Después de la discordia con Max engañando a Rose y forcejeando a Emily la novia de Andy, todo se calmó un poco, obviamente Rose esta algo deprimida con el suceso, pero su autoestima se a mantenido gracias a la emoción que le trasmite el hecho de que va a ser tía.
Andy demando por forcejeo y violación a Max, y a este lo metieron por un tiempo tras las rejas del calabazo, aunque no esperaba menos ya que fue la familia real los que demandaron al sujeto.
Hoy iría con Aaron y con Rose a la consulta con el ginecólogo, al fin sabré el sexo de mis pequeños, estoy ansiosa por saber si serán niñas o si serán niños.
Me encontraba arreglándome para ir al hospital, mientras Aaron se bañaba. Me estaba colocando crema antes de vestirme cuando mi esposo sale del baño, con solo una toalla rodeando sus caderas, su físico de ensueño resalta gracias al agua que se desliza entre sus músculos bien definidos. Lo contemplo embobada, notando como despierta en mí todos esos deseos depredadores que me calientan poco a poco.
-Amor, deja de verme de esa manera, si no, no llegaremos a la consulta- Dice burlón mientras se aplica desodorante yo sonrío y asiento, me pongo a pensar mientras me observo en el espejo y sobo mi vientre no tan notorio con melancolía.
Aaron llega por detrás y me rodea por la cintura, besa mi cuello y fija su mirada sobre la mía vía al espejo.
-¿En qué piensas linda?- Pregunta intrigado y yo suspiro audiblemente antes de responder.
-Pienso en el hecho que dentro de poco ya no me vas a desear sexualmente, gracias al hecho de que voy a estar gorda, con dos bebes dentro de mí, deprimida como en estos momentos y hasta peor y gruñona, sin dudas no me vas a aguantar.
-Nada de eso Ana, cuando nos casamos te prometí amarte sobre todas las cosas, y créeme cuando te digo que con tu pancita y mis dos pequeños dentro de ti me vas a enamorar más- Responde seguro y yo sonrío.
-Pero, no me vas a querer tocar, a eso me refiero- Contraataco y el rueda los ojos.
-Ya veras, te haré ver las estrellas todas las noches, serás tú quien se canse de tanta pasión- Empieza a besarme y a tocarme por doquier y yo me dejo llevar
(...)
Dos horas después Rose, Aaron y yo ya estamos entrando por la puerta del consultorio.
Entramos y todo estaba perfectamente arreglado en su lugar, limpio, pulcro, como a un buen hospital, no esperaba menos, Aaron siempre me hace ir a lo mejor de lo mejor, y con el tiempo, me fui adaptando a lo nuevo en mi vida, pero sin dejar de ser humilde como siempre.
-Buenos días Señor y Señora, espero que mi atención a mis Reyes sea la más agradable para ustedes- Dice la doctora, y yo le sonrío, es una señora de unos 45 y se ve muy amigable, pero ahora que lo recuerdo, yo esperaba a un doctor.
-No es que me moleste doctora, pero ¿El doctor Gómez no era el que me atendería?
-Lo mismo tenía registrado yo mi señora, pero me comunicaron a última hora el pequeño cambio, sin embargo no me dijeron por qué- Asiento pero en el fondo sé perfectamente que fue, seguro Aaron no quería que un Doctor me atendiera, es más celoso que no sé qué.
-Yo converse con el Señor Gómez amor, se veía un joven muy profesional, pero había algo en él que no me trasmitía paz- Comenta el muy capullo y yo ruedo mis ojos.
-Seguro era guapo ¿O no hermano?- Comenta Rose burlona y yo río por lo bajo.
-En mi defensa, yo amo a mi Reina, es solo mía, y no me arriesgaría a ponerla en bandeja de plata a un doctorsucho.
Todo transcurre, me hacen el eco, escuchamos los latidos de tus corazones y yo solo puedo llorar, de felicidad claro, mientras Aaron me repite que soy lo mejor que le ha pasado.
-¿Quieren saber el sexo de los pequeños?
-Si- Contestamos al unísono Aaron y yo.
-Pues tendrán que esperar hasta el baby shower que les estoy organizando- Dice Rose haciéndole señas a la doctora para que no diga nada.
Después de una larga discusión, aceptamos el acuerdo con Rose, ya que solo faltan dos semanas para la fiesta, sin embargo estoy ansiosa, pero eso fue un hermoso gesto de parte de mi mejor amiga, y eso la ayudará a distraerse de todo lo ocurrido con su relación con Max.
Llegamos a casa y estaba muy cansada, Aaron al notarlo me cargo como una princesa hasta nuestra habitación, yo proteste, pero debo admitir que en sus brazos todo es mejor.
Al final me hizo unos masajes y pasamos el día, juntos y acurrucados.
-Eres lo mejor de mi vida, Ana Leticia, tú y mis pequeños- Deposita un beso en mi cabeza y yo lo miro a los ojos.
-Y tú eres mi héroe, ayer, hoy, mañana y siempre. Eres el hombre de mis sueños y de mi vida. Te amo- Me besa y nos quedamos dormidos uno en los brazos del otros.
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Soy...Reina?
RandomNo les ha pasado, ¿qué ya están tanto tiempo en la oscuridad y no quieren volver a la luz? Por miedo a fallar, y no ser lo que los demás esperan de ti. Mi vida era humilde, no era perfecta, pero si tolerable, mi familia y yo vivimos en un país gobe...