➳Dos

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《El problema》

Ladee el rostro, manteniendo escondidas al completo mis emociones mientras observaba de cerca al líder de los salvadores por primera vez en semanas.

Su rostro se mantenía impasible, pareciendo helado, mientras conducía y de vez en cuando me dedicaba pequeñas y cortas miradas que parecían carentes de algún sentimiento, pero que a la vez eran intensas y algo profundas.

El tipo daba miedo.

Carl se quejaba por lo bajo a mi lado, gruñendo mientras soltaba algunas maldiciones completamente sorprendentes, y mi boca se ladeo en una sonrisa al escucharlas, sin que pudiera evitarlo realmente.

 - Mierda, Adelaida - se quejó , su voz resonando con molestia en cuanto me vio sonreír a pesar de la situación.- Tus planes siempre terminan mal - me reprochó nuevamente.

- Vamos, niño - siseé, ofendida.- ¿Ahora es mi culpa? - él no dudo en asentir, logrando llenarme de indignación.

- Claro que si, debías darle de lleno de la cabeza y en cambio solo vacilaste, ahora irá a casa y papá nos destrozará por esto - rodeamos los ojos a la par, sabiendo que en eso tenía razón.

Papa se volvería loco.

- Mejor suerte para la próxima - gruñó el moreno, que hasta el momento no había hablado, y que parecía en realidad divertido por nuestro plan fallido.

- ¿Eso crees? - pregunté, empujando mi cuerpo un poco más cerca del suyo mientras le dedicaba una mirada helada, mi paciencia siendo llevada al límite debido a la estúpida arrogancia fija en su rostro.

Mi sonrisa creciendo sin que nadie lo notara en cuanto su mirada se movió hacia abajo, sobre parte de la piel de mis muslos desnudos, por cortos segundos en los que apretó levemente las manos sobre el volante, con obvia molestia ante mi desafío.

- No causes algo peor, Adelaida - Carl me arrastró de nuevo hacia atrás, dedicándole una fría mirada al salvador mayor.

- Claro - bufé, aceptando quedarme en mi lugar mientras mi hermano todavía soltaba algunas maldiciones.- Finalmente, ya me dolía el culo - hablé minutos después al llegar, bajando de la camioneta mientras sonreía de lado con diversión.

- No es mi culpa, tú querías que hiciéramos esto – Carl susurró por lo bajo.

- Claro que lo quería, pero debías matarlo, no traerlo a comer, imbécil – le gruñí en un susurro, molesta también.

- ¿Que yo debía? - medio gritó, molesto.- Ese era tu trabajo, pero claro, déjale la parte sucia al menor – me encogí de hombros, suspirando mientras le restaba importancia.

- ¿No se te ocurre pensar que tal vez no lo hice yo porque estaba demasiado ocupada distrayendo a sus ineptos hombres? – Carl frunció el ceño.

- ¿Como mierda los distrajiste? – sonreí.

- No es realmente importante – me encogí de hombros, guiñándole un ojo.

- Claro, por supuesto – refunfuñó entre dientes.

- Tuve que hacer un pequeño sacrificio - le resté importancia.- nada que puedas querer saber, de verdad – hizo una mueca.

- Si, definitivamente no necesito saber – aseguro, logrando hacerme sonreír.

- Exacto, hermanito – susurre.- ¿y tu no tienes un lugar al que volver? - pregunte, girándome para darle una mirada a Negan, que hasta el momento se había mantenido en silencio, con una sonrisa burlona pegada en la cara.

- Por supuesto, niña - rodee los ojos, manteniendo mis brazos cruzados.

- Bien – le sonreí.- Ya sabes donde esta la puerta - su risa resonó con visible diversión y yo solo pude suspirar.

Obviamente no iba a ser tan jodidamente fácil.

- En realidad me gustaría quedarme para conocer el lugar - claro.

- Bien, lo que sea - siseé.- Pero no tardes mucho, todavía tienes una cita pendiente para limpiar los cadáveres de tus hombres – la sonrisa no se borró de sus labios, pero la burla siguió bailando en sus ojos a pesar de mi provocación.

Y de todos modos decidí que era mejor no quedarme lo suficiente, al menos no perdiendo mi tiempo en algo como esto.

(...........................)

- Tal vez tú y yo podríamos... – Rodeé los ojos fastidiada mientras el horror se adivinaba en los rasgos de Olivia ante la propuesta que el líder salvador le hizo en un susurro no tan bajo. 

- Uh - susurré, viendo con diversión cuando el rostro de Negan se volteó por la cachetada de Olivia.- Eso debió doler - Carl sonrió de lado.

- ¿Dónde está su padre? - Negan se acercó segundos después, con una sonrisa adornando su rostro, y una marca roja aún reposando sobre su mejilla.

- Por ahí - me encogí de hombros, llevando mi atención nuevamente al libro que estaba leyendo antes de que me interrumpiera.

- Muy ocupado - agregó Carl, ignorándolo también.

- Por supuesto - Negan gruñó, sonando claramente molesto ante nuestra falta de interés.

- Puedes sentarte a esperar o puedes irte - sonreí quitando mi vista del libro solo para hablarle con aburrimiento.- La verdad no me interesa - él alzó una ceja y farfulló algunas maldiciones antes de simplemente desviar un poco su atención.

-  Ni lo pienses - Carl le advirtió cuando observó a Judith con una sonrisa amistosa, haciendo el amago de acercarse para tomarla en brazos.

- O solo hazlo, por supuesto que no tengo problema - me queje con sarcasmo cuando nos ignoró y de todos modos tomó a nuestra hermana en brazos.

Tenía la impresión de que todo esto se tornaría jodido.

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editado✓


Savage ➼ Negan (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora