17. Hermanas peleadas.

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–¡Camille Elizabeth Curie!–grité bajando las escaleras enojada.

Gracias padres por darnos este día solas o se hubieran enterado del dilema y la gran pelea.

–¡EXPLICAME POR QUÉ MIERDA HAY UN CONDÓN USADO BAJO TU CAMA!–grité haciendo un escándalo.

Todos los chicos me miraron pálidos y Camille se puso tan roja que no sé si era de furia o de vergüenza.

–¿¡Por qué revisas mi habitación!?–preguntó acelerada.

–¡Explícame por qué tienes esto!–se lo tiré en la cara.

Los chicos hicieron cara de asco y Camille lo tiró directo a la basura.

–¡Bien! Tuve una noche salvaje, ¿qué más quieres?–gritó harta.

–¡Perdiste tu virginidad con un cualquiera!–le regañó Alissa.

Camille abrió los ojos como platos y miró a Madison con odio. ¿Qué rayos? Como si Madison tuviera la culpa.

–Tú–la señaló con su dedo–Estoy segura de que tu le dijiste que visitara mi habitación, estás tan celosa de que yo tenga algo con Tyler y tú no–rió con odio.

–¡Fue con Tyler!–le grité–¡TIENES QUINCE AÑOS! ¿Acaso quieres presumir algo? Bien, tuviste sexo con un tipo mayor que tú. Anda, corre y dile a tus amigas, pero te digo de antemano que lo único que te dirán es que eres una zorra, ¡porque lo eres maldita sea! Eres una zorra–descargué mi odio contra ella.

Me arrepentí en un instante al ver cómo sus ojos verdes se tornaban grises de furia, y se acercaba a Madison con coraje. En ese momento me dio igual que ella fuera mi hermana y me puse delante de Madison, protegiéndola y viendo la cara de indignación de Camille.

–¡La defiendes a ella! Yo soy tu hermana, yo soy tu sangre. Lamento informarte que ella no, ella es solo una perra chismosa y celosa. Eso eres, ¡Te gusta Tyler y no quieres admitirlo! Pero sabes, ya lo perdiste, porque te hubiera gustado escuchar como gemía mi nombre–encaró.

Abrí mis ojos y la empujé lejos de mi y de Maddie. Lejos de todo lo que me importa.
Lastimosamente, yo no conocía quién era esta chica. Ella no era mi hermana. Se había convertido en otra cosa.

–Pues te quiero informar que ella en dos semanas a echo más que tu en el sentido de hermanas, y desearía que ella lo fuera y no tu.
Te felicito, te acostaste con Tyler. Y Tyler, ¿sabes cuántos años tiene Camille? ¡Quince! Y tú tienes diecinueve malditos años, ¡Eres mayor de edad y te acostaste con una menor de edad! Lo siento pero me siento deshonrada de que seas mi hermana–Dije y me fui de ahí.

Quizás me sobrepasé, quizás actúe mal, quizás dije cosas que no debería y quizás me metí en asuntos que no debía. Pero me importa la salud de Camille, porque aunque sea una hipócrita por todo lo que dije, ella sigue y seguirá siendo mi hermana para toda la vida. Sí no hubiera sido consiente y hubiera quedado embarazada, no sé que pasaría con esta familia.

–Hey–Blake me saludó mientras se sentaba a mi lado.

Recargué mi cabeza contra su hombro y cerré los ojos tragándome las ganas de llorar.

–La cagué Blake–murmuré–Camille le dirá todo a mamá y me echará de casa, junto a Alissa.

–Ella es tu madre Alex, es imposible que haga eso.

–Mi madre es capaz de todo para proteger a Camille, aunque implique que dos de sus hijas sean infelices. La entiendo, algunas veces pensamos ciegamente y hacemos lo que no debemos. Me dejaran sola, y tengo que empezar la parte más difícil de mi vida–dije tristemente–Y todo es mi culpa.

–Quizás lo sea, pero no puedes dejarte caer porque algo sucede. Tienes que seguir adelante, ellos te apoyarán con la universidad Alex, estoy seguro, y sí es que tu madre te echa de casa tienes mi casa para quedarte, mi madre lo menos que tendrá es problema. Ellos son tus padres, te querrán de una manera u otra–dijo dándome un abrazo.

Luego de ese largo abrazo volvimos a entrar, y me di cuenta de que Alissa estaba con Madison hablando preocupadas. Y Camille lloraba mientras hablaba por teléfono mientras Tyler la hacia caricias en los hombros.

Todo esto es tu culpa, entrometida.

Luego de que Camille cortó se acercó a mi con lágrimas en sus ojos y lanzó el celular hacia mi, haciendo que terminara en el suelo.

–Date por muerta, papá y mamá vienen en camino y estoy segura de que las van a echar de casa. De todas maneras, no me quieren como hermana, no las quiero, no las necesito y ojalá, no hubieran existido–dijo y limpió sus lágrimas para ir adentro y casi todos siguiéndola.

Miré a Alissa y se me hizo más que difícil verla llorar en los brazos de Madison.
Nos van a echar de casa.

/Beautiful Kind/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora