Soy...Reina?

*Cap 17: Traición...*

           

Anoche Aaron tuvo que calmarme de la mejor manera posible, si saben a lo que me refiero, entre besos, caricias y una noche con una cama que promete. La verdad es que si no lo hacía así, no lo iba a lograr, porque mi histeria era tan grande que casi me deshidrato de tanto llorar.

La noticia de Rose me pego duro, así como a ella le pego el hecho de que yo esté embarazada, ya entiendo todo con claridad, me dolió mucho, y más me duele que probablemente no podré disfrutar  junto a mi mejor amiga esta faceta que estoy viviendo.

Esta mañana la llame y le dije si quería tomar el té y merendar junto a mí en el Castillo, solo ella y yo, y amablemente ella acepto, mi intención es arreglar las cosas y solucionar los problemas.

Después de cuadrar bien con ella platique con Aaron, y él me dijo que mientras nosotras hablamos saldrá con Max y Andy, ya que la nueva buena es que Andy tiene una chica que lo trae loco, y van a hablar sobre ella y cómo Andy le podría pedir salir.

-¿Segura qué estarás bien mi Reina?- Pregunta Aaron mirándome a los ojos en el umbral de la puerta principal, ya él se va a ir y Rose me está esperando con María en la cocina.

-Sí, es mi mejor amiga, no va a ser tan difícil- Lo calmo, pero a la vez me calmo a mí, la verdad es que con todo esto y las hormonas del embarazo, mis nervios están de puntas.

-Bien, te amo nena- Me da un casto beso en los labios, se coloca de canclillas quedando a la altura de mi vientre- También los amo a ustedes- Besa dos veces mi vientre y yo sonrío, él es el mejor, se va y yo cierro la puerta, me dirijo al patio y diviso a lo lejos a Rose sentada en el juego de mesa con sombrilla del té, me acerco y me siento frente a ella.

-Hola- Digo rompiendo el silencio y le dedico una de mis mejores sonrisas, ella me corresponde con otra, pero noto que la suya es algo fingida, cosa que me parte el corazón.

-Hola- Dice más relajada, creo que ha notado mi tristeza y se está arrepintiendo- Ana, anoche no actué de la mejor forma y estoy apenada porque arruine tu momento, pero es que esa noche estaba pensando confesarte que soy infértil, y que me dijeran que estabas embarazada fue como una bofetada a mi autoestima, lo siento mucho de verdad, mi lado egoísta salió a la luz sin previo aviso, y la verdad quería felicitarte, pero ya estaba muy apenada con mi forma de actuar.

-Tranquila Rose, sé que para ti no debe ser fácil, pero somos mejores amigas y para eso estamos, para discutir y luego perdonarnos, son cosas que nos demuestran que nuestra amistad es fuerte y verdadera- Le digo lo que pienso y siento desde el fondo de mi corazón. Ella me sonríe de verdad esta vez mientras asiente con su cabeza dándome la razón- Y quiero que pases tiempo conmigo y disfrutes esto conmigo, pero si eso te hace sentir incomoda entenderé perfectamente.

-No, nada que ver, yo también quiero estar ahí para ti amiga- Dice rápidamente y mi sonrisa crece el triple.

-Bueno, te iba a proponer que dentro de poco me acompañaras con Aaron a la consulta donde me dirán los sexos de los bebes.

-¡Me parece estupendo Ana! ¡Eso es un privilegio!- Se levanta y yo la imito, nos damos un gran abrazo, como la extrañaba- ¿Crees que estaría bien si adopto?- Suelta de repente y yo la miro perpleja, suelto una risa de felicidad y asiento.

-Eso estaría genial, y siendo la Princesa de este país no creo que sea tan complicado- Le informo y ella asiente- ¿Podría acompañarte en esto?

-Por supuesto, eres mi mejor amiga- Dice y carcajeamos, amo tenerla de vuelta.

Así pasamos la tarde, he incluso compramos algunas cosas por internet, hablamos con María y platicamos sobre su relación con Max.

-A veces pienso que soy infértil por que Dios me está castigando- Confiesa Rose y María y yo la fulminamos con la mirada.

-Cariño, el tiempo de Dios es perfecto- Dice María y yo asiento. En eso se escuchan gritos afuera, salimos prácticamente corriendo y veo a Aaron peleando a golpes con Max, mientras Andy abraza a una chica rubia muy bonita, quien está llorando desconsoladamente mientras Andy trata calmarla.

-¿¡QUÉ ESTA PASANDO!?- Grito corriendo hacia Aaron lo tomo del torso para separarlo de Max, quien está casi muerto en el suelo, Rose se arrodilla junto a él y noto como Aaron se tensa.

-¡ROSE ALEJATE DE ESE HIJO DE PUTA AHORA!- Gruñe Aaron y María toma a Rose para que se aleje de Max, Rose está llorando desconsoladamente, yo sostengo a Aaron para que no se abalance contra Max, mientras Andy llama a una ambulancia.

Todo pasa como en cámara rápida, la ambulancia llega y se llevan a Max, Aaron y Andy no le permiten a Rose irse con él, entramos al Castillo, María prepara té para que nos calmemos y todos nos sentamos en la sala.

-¿Quién me puede explicar que ha pasado?- Pregunto cruzándome de brazos y pasando mi mirada por cada uno de los presentes.

-Estábamos en un café esperando a la novia de Andy- Comienza a hablar Aaron y séllala a la rubia quien estaba llorando tiempo atrás- Todo iba bien hasta que Emily quiso ir al baño- Conque Emily- Max se paró y nos informó a Andy y a mí que también iría al baño, no le dimos importancia hasta que ambos se empezaron a tardar más de lo normal, Andy y yo decidimos ir a buscarlos y cuando llegamos encontramos a Max tratando de sobrepasarse con Emily- Pongo mi mirada sobre Rose y ella está llorando, me acerco a ella y la abrazo.

-Lo escuchamos decir que cuando desapareció era porque fue a donde sus padres, quienes lo obligaron a seguir con Rose para obtener de nuestro dinero, que él no la amaba y que estaba con ella por obligación- Habla Andy y Aaron asiente- Fue ahí donde Aaron lo agarró y lo trajo a rastres hasta aquí donde le cayó a puñetazos limpios- Finaliza la historia y llega María con el té.

Decidimos que esta noche todos se quedarían, llamamos al hospital donde se encuentra Max, nos informan cómo esta y también que sus padres han levantado cargos contra Aaron, no le tomamos importancia y nos vamos a dormir, entro a la habitación seguida de Aaron y nos alistamos para acostarnos.

Noto como Aaron tiene heridas por su rostro y manos, decido curarlas y así lo hago, lo siento en la orilla de la cama y me posiciono entre sus piernas para comenzar con mi curación.

-Gracias- Musita él y yo asiento- ¿Estas molesta?- Pregunta y yo lo miro.

-¿Qué tú crees? Yo aquí como una estúpida, mientras mi esposo está defendiendo a una tal Emily- Escupo mis palabras con ira y él me toma de la cintura, en un ágil movimiento me tira sobre la cama y se coloca a horcajadas sobre mí, toma mis muñecas y las posiciona sobre mi cabeza, dejándome inmóvil- ¡Suéltame Aaron!

-No, porque te estas portando mal- Dice y me da un beso en los labios- Yo no estaba defendiendo a Emily, estaba defendiendo a mi hermana, y si defiendo a Emily también está bien, ya que ella es una mujer y no se merece que algún hombre la trate así.

-Bueno, pero para eso ella tiene a Andy, que deje a mi esposo quieto, no me parece, tú eres mío y de nadie más- Digo furiosa y él sonríe, yo tuerzo mis ojos y él me besa en los labios apasionadamente, yo no me muevo ni le correspondo, eso a él no parece importarle, me suelta las muñecas y me manosea a su antojo, yo no me resisto más y lo imito, abro mi boca dejándole paso a su lengua, lo acaricio como el a mí y enredo mis manos en su cabello.

-Soy tuyo, tuyo solamente, de nadie más mi Reina- Me monta a horcajadas sobre él y me sigue besando y tocando como le place, siento como su miembro ha crecido y como el mismo rosa con mi zona V. Le bailo y Aaron gruñe debido al placer, yo gimo un poco y después recuerdo que estaba molesta. Me levanto y camino hacia el baño contoneando mis caderas- Ana, ¿A dónde vas?- Pregunta confundido y con la respiración agitada.

-Últimamente estas resolviendo todo con sexo, y a pesar que el sexo de reconciliación es el mejor sigo molesta Aaron, y esta vez he decidido hacerme la difícil- Respondo sin voltear a verlo, entro al baño y cierro la puerta, pego mi oído a la puerta y escucho como él maldice por lo bajo.

Al final decido darme una ducha fría, porque a pesar de todo si ha logrado ponerme caliente, y necesito volver a la normalidad.

Este hombre es mi debilidad...