26 de julio de 1993, Tokio (Japón)
"Querido Vitya:
Hola, cariño. ¿Qué tal estás? Nos alegramos mucho de que te lo estés pasando tan bien en Tokio. Te lo merecías, después de haber estado estudiando durante todo el año. Además, en septiembre empezarás tu último año de carrera, que es el más difícil; pero, tú no pienses en eso, ahora disfruta.
Vaya, es genial que tengas un nuevo amigo y que, encima, te enseñe la ciudad, la comida... no te preocupes, que no volveremos a ir a Tailandia. Aunque, papa y yo hemos estado pensando en ir a Copenhague, en Dinamarca. ¿Qué te parece la idea? Nosotros aún no hemos ido a Moscú. El vuelo estaba previsto para ayer pero, según lo que nos han contado, hacía un tiempo espantoso en Moscú y no podrían haber aterrizado bien ni nada, así que nos han puesto el viaje para mañana a las cuatro de la tarde. Por suerte no tenemos que pagar nada, solo tenemos que enseñar los mismos billetes del vuelo anterior.
Oh... la pista de patinaje... uno de los días en los que estemos allí, me he planteado aprender a patinar. Papa quiere enseñarme y, seguramente, la tía Evgenia también colabore. Lleva insistiéndome con el asunto desde que nos conocimos. Volviendo al tema sobre tu nueva amistad... Yuuri es un nombre precioso. Bueno, es la versión japonesa de nuestro pequeño Yurio. Me gusta ese apodo para él. Y, bueno... ¿qué te voy a decir sobre Matías? Yo lo único que quiero es que seas feliz y si crees que eso está bien, yo te apoyaré con toda mi alma y corazón. Otra cosa... es posible que Yuuri sea un amor de persona pero, por favor, ten cuidado. No quiero que salgas herido o sufras, ¿de acuerdo? Espero que sigas divirtiéndote en tu viaje.
Te amamos papa y yo,
Natalia<3"
Viktor sonrió leyendo las letras que le había escrito su madre. No había mujer más bonita que ella, la quería muchísimo. Natalia constantemente lo apoyaba y aconsejaba en todo. Siempre lo escuchaba cuando tenía algún problema o algún malestar. Era el primer punto de apoyo que tenía en su vida, después iban Noelia y Yurio.
Dejó la hoja de papel a un lado de la cama y vio que había otra dentro del sobre en la que la carta de su madre había estado. Cogió el papel y distinguió un par de palabras rusas. Vaya, esa era la letra de su primo Yurio. Por la manera en la que el texto estaba escrito, se podría decir que lo había hecho deprisa y corriendo.
"NO querido Vitya:
¿¡SE PUEDE SABER POR QUÉ MOTIVO ME LLAMAS YURIO!? No lo entiendo, ahora todo el mundo me llama así. ¿Has leído bien? TODO EL PUTO MUNDO. Al tío Yevgeniy no se le ocurrió otra forma que llamarme YURIO delante de TODA la clase. Seguro que lo hizo para joder. Cuando lleguemos a Moscú, seguro que mi madre también me llamará así... y Mila. ¡Las mato si me llegan a llamar así!
¿El cerdo ese por qué tiene el mismo nombre que yo? ¿No le podrían haber puesto de otra forma? ¿¡Y por qué me cambias el nombre a mí!? ¡A mí me conociste primero, Viktor! ¡Esto es una injusticia en toda regla y lo sabes! Pero te aseguro que estas me las pagas y literalmente. Cuando vuelvas de Japón, vas a tener que invitarme a comer y no acepto un NO por respuesta. Tráeme algún regalo de Tokio también.
ESTOY FELIZ. Creo que lo sabes. Me alegra mucho saber que acabarás tu relación con esa desgracia de persona. Voy a disculparme un poco por mi mal humor, pero entre que me has cambiado el nombre porque sí y que, encima, nos han cambiado el vuelo... mi madre no dejará de dar la lata cuando vayamos a Moscú. Mi padre y el abuelo tampoco. Y Mila, igual. ¡Qué pocas ganas tengo de escuchar a la gente!
¿Vas a ir a patinar? Guay. Yo también iré (cuando llegue) con Mila. El otro día me envió una carta, que ha conocido a una chica italiana que es muy maja y que me tiene que presentar. Pues no quiero conocerla. No soy nada amistoso. Bueno, ¿qué te voy a decir a ti? Si ya lo sabes. Ah, ¿y sabes qué? Tienes un vecino nuevo. Yo ya lo he conocido. Es muy serio, pero es una... ¿persona agradable? Ni idea, pero somos amigos. Se llama Otabek Altin y es de Kazajistán. Seguro que te caerá bien.
ESTÁS LEYENDO
Tokio | (Viktuuri)
FanfictionViktor Nikiforov es un estudiante de 20 años en Barcelona, España. Cuando es invitado a pasar un verano en Tokio por su pareja, no puede imaginarse lo que está por venir. Dolor, amor, lágrimas, pasión... ¿Qué le deparará el dest...