08.- La solución de Harry, un intercambio de conocimientos

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—¿Y cómo piensas hacer eso? —.

—Tendré que darte clases de vuelo. Nunca jugaste Quidditch, aunque veías los partidos de tu casa ¿verdad? —.

—Pues... no. Odio el Quidditch. Me gustaba ver ganar a mi casa, pero no soy una persona de deportes Harry—.

—Exactamente, el viejo tu no. Pero tus estudiantes, la gran mayoría, aman el Quidditch, si tienes algo en común con ellos, podrás empezar a sentir empatía y no será algo incómodo ser amable con ellos. No te diré que será de la noche a la mañana, pero te dará un punto del cual comenzar. Si esto funciona, iremos escalando las lecciones. ¿Qué opinas? —.

Mi viejo yo decía "No, ¿estás loco? ¿por qué deberías montarte en una escoba y estar en un campo donde una pelota te puede fracturar el brazo?", pero estaba decidido a cambiar un poco, no sería todo sonrisas, pero no quería que mis estudiantes sufrieran el cambio de profesor o desertaran antes de tomar los EXTASIS solo por mi causa.

—Muy bien, con una condición. Ya que también estarás dando clases de DCAO, te daré clases de eso también, tienes un nivel avanzado, pero hay algunas cosas que aprendí siendo espía que creo firmemente que deberían impartirse en esa clase. No es nada ilegal Harry, confía en mí—.

Delibero algunos minutos antes de decir algo.

—De acuerdo, mañana después del desayuno iremos al campo de Quidditch, te explicaré lo básico del vuelo y las reglas del juego. Y en la tarde empezarás a darme las lecciones de DCAO—.

—También me gustaría que dedicáramos un par de horas a ver juntos tus primeras clases de pociones. No sé qué poción hayas decidido usar para mostrar a tus alumnos—.

—Eso lo dejaremos para después de la cena. Y antes de dormir, ten, empieza a estudiar esto—Dijo mientras me alcanzaba un libro—Es "Quidditch a través de los tiempos". Es mi copia. Severus, me retiro a dormir, si necesitas algo, solo toca a mi puerta—.

—Buenas noches Harry—.

Vi cómo se alejaba el muchacho. Muy lejanos me parecían aquellos días en que soñaba con ponerle veneno en su jugo de calabaza. Estos meses en que estuvo ayudándome en mi recuperación pude ver que él y su padre no podían ser más diferentes; sí, tenía la arrogancia de James, pero el espíritu protector de Lily y toda su dura vida en vez de hacerlo insensible lo hizo más consciente de la fragilidad de las personas.

Después de todo lo que hice y lo que había pasado en mi vida, veo mis errores, no estoy orgulloso de ellos, pero ya no puedo corregirlos tampoco. Me preguntaba por qué Harry no tenía esa amargura si teníamos vidas parecidas en cuanto al dolor. Con esos pensamientos me fui a dormir, un poco nervioso por mi "clase" de mañana. No tenía buenos recuerdos de mis primeras clases de vuelo, recuerdo mucha sangre de mi nariz y las burlas de mis compañeros.

Al día siguiente, después del desayuno, nos dirigimos al campo de Quidditch, Harry llevaba dos escobas, una era su saeta de fuego y la otra era una Nimbus 2001, llevaba también un maletín donde podía oír las Bludgers moverse. Al llegar a la mitad del campo dejó el maletín en el pasto y me dio la Nimbus.

—Tu escoba Severus, y digo literalmente, un regalo de mi parte—.

—P-pero no tenías que molestarte—¿Tartamudee? —No era necesario, seguro había escobas en el colegio—.

—No es molestia, que tengas tu propia escoba también es parte de mi plan—.

Dijo mientras me guiñaba un ojo. Suspire resignado. No estoy acostumbrado a ser el estudiante desde hace mucho.

>> Bien, dejemos las escobas en el suelo, ponte a la izquierda de esta, extiende tu mano derecha arriba de ella y di bien alto: ARRIBA—.

Seguí las instrucciones y la escoba levito en menos de un segundo directo a mi mano.

Otra OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora