La mano de Dios

Acontecimientos peculiares

Zairen cabeceó sin dejar un segundo a la expectativa ¿Creía ella que eso lo haría cambiar de parecer? Él, que no había podido hacer nada por su hermana, por sentirse pequeño y patético, al final había explotado siendo aún más brutal, había sido cruel y se había vanagloriado en la truculencia.

Pero eso no era un concurso por contar la peor historia así que la resumió. Se detuvo un segundo antes de relatar el final, porque despertaba emociones contradictorias en él, a veces lo hacía sentir orgulloso y en otras lo avergonzaba profundamente.

- Después de que me llegó la noticia de que mi hermana se había suicidado, fui a casa de mi tío y lo esperé preparado. Lo torturé durante dos días antes de matarlo... y cuando lo hice lo destripé, lo abrí en canal desde su pene hasta su boca. En consecuencia me encerraron en un psiquiátrico, ya tenía antecedentes de autismo "adquirido", por lo que nadie lució muy sorprendido. Estuve allí durante un año, respondiendo siempre lo mismo, ganándome una mirada decepcionada del hermano de mi madre, al que aborrecía porque también estaba en el camino religioso, como el torturador de mi hermana. Cada vez que yo respondía que no me arrepentía de lo que había hecho, él renegaba de mí - Contó Zairen, finalmente exponiendo su relación con "Monseñor". 

- El día en que los demonios llegaron hasta allí, un nivel 5 controló el lugar, en ese momento no tenía ni idea. Cuando me dí cuenta de que estaba pasando algo raro, me mantuve con vida encerrado en mi habitación, ellos no nos chequeaban, no había necesidad, solo disfrutaban haciéndolos lastimarse a sí mismos, unos a otros, torturando. Algunos morirían de hambre, otros se comerían entre ellos o a sí mismos, fui testigo. A veces, cuando el alboroto era tal, hacía incursiones a la alacena y corría de vuelta a mi habitación con un botín que me durara por días. Intuía que por alguna macabra razón, los que estaban al mando no estaban interesados en que alguno de nosotros sobreviviera. Pensé que eran unos perturbados más. Bebía agua del grifo de los baños y dejé de contar a los cadáveres. Habían pasado dos meses cuando mi tío pensó en chequearme. Naturalmente no pudo comunicarse con la institución, él estaba al tanto de la "invasión" y como un hombre de la iglesia llegó allí con un grupo que realizó exorcismos y se abrió paso, cuando llegó hasta mí lució casi decepcionado de que estuviese vivo. Los gritos de sus hombres resonaban alrededor. No tardó mucho en darse cuenta que el nivel 5 no pudo controlarme, de que yo era "especial", cómo ya había identificado en otros – Terminó rápidamente.

- Y aquí estamos – Dejó salir ella.

- Y aquí estamos – Imitó él.

- La sangre en nuestras manos la acepto... ¿Qué hay del pecado? De eso no estoy tan segura – Analizó Kira mostrándose cansada – Estoy ansiosa por saber qué beneficios tendremos como "directivos", a juzgar por esto que ha sucedido, por lo menos puedo estar confiada de que el seguro médico está asegurado ¿No? ¿Qué hay de la pensión por vejez? – Preguntó reafirmando su decisión.

Zairen lamió sus labios secos, quería abrazarla, pero tal vez era demasiado pronto para agobiarla con su alivio, con su gratitud por haber sobrevivido, con su tan recién descubierta sinceridad sentimental.

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Monseñor llegó al salón de entrenamiento con su igual en la orden, era el líder militar.

Todos los soldados dejaron lo que estaban haciendo y saludaron en señal de respeto.

- Equipo especial A-1, conocidos bajo el nombre clave: "La mano de Dios", den un paso al frente – Ordenó el alto militar.

Storm, Eun Hye, Bride, Leron y Suzy dieron un paso al frente, los murmullos explotaron a su alrededor, habían estado allí como uno más del montón. No se habían identificado y estaba de más decir que su equipo tenía una reputación que no era desconocida para nadie.