas de Hogwarts, incluyendo la mía.

Así que soy un jodido héroe ahora, y tengo, como dirían los muggles, fans. No me desagrada, pero sé que esto es efímero, así que lo disfrutare mientras dure. Me recosté en mi cama, y dejé que la oscuridad de la noche me encontrara durmiendo, soñando con ese campo de lirios.

Otra OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora