- ¿Dónde deberíamos dormir? – Cuestionó Zairen en voz alta para captar mi atención aunque estaba justo a mi lado – Parece que lo conoces muy bien – Agregó en voz más baja, como acusándome.
¿Por qué me hacía sentir como si lo hubiese ocultado? Claro que lo conocía, había sido el novio de mi hermana mayor. Aunque, quizás y no que a él le importara, debía mantener para mi misma que había sido mi primer amor platónico.
- La casa estará bien. El cuerpo, habrá que enterrarlo – Indiqué refiriéndome al lugar donde encontramos a Uzui, ignorando el segundo y chocante comentario de Zairen.
Ya que había ocultado las memorias de Suzy debía estar bien para ella dormir allí, después de todo la casa ahora era segura.
- Yo me encargaré de eso – Dijo Zairen, tomando la responsabilidad de inmediato. Siempre dispuesto a hacer el trabajo sucio, no podías odiar eso de él.
- Pero... ¿No deberías descansar? – Preguntó Eun Hye preocupada, podía no estar de acuerdo con él la mayoría de las veces pero, lo quería cómo a todos nosotros. Y después de la actitud que ellos describían de Uzui, no creía que ella siguiera considerándolo una víctima de Zairen.
- Estaremos bien – Aseguró Zairen con una leve sonrisa.
- ¿Quiénes? – Preguntó Leron temeroso.
- Tu y yo muchacho ¿Quién si no? – Preguntó haciéndole señas.
- ¿Quién si no? – Se quejó Leron remedándolo antes de seguirlo.
- Los ayudaré, así terminaremos más rápido - Dijo Bride esperando mi aprobación.
- Ve – Solté.
- Eun Hye llévate a Uzui a la casa, deja una habitación sólo para él y enciérralo. Ninguno va a querer perder el sueño si le da por ponerse a rezar y salpicarnos con agua bendita – Ataque molesta, debía sentirme culpable pero por alguna extraña razón no fue así.
- Amén – Murmuró Eun Hye dándome la razón.
- La acompañaré – Se ofreció Storm, aunque no era necesario, Eun Hye podía cuidarse sola.
Asentí dándole mi aprobación.
- Suzy acompáñame al frente – Le pedí.
- Lamento haber reaccionado así – Soltó antes de que yo pudiera decir algo.
- No, está bien – La interrumpí - Creo que por el momento estarán bajo flote, pero cuando regresen... Si quieres hablar sobre ello, si puedo reconfortarte de alguna manera, me gustaría creer que sabes que estoy allí – Le dije, un poco incomoda por su expresión enternecida.
- Te abrazaría pero no creo que lo apruebes, no seré la causante de que no puedas dormir esta noche por mi aberrante acción emotiva – Bromeó, terminando de echar a volar la pasada tensión.
Hice una mueca de horror, protegiendo mi cuerpo, dando un paso atrás.
Suzy soltó una carcajada y me sonrió cálidamente.
Sacamos todo lo necesario del camión y nos dirigimos hacia la casa, la oscuridad tomando más cuerpo. Nos cruzamos con Leron y Bride que cargaban el cuerpo envuelto en una sábana. Zairen apareció tras ellos sosteniendo una pala.
Le gustaba el trabajo físico, también había notado que le complacía el hecho de poder enterrar el cadáver. No estaba de acuerdo con nada que tuviera que ver con las costumbres religiosas, pero aún parecía creer en la cristiana sepultura.
- ¿Visores? – Pregunté.
Leron hizo una mueca y Bride miró anhelante hacia las cosas que cargábamos Suzy y yo.
Rebusqué en la bolsa y se los lancé uno a uno reprimiendo una sonrisa. A veces eran como unos niños, como tener mi propia guardería.
- Listo – Soltó Zairen, dándome una rápida mirada para comprobarme, se había resistido mucho luego de que yo regresara de patrullar sola. Solía hacerlo a menudo, estuviera enojado conmigo o no, parecía necesitar estar seguro de que estaba allí, intacta.
Me tragué un suspiro, hace rato había renunciado a entenderlo.
- La maldita cosa tiene luz – Chilló Eun Hye triunfal desde la puerta de la casa, haciéndonos saltar a todos. Después del sobresalto inicial todos levantamos la vista, la sala estaba iluminada por la bombilla. No era como si no tuviéramos luz en las grandes ciudades, pero las que habían sido abandonadas ya no contaban con el servicio. Se les había cortado para evitar sobrecargas o consecuencias por transformadores defectuosos.
Tendríamos que informar sobre ello.
- Estaremos de regreso – Se despidió Leron, el cuerpo de Zairen fue el último que vi desaparecer entre las sombras. Esta vez no pude reprimir mi escalofrío ante el contraste de la luz que daba la casa y las sombras que dejaba a su alrededor, ante la profunda oscuridad tomándolo todo a su alrededor.
La luz, era esa falsa amiga que te hacía sentir segura, me recordé con aprehensión.
No podía sacarme esa sensación de error que reptaba bajo mi piel.
- Vamos a adentro y mantengamos a la mano todo lo necesario en caso de tener que manejarnos en la oscuridad – Indiqué, dejando las dos bolsas que traje conmigo en el piso.
Suzy siguió mi ejemplo y se ofreció a ayudar a Storm a hacer la cena mientras yo rebuscaba por mis cosas.
- ¿Dónde está? – Le pregunté a Eun Hye abrochándome mi koala de emergencia.
- Segundo piso, cuarto a mano izquierda, al lado del baño – Me informó.
- Mantenga sus armas cerca, no creo que debamos bajar la guardia – Le dije a pesar de que en realidad no había ninguna razón para tal suspicacia.
- Yo... Por alguna razón creo lo mismo – Opinó ella poniéndose en marcha.
Me detuve luego de subir unos pocos escalones recordando una inquietud que había pasado por mi mente. Encontré la cocina y me hizo sentir más segura el hecho de que Suzy y Storm tuvieran colgados alrededor del cuello sus visores.
Esperaba solo estar siendo paranoica en lugar de estar percibiendo algo más a través de mis habilidades psíquicas. Si ese era el caso había cometido un error, nos había dividido. Dos de hecho, podía habernos metido en la cueva del lobo también.
- ¿El cura entró a alguna otra casa luego de que me fuí? – Pregunté tratando de sonar casual.
- Negativo – Respondió Storm sin mirarme, Suzy levantó la vista notando lo extraño de mi pregunta.
- ¿Cuándo se aseó? – Pregunté de nuevo. Esta vez Storm dejó de hacer lo que estaba haciendo y encontró mis ojos con una expresión confusa, como si apenas se diera cuenta.
- Nos pidió un momento cuando íbamos a sacarlo como ordenaste, yo pensé que debía darle algo despacio después de lo ocurrido. Pero luego... bajó envuelto en una toalla, viéndose como un pollito desnutrido – Respondió Eun Hye tras de mí, apagando su voz como si apenas notara que había algo que no encajaba.
- El cadáver aún estaba... - Concluyó Suzy, masajeando su nuca con incomodidad.
- Eso no está bien – Determinó Storm - Es un maldito psicópata - Opinó negando con la cabeza.
- ¿Qué pasa con ese tipo? Me da escalofríos – Soltó Suzy con repulsión.
Durante un segundo agonizante mi corazón se contrajo dolorosamente ante la sinapsis que estaba llevándose a cabo en mi mente.
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La mano de Dios
ParanormalNadie sabe que sucedió. Solo pasó. Un día los demonios salieron del lugar inmundo en el que se suponía tenían que estar e hicieron fiesta con nuestras debilidades. Un día solo irrumpieron y tiñeron el mundo de más sangre y más c...