11. Traición.

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–¡ALISSAAAAAAAAAAAAA!–corrí hacia ella gritando.

–¿Alex? ¿Qué rayos te pasa?–preguntó acercándose preocupada.

–Alissa había una medusa y-y una estrella de mar y ¡AAAAAAH! Muchas cosas–dije gritando.

–¿viniste hasta acá para decirme que viste una medusa y una estrella de mar?–preguntó seriamente.

–Sí.

–¡Ve con Blake estúpida, lo dejaste solo!–gritó enfadada.

–Está con unas chicas–dije despreocupada–Está con unas chicas...–susurré–¡NO DEBÍ DEJARLO MALDITA SEA! Esas chicas le hacían ojitos y le coqueteaban y agh, eran lindas–me encogí de hombros.

–¿Celosa?–preguntó burlonamente.

–¿Qué? ¡Claro que no! Nos conocemos hace una semana, idiota–ataqué.

–Relájate, fiera, ve con Blake–me empujó

Caminé tranquilamente hasta el, y si, estaba con las chicas, hablando, riendo, coqueteando.
Respiré fuertemente antes de llegar.

–¡Alex!–exclamó Blake feliz.

–Hey–dije mirando a las chicas.

–Soy Bella, ella es mi novia Cassidy, los vimos aquí y...bueno, estamos solas, y queríamos invitarlos a una fiesta–exclamó la chica rubia.

–¿Fiesta?–pregunté atónita–No nos conocemos, ¿No es peligroso?–pregunté.

–Cariño, las fiestas son para conocer personas, para enrollarte con quien quieras, para tener sexo descontrolado, para emborracharse, para drogarse–comentó Cassidy.

–Lleva a tu novio, y amigos, los esperamos–no dio un papel y se fue.

Se fue dejándonos confundidos a ambos. ¿Acaso es normal que alguien se te acerque a invitarte a una fiesta, no contando que no la conoces ni has entablado una conversación con ella?
Ay Los ángeles, me has traído tantas historias.

–¿Quieres jugar a algo?–preguntó Blake girándose hacia mi.

–¿Algo como que?–pregunté divertida por el alma de niño de este adolescente.

–Algo como que te...persigo–dijo–A la una...–contó y comencé a correr hacia nuestros amigos–A las dos, ¡Y a las tres!–gritó y corrió hacia mi.

Corríamos dando gritos y llamando la atención de muchas personas, que nos veían y reían por el comportamiento infantil. ¿por mi parte? Pues. Me estaba divirtiendo más que nunca, era genial pasar tiempo de calidad con alguien que no fuera mi hermana, y Blake me ha ayudado bastante aquí en LA.

–Te tengo–me alzó como si de una princesa se tratase.

–No me mates–dije riendo.

–Um, haré algo mejor que eso–dijo y caminó hacia el mar.

–No, no, no Blake, te juro que te mato–dije intentando soltarme.

–Está muy helada–dijo–perfecta para un día caluroso–y me soltó.

Caí en el agua fría dando una grito y golpeándome en la arena, el agua salpicó a mi cara y mi cabello se mojó, tragué un poco de agua, pero fue refrescante, lo admito.

–¡Traición!–grité riendo.

Me paré dispuesta a mojar a Blake, y tirarlo sí es que pueda. Caminé hacia el y lo abracé mojando su torso desnudo.

–Aléjate–dijo mientras reía.

–Venganza–lo abracé e hice toda mi fuerza para tirarlo.

No contaba con que ambos terminaríamos en el suelo, riendo como focas con retraso y dejando que el agua nos arrastre hacia afuera. Ambos nos paramos y logré divisar a un Blake mojando, con su cabello lleno de agua, y sus abdominales notablemente formados.
Lamí mis labios y fijé mi vista en su cara, no quería parecer una maldita violadora.

–¿Vamos?–preguntó apuntan a los chicos.

Asentí, y le pregunté si me podría subir a su espalda, el dijo que si y lo hice. Nuestros cuerpos mojados estaban muy unidos, y quizás para ustedes suene algo caliente, lo único que podía pensar en ese momento era la gran felicidad que sentía.

–Miren los que se dignaron a llegar–comentó Tyler.

–Sí no quieres que vaya y te lance la medusa que encontraron en la cara, cállate y no seas metiche–amenazó Madison desde lejos.

Reí y Tyler me miró con cara de pocos amigos, creo que no le caigo muy bien.

Madison y Alissa se acercaron a mi, con una pelota de volleyball.

–¿Juegas?–preguntó Maddie.

Asentí y lamí mi labios, mientras ellas se sacaban la ropa quedando en traje de baño.

/Beautiful Kind/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora