¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
{}
—Lo siento, pero no tuve alternativa —dijo mientras se servía un poco de agua en el vaso de vidrio.
—Cruzaste la línea —lo miró enfurecido —no me molesta que hayas interrumpido mi momento con Chloe, ósea si pero me molestó aún más que mencionaras a Caroline.
Mike bebió un poco de agua y después colocó el vaso en la mesa de la cocina.
—Lo siento —suspiró —solo que escuché gritos mientras entraba a tu casa e imaginé lo peor.
—¿Como lograste entrar? La puerta siempre tiene los tres seguros puestos —contestó Justin mientras levantaba una de sus pobladas cejas.
—No tenía los seguros—afirmó.
—Imposible, ¿me crees tan imbécil para dejar la puerta sin candado? —rezongó molesto.
—En verdad Bieber, no estaban puestos —se defendió mientras se sentaba en la silla junto al comedor.
Justin se tensó.
—¿Y sí alguien intento entrar a la fuerza? —preguntó empezando a preocuparse.
—No... No lo creo —contestó Mike frunciendo el ceño.
Después de que Mike había entrado al sótano interrumpiendo el acto entre Justin y Chloe, esté enfurecido subió las pequeñas bragas de ella, para después desamarrarla de las cadenas y dejarla descansar recostada en la cama.
Justin ordenó a Mike salir inmediatamente de ahí para después dirigirse juntos a la cocina y hablar seriamente de lo que había ocurrido.
—Mañana mismo pondré más candados en la puerta, no puedo seguir arriesgándome a qué alguien entre a mi casa y encuentre a Chloe —miró bruscamente hacía Mike y lo señaló con su dedo índice —y tú, marica, no tienes derecho entrar así a mi hogar, si lo vuelves a hacer, te juro que ahora si te mato.
—No volverá a pasar —contestó rascándose el cabello —y perdón por mencionar a Caroline.
—No te perdono cabrón. Sabes que la primera regla de esta puta casa es no mencionar, ni hablar, ni siquiera murmurar sobre Caroline —dijo entre dientes, enfadado —y tuviste el maldito descaro de gritar su nombre delante de Chloe. Ella jamás debía enterarse de su existencia, y estoy seguro que cuando me vea me preguntará sobre eso.
—Lo sient... —fue interrumpido por un grito de Justin.
—¡Deja de decir lo siento! Solo sabes hacer eso, cagarla y cagarla para después arrepentirte —llevó sus manos a su cabello y lo jaló desesperado —en vez de pedir tantas disculpas, ayúdame a pensar que inventarle cuando me pregunté por ella.
