Capitulo XIV: Roy, El Rey Del Eter II

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–Ataque en el bosque Aloc–

Después de capturar a Fin el dragón, Roy se dirigió a descansar, pues utilizar sus poderes era algo muy cansado. Día y medio después despertó de su largo descanso y decidido caminaba por un pasillo.

–Señor– dijo Darlik.

– ¿Qué sucede? – preguntó.

–Se vio por última vez a los chicos cerca del bosque Aloc señor– contestó Darlik.

– ¿Tenemos contactos en el bosque? – preguntó nuevamente.

–Esta Kalhum señor– contestó.

–Ese tonto, ni siquiera sabe que él es como yo, tendría que hablar con él para que entienda su poder– dijo. ¿Cómo están los soldados? –

–Señor, muchos de los soldados están en misiones, o cubriendo más territorio–

–¿Y la reina? –

–Está encerrada señor–

–¿Seguro? –

–Sí, sí señor, ahora no se escapará...– dijo Darlik un poco nervioso.

Roy simplemente lo vio con una mirada muy pesada –¡Uribella!, ¡sé que me estas escuchando! – Grito. Después un portal se abrió a un lado de el–

–¿En qué te ayudo Roy? – preguntó Uribella que estaba al otro lado del portal.

–Trae a la reina– le dijo a Darlik, este se fue a buscarla y Roy se quedó en la habitación con Uribella. Después de hablar un rato, apareció Darlik con la reina en los brazos. Ambos estaban esperándolo, Uribella tomó a la reina y esta, creando un portal, desapareció.

–¡Darlik! – Grito Roy, –Dirígete a los pueblos cercanos, Rojo, Derys y Ris, todos los hombres y jóvenes tienen que unirse a las filas de nuestro ejército, y si se reúsan, oblígalos. Necesitamos tener a todos los que podamos en nuestras filas– le dijo y este simplemente obedeció y salió del castillo.

Roy, aun cansado regresó a su habitación a descansar un poco más.

–Llegada al pueblo Yrra–

Durante toda la noche, Darlik y los soldados se dispusieron a atacar los pueblos cercanos, para así, reclutar a los hombres y jóvenes disponibles. Todo estaba bien, hasta que llegaron al pueblo Ris. En este se encontraron con unos chicos que al parecer se reusaban a unirse a ellos.

–No tenemos por qué ayudarlos– grito el joven listo para pelear.

–Calmado Tai– dijo una chica que estaba con él.

–No Vylette, estos desgraciados quieren que trabajemos para Roy y no lo voy a permitir– dijo mientras golpeaba al soldado de Ignis. Sus amigos, Bridgette y Dee, lo apoyaron y también pelearon contra los soldados. Más y más soldados llegaban, pero igual salían derrotados por los cuatro chicos.

Mientras tanto en la misma aldea, pero en otra de las casas, estaba Darlik hablando con un chico de nombre Dalio, este al parecer conocía a Lexus y a los otros cuatro que estaban haciendo alboroto.

–Así que... ¿Me necesitan para acabar con Lexus? – dijo.

–Necesitamos tropas...– dijo Darlik.

–Sí, sí, tropas que sean lo suficientemente fuertes para acabar con el... y sus amiguitos...– dijo mientras en su cara aparecía una sonrisa malvada – Esta bien, les ayudare...– dijo, pero fue interrumpido.

–¡Señor Darlik! – dijo el soldado, desesperado y cansado de correr.

–¿Qué sucede? – preguntó Darlik mientras se ponían de pie.

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