Capítulo 27: Un miércoles.

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  Lo nuestro continuaba de maravilla, Ed y yo íbamos progresando quizá no dejábamos las claves pero de vez en cuando se nos podría mirar abrazados y besándonos quizá alguna rara vez, guardábamos siempre la compostura ante el resto y llevábamos las muestras de amor a momentos a solas, fui su primer novia, le di su primer beso, disfrutaba de verlo nervioso, amaba sonrojarlo al decirle lo mucho que el significaba para mí, todo, eso significaba, solíamos hablar mucho y era una perfecta relación, y si, todo el mundo se enteró al cabo de quince días parecía noticia de la primer plana, muchos lo veían tierno, otros tonto, y algunos otros como los amigos de Alex e incluso Alex... no lo tomaban bien y no esperaba que lo hicieran pero era difícil.

Llegué a caminar por los pasillos del colegio y escuchar entre murmullos y risillas burlonas lo que se hablaba de mí, Alex y sus amigos habían dicho que yo había hecho muchas cosas con ellos y decían conocerme de pies a cabeza, me mandaban mensajes molestos ofreciéndome dinero para acostarme con personas y mandándome fotos de sus miserias como si yo estuviera interesada en ver a un montón de pubertos inmaduros sin bóxer, me sentía sucia aun sabiendo que no era verdad, era ya bastante molesto que me avergonzaba de mí, me daba pena ser yo.

Aparentemente todo seguía "normal" después de cancelar todas mis redes sociales y caminar acompañada de mis amigos a todos lados, por lo general la gente cobarde que se esconde tras una pantalla te ataca en grupo cuando estás sola y al tener compañía ni voltean a verte.

Me dedique únicamente a Ed, a escanear sus reacciones, a disfrutar nuestro noviazgo, a verlo sonreír, a ser la novia de Ed. Fue tanto el empeño que puse que deje de ser yo, me convertí únicamente en la novia de Ed, mi mundo era Ed.

Cuando creí que todo se calmaba y comenzaban a olvidar todo los chismes sobre mí volví a caminar con seguridad por el colegio pero no fue tan buena idea...

Fue un miércoles, había olvidado mi laminero para diseño arquitectónico y el maestro me envió a buscarlo ya que use la excusa de haberlo perdido, no tenía planes de regresar al salón de diseño, entre a mi salón y pretendía quedarme ahí a corregir apuntes y perder el tiempo apenas comenzaba a sacar una libreta cuando el crujir de la puerta al abrirse se escuchó, eran ellos, todos amigos de Alex, comenzaron a quererme hacer jugas con ellos a la botella y haciendo preguntas obscenas, tenía miedo, quería irme, pero uno de ellos parado en la puerta no me dejaba salir, les pedí que por favor me dejaran pasar pero mi miedo solo les hacía reír más, uno de ellos intento tocarme y me reúse entonces otros dos me sujetaron para que el resto pudiera meter sus manos en mí, comencé a llorar y no me podía zafar el que estaba en la puerta se acercó con un comentario vulgar, "como que nomás de ustedes yo también le quiero dar", se desabrocho en cinto y saco su miembro el resto forcejándome ya me habían bajado el pantalón deportivo del colegio y también mi ropa interior, me sentía tan sucia entre ellos solo quería irme, pero... ¡¿Cómo carajos se huye de siete hombres?!, todos me tocaban, me daban nalgadas, presionaban mis pechos, pellizcaban mis pompis, lograron bajar mi pantalón, y comenzaron a meter sus dedos y acercarme sus miembros tenía mucho miedo solo quería huir de ahí, gritaba y nadie me oía, mordí a uno mientras pateaba a otro en la entrepierna con eso logre zafarme un par de metros y volver a vestirme, estaban tan cerca de la puerta que huy al rincón a contra esquina de la puerta, no dejaba de llorar, otro de ellos opino que ya había sido suficiente que ahí lo dejaran, mientras los demás argumentaban que para que llegar tan lejos y no terminar nada, cuando se decidieron a volver a caminar hacía mi como enviado del cielo abrió la puerta mi profesor de inglés, inmediatamente noto que algo estaba mal, les exigió a los muchachos una explicación ellos le dijeron que me vieron llorar en el salón y habían entrado a ver como estaba, se burlaban mientras lo decían y se veían satisfechos de verme desecha, el maestro me miro y me pregunto esperando la verdad que si era cierto, estaba nerviosa, era muy joven, tenía miedo de volverlos a ver, simplemente asentí y no volví a decir más.

Nunca conté bien a alguien, nunca acuse a los culpables, nunca hice nada al respecto, solo calle. Aquel desagradable miércoles fue mi primer acercamiento a un hombre, o siete, daba igual, solo sabía que no quería volver a tener cerca a ninguno.

Saliendo el maestro inconforme con mi respuesta, salieron todos detrás de él, cerré la puerta con seguro y me quebré en llanto, no salí de ahí hasta que alguien toco para sacar su mochila, la clase había terminado, la última del día, era hora de partir.

A fuera encontré a Ed, solo quería que me abrazara y me dijera que él estaría conmigo que todo estaría bien, pero apenas y quise contarle cuando me dijo que yo me había buscado algo con ellos o no lo hubieran intentado, no tomo más relevancia y simplemente olvido aquel horrible miércoles.

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¿Como te olvido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora