Era un día tranquilo, continuaban nuestros proyectos, ésta vez fuimos a casa de Caleb, como de costumbre Ed estaba en mi equipo, al terminar el trabajo Ed me pidió hablar conmigo un momento dijo que tenía algo importante que decirme, nos distanciamos del resto que se encontraba en el jardín entrando a la sala de estar de la casa, me senté en el sillón pequeño y éste se sentó en el mismo, me miró, con esa mirada tierna y transparente que solo él tenía, mirar sus ojos era como mirar constelaciones, solía perderme en su mirada de hecho esa vez lo hice, de tantas cosas que dijo solo recuerdo que menciono que yo le gustaba y no se había dado cuenta hasta que me vio feliz con Alex, que yo era muy bonita y que no sabía porque le gustaba que sabía que era tonto y esperaba que eso no cambiara nuestra relación, aquel momento me sentí como en un sueño, intente pellizcarme y efectivamente era real, ¡¡Ed se fijó en mí!! Eso fue tan increíble, ¡Dios! Me sentía tan feliz, por un momento me sentí como la última soda en el desierto, en un planeta lleno de mujeres bellas y perfectas, se fijó en este desastre.
Primer amor:
Debí saber aquel día que sería mala idea, debí saber que te perdería, pero decidí arriesgarme, recuerdo como por primera vez pude acurrucar mi cabeza en tu hombro, ese dulce y delicado beso que diste en mi frente, tan reducido el espacio entre nosotros que podía sentirme siendo solo uno, quisiera recordar cada palabra que salía de tu boca pero en cambió solo recuerdo como me perdí en tu mirada de niño, temeroso de un rechazo, te sentí tan real, desee besar tus carnosos labios, no me importaba nada, simplemente se detenía el tiempo mientras hablabas mirándome a los ojos, con esa sonrisa que me encanta, esa sonrisa que hasta el día de hoy, no he podido superar.
Estando en tus brazos olvide que me encontraba en casa de Caleb, olvide incluso que Alex a era quien debía amar, sentía todo tan real, que estúpida fui, Ed, aun te amo, nunca dejare de hacerlo, ¡Caramba! Aun ni siquiera logro olvidar cada fecha, ni siquiera olvido tu número, ni el de tu madre, aún no olvido tu fecha de cumpleaños, ni cada momento a tu lado, recuerdo como saliendo de casa de Caleb fuimos a la tuya, recuerdo cada frase de nuestra conversación al final del día encontrándonos solos en tu habitación, solo pasaba por mi mente el besarte para que no pronunciaras una palabra más y simplemente notaras que ambos nos amábamos descontroladamente, que estábamos hechos el uno para el otro, escuche con atención cada palabra, me dijiste que te pusiste celoso cuando bese a Othon, yo no tuve que decir mucho, tu sabías que te amaba, de hecho aún lo hago, te ama, M.
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¿Como te olvido?
Novela JuvenilLa historia de una joven que no supo como dejar de lado a su amor de infancia.