9. Al parecer no estaba tan mal.

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Me levanté con humor, con buen humor, cosa rara en mi.
Me di la ducha más larga de mi vida, y luego me maquillé. Sequé mi cabello y luego bajé a desayunar, un olor a café invadió mis fosas nasales.

–Buenos días–saludé a mamá y Alissa.

Abrí el refrigerador buscando las fresas y frambuesas que había comprado hace unos días, y mi yogurt. Luego saqué la granola y lo puse en un bowl, todo ordenado y bien echo, para luego ir y sacar una taza para llenarla de café.

–Buenos días–saludó Camille.

Rodé los ojos y me acerqué a Alissa.

–¿Qué tal bicha?–preguntó.

–Ñe, lo normal. ¿hoy vas a la universidad?–pregunté comiendo.

–No, tengo el día libre–sonrió–Quizás te vaya a buscar a la escuela.

–Todo el mundo me va a reprochar que tengo una hermana linda y voy a ser categorizada como la fea de la escuela–dije–Ah verdad que Camille es más fea que yo–la molesté y le saqué la lengua.

–¡Mamá!–gritó soltando una cuchara.

–Alexa trata bien a tu hermana.

–Madura Camille–dijo Alissa bebiendo café.

–¿Qué madure?–preguntó enojada–¡Alex me molestó primero!

–Oh no puedes decir eso, ¿quién me ha estado toda la semana jodiendo? Tú Camille, ya me aburrí de esto, adiós–besé la mejilla de Alissa y fui a buscar mi mochila para irme a la escuela.

Caminé el largo tramo de quince minutos a la escuela, y cuando llegué estaban todos los alumnos afuera, como siempre, haciendo cosas estúpidas.

–¡Llegó la reina Isabel!–gritó una rubia y se acercó con su grupo–¿Qué tal todo Inglesita?–se burló.

Rodé los ojos e intenté pasar e ignorarlas pero eran como una barrera.

Contrólate Alex, contrólate, no quieres que te lleven a la cárcel por asesinar a unas chicas que te hacían burlas por tener acento británico.

–No soy británica–sonreí hipócritamente.

–¿Ah no? ¿Qué eres?–preguntó confundida tocándose el cabello.

–Soy canadiense–dije harta de darle explicaciones a quien no conocía ni debía.

Todas comenzaron a reír y me dieron una ganas de arrancar su lindo cabello castaño, y algunas rubias, o quizás pelirrojas, ay no se.

–No somos idiotas, las canadienses no tiene ese acento–dijo–Además no tienes cara de canadiense, tienes cara de otra cosa, cara de...mhm, cara de perra por andar tras Blake Clark.

–Tu tienes cara de prostituta mezclada con un cerdo, y tú cabello es horrible, y teñido. Mueve la nada de trasero que tienes de aquí o llamo al director–Madison llegó por mi salvación–Ahora–impuso.

Las chicas se fueron y Madison me miró sonriendo.

–De nada–dijo.

–Mhm, ¿Blake va a esta escuela?–pregunté.

–No, va en una escuela privada–explicó–cerca de aquí, de echo ahí nos conocimos, yo iba a esa escuela pero les pedí que me cambiaran.

–Ojalá fueran así mis padres–mencioné y ella rió–¿Es popular o algo por el estilo?–pregunté caminando a su paso.

–¿Popular? ¿Blake?–preguntó y rió–Claro que no cariño, Danielle y Blake eran amigos pero Danielle se enamoró de él y Blake nunca correspondió, por lo que se alejaron.
Seguramente ella te vio con el y pensó que eran novios o algo así, tranquila, es algo hiriente lo que dice pero perro que ladra no muerde–explicó.

–Supongo que estamos en las mismas clases–dije.

–Acertaste–dijo y enganchó mi brazo con el suyo–Tengo que presentarte a las chicas, serás del agrado de todas.

Sonreí y caminamos hasta el salón, donde Madison habló con unas lindas chicas.

–Alex ellas son Hailey–señaló a una rubia–Angela–una castaña de ojos verdes–Taylor–una chica alta y rubia–Y Kylie.

Todas me sonrieron y comenzaron a hablar conmigo. Oficialmente, la escuela no era tan mala.

/Beautiful Kind/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora