epílogo

4.6K 419 290
                                    

"Sé la esposa perfecta"

"Sé la esposa perfecta"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

{}

Veintidós años después

Él miraba ansioso su lujoso reloj. Después volvió su mirada emocionada hacía aquel cuerpecito débil que yacía en la cama matrimonial.

Esto es realmente genial, pensó.

Todos esos meses preparando ese plan que haría de su sueño, realidad, había salido de maravilla. Jamás se había sentido tan orgulloso de él mismo, pues acababa de hacer el peor acto de su vida. Secuestrarla.

Ahora solo esperaba a que la pequeña morena abriera los ojos de una vez por todas.

Ellos dos se conocían desde hace dos años atrás. Él al momento de verla por primera vez, cruzando aquella gran puerta de la universidad, sintió que fue amor a primera vista. Su instinto le ordenó que le sonriera, más fue intento fallido, por que ella simplemente lo ignoro.

Siempre quiso establecer una conversación con ella, pero jamás se dio la oportunidad. Excepto por una única vez, que no fue nada agradable. Él caminaba a un paso acelerado para alcanzar a llegar al aula donde tenía su siguiente clase, antes de que sonara la campana indicando que ya no podían pasar, cuando chocó con la morena haciendo que todos los útiles de su bolsa cayeran al suelo. Él amablemente quiso ayudarla y le pidió una gran disculpa. Ella solo le gritó que era un imbécil y que la dejara en paz. He ahí el error.

¿Por qué no pueden ser amables con las personas? No saben de lo que son capaces de hacer.

Y al parecer ella no sabía de lo que él era capaz de hacer.

Y fue así como el chico empezó a observarla, día tras día, noche tras noche. Vivía a solo unas cuantas cuadras de su casa, y exactamente a las nueve con quince minutos, la miraba desde adentro de su coche cuando lo estacionaba detrás de un árbol. Pues a esa hora ella se desvestía para colocarse su sexy pijama. Eso lo enloquecía.

Cada vez su obsesión era más y más grande. Al grado de que ya no podía vivir sin ella. La deseaba, la necesitaba, la quería con él para toda la vida.

Decidió que a tan solo sus veintidós años, cometería la peor locura. La morena ahora sería de su propiedad, y de nadie más. Ahora solo sería de él... Para toda la vida.

Por qué a pesar de su corta edad, sabía que ella era la mujer de su vida, la cuál quería compartir cada momento a su lado y no dejarla ir. Sabía que ella debía ser su esposa.

{}

—¿Do-donde... estoy? —la morena despertó con un terrible dolor de cabeza. Trató de moverse, pero algo la detuvo al sentir como se lo impedía.

Luna de miel ≫ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora