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La puerta del sótano se abrió lentamente. Justin suponía que Chloe estaría dormida y no quería despertarla, solo quería que descansara después de toda la tortura que había recibido.
Al entrar a la habitación, se dio cuenta que su esposa estaba sentada en la orilla de la cama, mirando fijamente hacía la puerta desgastada, como si estuviera esperando su llegada.
Justin sonrió al verla pero el rostro de Chloe se mantenía serio, sin ninguna expresión.
—Hola mi vida —se acercó un poco a ella —¿me estabas esperando?
—Eres un hijo de puta —contestó entre dientes.
Justin ante aquel comentario, abrió los ojos totalmente asombrado.
Te has metido en un problema Chloe.
—¿Perdón? Al parecer escuché mal —dijo frunciendo el ceño, tocando su oreja derecha.
—No, no escuchaste mal. Eres un reverendo hijo de puta —repitió manteniendo la mirada hacia él.
Estas muerta Chloe.
Justin caminó lentamente hacía ella, de una manera escalofriante.
El miedo recorrió el cuerpo de Chloe, pero se mantuvo firme. Estaba dispuesta a enfrentarlo de una vez por todas.
—¿Por qué me has llamado así, nena? —preguntó desabrochándose el primer botón de su camiseta negra.
Chloe tragó saliva.
—Me has mentido. Me dijiste que Jacob se había olvidado de mí acostándose con alguien más —sacó detrás de ella el folleto que había encontrado arrojado en el suelo y lo puso delante de su mirada —nada de lo que dijiste fue cierto. Él sigue buscándome.
Justin empezó a reír a carcajadas escupiendo en su rostro.
—¿Es por eso? —seguía riendo —sigue buscándote, mientras se folla a otra.
—¡Eso es mentira! —gritó moviendo sus manos —¡Él jamás me haría algo así! ¡Él me ama!
—No me interesa. Lo único que ahora me importa es como me llamaste.
—Eso es lo qué eres. Un hijo de p-u-t-a —contestó diciendo en sílabas la última palabra.
