Los verbos:

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No era capaz de mirarle a la cara sin sonreir, me mordí el labio provocando a Daniel, me di la vuelta en shock y entré en clase; menos mal, la de lengua no llegó todavía. Me senté en la última fila, en una esquinita al lado de la ventana, por la cual veía como los de cursos inferiores practicaban algún deporte con su correspondiente profesor.

- Iris García y Daniel Fernández salgan un momento -nos asustó la profesora de Lengua desde la puerta-

Mientras salíamos bajo la mirada de todos, solo le pude decir a él "¿Qué hemos hecho?" a lo que él levanto los hombros en señal de que no tenía ni idea.

-¿Me podéis explicar el numerito de la puerta?-comentó la profesora-

-Pues...

-Iria yo lo explico. A ver tía, que me gusta la chiquilla y le he dado un beso ¿tan raro es?

-¿Cómo me ha llamado? No hay ninguna confianza para esos coloquialismos.

-Venga que sí, como si tu nunca hubieras dado un beso.

-Daniel cállate, te vas a buscar un lío.

-Ja, mira solo ha sido un beso, ya está. Como estan las cabezas...

¿Sólo un beso? ¿Sólo quería eso?

-No os mováis, Daniel tienes una amonestación, Iria esta vez te salvas.

-¿Gracias?

-¿Quieres una?

-¿Quiiris ini?-empecé a burlar, esto era divertido-

-Tienes un parte, otro más y estas expulsada.

Esta vez no dije nada, me quedé callada con la inquietante mirada de Daniel clavada en mi. La profesora se fue al despacho de la directora, y yo me dirigí a los aseos.

-¿Dónde vas?

-"Solo fue un simple beso"

-Oh vamos. Iria, Iriaa

Me agarró del brazo ya que me alejaba de él. Me aproximó a él, levantando mi cabeza.

-¿En serio crees que fue solo un beso?

-Eso fue lo que dijiste tú. Estuvo muy bien la verdad, pero todo lo bonito tiene su final ¿no?

Me solté de sus musculosos brazos y me encerré en uno de los baños, el único que tenía papel higiénico. Me senté en el suelo de dicho baño rodeando mis rodillas con los brazos.

-Me gustaría, me encantaría, quiero; despertarme con uno de tus besos, esos que dan la vida, y acostarme con otro. Mientras sueño que todo sea ifinito.

No pude evitar sonreir, abrí la puerta desde el suelo estirando el brazo; allí estaba, ahora sí puedo decir, mi príncipe azul. Se agachó quedando en cuclillas, me miró y sonrió. Era feliz.

Volvimos a clase, continuamos con la clase de Lengua; tocaba conjugar verbos, nos dieron cuatro verbos; "comer, practicar, querer y conducir".

-Iris, tercera persona del singular del primer verbo escrito, incluyelo en una oración.

-"Él come a las tres"

-Daniel, primera persona del singular del tercer verbo, en una oración por favor.

Se hizo el silencio, todos le miramos, él sonreía.

-"Yo quiero a Iria"

¿Qué? Ahora la clase me miraba a mi, me quería morir, pero a la vez era muy bonito. Acabó la clase, recogí todo y me encaminé a mi casa; hoy tocaba currar.

Recuerdos. (Dani Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora