19. 6 pasos para hacerme feliz.

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–¿Ir al cine?–Blake se sienta en la cama de invitados.

Blake había estado alrededor de media hora intentando subir mi ánimo, y no lo había conseguido.

–Anda Alex, yo sé que quieres hacer algo divertido–dijo dando pequeños saltitos.

–Déjame pensarlo–dije–No.

–Se que caerás con esta–dijo chistando su lengua–Parque de diversiones–sonrió.

Me paré de la cama efusivamente tomando mi bolso.

–Alista tus maletas, querido amigo, acertaste–dije bromeando.

–¡Lo sabía!–gritó levantando sus brazos–Vámonos–dijo y salió rápidamente por la puerta.

Lo seguí pero antes tomé mis anteojos, no quería que el sol llegara directo a mi cara.
Bajé las escaleras saltando y saludé a su pequeña hermana, para luego salir de ahí y subir a mi al parecer nuevo transporte.

Llegamos al parque de diversiones y como era sábado, estaba lleno, niños corrían de un lado a otro y sus padres los seguían. Muchos pasaban con algodones de azúcar o palomitas de maíz. Se me antojó una.

–Ven, vamos a comprar algodón de azúcar–paso 1 para hacerme feliz.

Me tomó de la mano y caminamos con rapidez hasta el señor, y Blake compró dos, ambos comimos entre risas.

–¿Montaña rusa?–preguntó sonriendo.

–¡Claro que si!–grité llamando la atención de todos.

Rió y nos subimos a la muy esperada montaña rusa, ¡fue genial!

Después de unas horas divirtiéndome en los juegos, a ambos nos dio hambre y tuvimos que recorrer todo el lugar buscando algún lugar donde comer, y al parecer no había. ¿Quién crea un parque de diversiones sin comida?

–Creo que tendremos que ir a comer a otro lugar–dijo Blake parando repentinamente haciendo que me diera en la nariz con su espalda.

Reí como estúpida y él me miró alzando una ceja confundido.

–¿Pizza?–preguntó.

Segundo paso para hacerme feliz.

Asentí y el se agachó un poco, haciendo una seña para que me subiera a su espalda y no caminara. Ay, tercer paso para hacerme feliz.
Me subí energética y el se paró bien para seguir caminando, mientras yo me divertía jugando con su cabello, es tan sedoso y suave. Blake es tan malditamente alto que siento que puedo ver toda la ciudad desde aquí, bueno, quizás exagero.

Luego me bajó para que ambos nos pudiéramos subir a la motocicleta, y anduvimos a una velocidad bastante acelerada, haciendo que el camino se hiciera extremadamente corto. Llegamos a un lugar donde vendían comida italiana, era bastante elegante, y la cara de Blake se deformaba de tan solo ver cómo y cuánto costaban las pizzas.

Tomé su brazo, alejándolo de ahí.

–Vamos al centro comercial y te compro un helado y una pizza–dijo casi rogando.

–Esto es demasiado para mí–reí–me veré como una total idiota comiendo pizza como...yo, en un lugar así.

Fuimos al centro comercial más cercano, que era bastante grande, y entramos para luego ir al lugar donde vendían pizza.
Comimos relajados y riendo, y luego que terminamos Blake me llevó a conocer el gran centro comercial. La cantidad de tiendas de ropa que habían hacia que mi mente explotara.

–Yo invito al helado–dijo mientras no atendía el mesero–Me da uno de chocolate amargo, con frambuesa y menta, y el otro de dulce de leche–¡Cuarto paso para hacerme feliz!

El mesero se fue y Blake me sonrió fugazmente, mientras tomaba mi mano, y mi cara se deformó al ver a la lejanía a Tyler y Camille tomados de la mano, viniendo hacia esta tienda.

–Ay no, no, no, no–dije tapando mi cara.

–¿Sucede algo?–preguntó confundido.

Le hice un ademán de que girará y el lo hizo, sin disimular mi nada, ugh, soy igual.
Luego se giró frunciendo el ceño.

–No puede ser coincidencia, ¡eso solo pasa en las historias! Estoy segura que mi hermana me quiere hacer sufrir, debería llamar a la policía y denunciar a Tyler de abuso sexual–expliqué escondiéndome detrás de su cabeza.

Me miró alzando una vela con una mueca de felicidad.

–Te pasas–dijo riendo.

Luego llegaron los helados haciéndome olvidar lo malo.
Blake tomó un poco de helado en la cuchara y luego puso un poco en su nariz, fingiendo que no se había dado cuenta y actuando algo raro, haciéndome reír y llamar un poco la atención de las personas.

Quinto paso para hacerme feliz.

Luego terminamos y nos fuimos rápidamente a su casa, y estuvimos un largo rato hablando en la habitación. Y a Blake se le ocurrió la gran idea de ver películas, de terror.
Me encantan las películas de terror, podría trabajar en una.

Pero a decir verdad, la película que habia elegido, era tan mala que me dieron ganas de dormir. Blake se acercó y me dio un beso en mi cabello.

–Sexto paso para hacerme feliz–dije sonriendo con los ojos cerrados–Gracias por darme un día genial, y hacerme olvidar todo lo que sucede–susurré.

–No me lo agradezcas, te mereces esto y mucho más–dijo y comenzó a tararear una canción, haciéndome dormir en unos instantes.

/Beautiful Kind/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora