Dragón Fantasy

Capítulo III: El viejo y el fenix.

La mañana que siguió al incidente del banquete, el rey se encontraba recuperándose en la enfermería del pueblo Lioyu que se encontraba a las afueras del castillo, pues el palacio había sido casi totalmente destruido por Roy y su ejército. Desde que habían ido a ver al Rey los chicos se dedicaron a encontrar el paradero de la reina, pero nadie tenía idea de dónde podía tenerla, ya que las naves habían desaparecido sin dejar rastro.

Tras un día de una exhaustiva búsqueda, los chicos regresaron a la aldea nuevamente. Esa noche pasando la cena, todos los chicos acudieron de nuevo a ver al rey, al llegar a la enfermería se animaron al ver que la enfermera se encontraba dando de cenar al rey, quien se veía débil, pero al menos ya estaba despierto, ya que la última vez que lo habían visto seguía inconsciente por el golpe recibido en la batalla del día anterior.

– ¡Señor! – Gritaron los chicos.

– El rey está muy débil todavía, deben dejarlo descansar – dijo la enfermera.

– Está bien, déjalos, no tardaremos mucho – interrumpió el rey.

– Está bien... pero regresaré en un momento, usted tiene que descansar...– Los chicos se acercaron hacia donde se encontraba el rey y algunos se sentaron en unas sillas que se encontraban a su alrededor.

– Hemos estado buscando a la reina – comento Lexus.

– Pero no hemos tenido nada de suerte– agrego Nassa.

– ¿Cuánto tiempo ha pasado desde lo del banquete? –, preguntó el rey.

– Am.... solo ha pasado un día señor – Contestó Nassa bajando la mirada – pero empezábamos a preocuparnos –

– Hemos revisado cada rincón de la isla y Roy no está aquí – Mencionó Osu.

– Cada rincón, cada cueva, hemos irrumpido en las aldeas buscándolos, y no hemos encontrado nada – agregó Kanon.

– Está bien chicos, entiendo que están haciendo todo lo que está a su alcance – Comentó el rey – les agradezco de verdad, si ustedes no hubieran estado el día del banquete, muy posiblemente todos estaríamos muertos. No quiero que se sientan mal, ustedes están haciéndolo muy bien – Al estar muy cansado, el rey se recostó nuevamente sobre la cama y en ese momento la enfermera entró.

– Ya váyanse chicos, el rey necesita descansar –

– Descansen chicos, mañana platicaremos mejor este asunto – Dijo el rey.

A la mañana siguiente, cuando los chicos salieron de su tienda, se sorprendieron al ver al rey practicando su habilidad con la espada, habían pensado que el rey pasaría al menos un día más en cama por lo débil y pálido que se veía la noche anterior.

– Buenos días chicos – Dijo el rey en cuanto los vio acercarse a él – Hoy he decidido levantarme temprano para poder practicar un poco – Los chicos lo miraron con admiración, pues era el hombre fuerte y orgulloso que habían conocido.

– Encontraremos a Roy señor, es nuestro deber traer de vuelta a la reina – dijo Lexus con un tono fuerte y una mirada decisiva.

– Estoy al tanto de eso, aunque no parezca, mi Kirei es una mujer muy fuerte, si ella quisiera podría acabar conmigo y tal vez con ustedes también...– Los chicos se impresionaron con las palabras que les dijo el rey.

– ¿A qué se refiere? –. Preguntó Nassa

– Al decir que podría vencerlos, me refería a que en este momento ustedes no tienen desarrollado todo su poder– Le contestó el rey

– Perdone señor, pero no entiendo – Preguntó Osu.

– Verán chicos – dijo mientras se quitaba la pesada armadura –Hace unos años un viejo vino a mi castillo y nos contó a mi reina y a mí, sobre unos bebés que habían nacido hace 18 años, los cuales tenían que ser encontrados, protegidos por nosotros y guiados hacia los anillos...–