16. Husmeando.

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–De verdad me la pasé increíble Blake–sonreí mientras en se apoyaba en su motocicleta.

–¿En serio? Wow, pensé que te aburrirías.

–Fue increíble–dije.

–Bueno, me tengo que ir, mi madre me espera en casa, tengo que hacer algo con mi hermana–dijo.

No se si despedirme de un beso en la mejilla, en los labios, o un abrazo. Oh dios, veo la cara de confusión de Blake y me da miedo. Me voy a hacer pipí.

Lo abracé y luego le di un beso en la mejilla para luego ver cómo se va a gran velocidad. Suspirando camino hacia la casa y antes de poder abrir Alissa abre la puerta.

–¿Un beso y un abrazo en la mejilla? ¿En serio? Estuve todo el rato parada aquí viendo cómo hablaban para que se despidan de beso en la mejilla–dijo frustrada–En fin, ¿cómo te fue?

–Fue, agh, hermoso. Me llevó a cenar a la luz de la luna, ¡comida italiana! Mi favorita, y luego me llevó al parque y me tocó una canción, ¡Me la dedicó Alissa! Me dedico un verso que decía que se enamoraba con cada respiro. Me hubiera puesto a llorar ahí mismo pero fue tan emocionante que lo besé, ¡Lo besé y me correspondió!

–¡AH! ¡LO BESASTE! ¡TE DEDICÓ UNA CANCIÓN! AY AY AY SON DEMASIADO LINDOS, ¡SU SHIPP SE LLAMA BLEX! DIOS MIOOOOOOOO–gritó mientras corría por toda la casa.

–¡Intentamos dormir Alissa Curie! Deja de gritar o te castigo–gritó mamá.

–Tengo diecinueve años y aún me amenazan con un castigo, Dios mío.

–Bien hermanita, estoy muy cansada y quiero dormir. Mañana seguimos hablando–me despedí.

Subí a mi habitación a torpes pasos y cerré la puerta, para luego sacarme la ropa y ponerme mi pijama. Me acosté y luego apagué la luz, dejando que todos mis pensamientos se fueran y el cansancio hiciera su parte.

Todo estaba muy bien hasta que a algún vecino se le ocurrió poner música fuerte, agh, creo que hoy no dormiré.

–¡Despierta! Es medio día–gritó Camille.

–¡despierta Alex! Mamá nos mandó a las tres a comprar, además, es medio día–dijo.

Me removí entre las sábanas, y gruñí cansada. Había dormido muy bien, y estaba tan a gusto en mi cama que no estaba en mis planes levantarme.

–¿Compras para mamá?–hablé con voz ronca–¿Qué clase de excusa barata es esa?

–Vienen sus amigos, ya saben, su "squad" y mamá nos dejó encargadas de el almuerzo–explicó Camille.

Me paré de mi cama lentamente, bostezando, y le pedí a las chicas que se fueran para poder bañarme y vestirme.
Una vez lista, salimos a comprar a Walmart, el supermercado más cercano.

–Pasta, salsa de tomates, ¿pimienta?–leía–Necesito renovar mis gafas–dije.

–Carne–dijo Alissa sacando una bandeja de carne.

–¿Haremos pasta?–preguntó Cam.

–Sí, sí y si–asintió Al.

Pagamos y nos fuimos a casa, a cocinar ya que los chicos llegarían en unos veinte minutos. Con la pasta cociéndose, los chicos llegaron, junto a Madison y algunas de las amigas de Madd. Blake venía con una sonrisa gigante.

–Al parecer Alissa les informó que teníamos piscina–dijo Camille viendo a Madison con un flotador de pizza.

Basta, amé el maldito flotador.

–Aham, tu hermana nos dijo–Maddie apuntó a Al–y querida, te cargas un humor de los mío demonios.

–¿Quién rayos te crees para hablarme así?–Camille intentó ser mala pero no salió y consiguió risas de Madd.

–No lo intentes cariño, soy mayor que tú y más astuta–dijo y tomó mi brazo para salir.

Conversamos por un largo rato, con nuestros pies dentro de la piscina. Luego los chicos vinieron y se dieron un gran baño en la piscina.

–No me cae tu hermana–dijo viendo a Camille hacer de las suyas con Tyler.

–A mi tampoco–dije y ella se sorprendió–Osea, a todo el mundo le cae mal su hermano pero literalmente yo no la soporto. Se cree hija de papi y mami y mi madre y padre no la toman mi encuentra. Aunque por ser la menor es la que más quieren, la que le dan todo, la que sí saca mala calificaciones no la castigan. Ese era mi puesto, hasta que llegó.

–¿No crees que es algo...agrandada? Digo, solo tiene quince y se le insinúa a Tyler–la señaló.

–Solo lo sabré si husmeo sus cosas, vamos–la tomé del brazo y la llevé a la famosa habitación que nadie puede tocar aka la habitación de Cam.

Ambas comenzamos a buscar, y por desgracia yo me metí debajo de la cama, encontrando lo que nunca pensé de mi hermana.
Un condón usado.

/Beautiful Kind/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora