FROZEN - Parte I [completa]

Capítulo 7

Algunos rayos de sol que entraban por la ventana, comenzaron a iluminar los ojos dormidos de Lexa, lentamente despertándola. Estaba amaneciendo, la morena abrió sus ojos para de inmediato poner sus manos tratando de tapar esa luz intensa que la encandilaba, su cuerpo era sujetado por los brazos de Clarke, quien dormía aun profundamente, con su rostro apoyado en el pecho de ella.

Lexa miró de inmediato a su amada, y sonrió, respirando profundamente, era la imágen más bella que pudo haber visto en la mañana, después de una noche de amor y entrega mutua, tan mágica y especial. Sin meditarlo, le dió unos pequeños besos en la frente a su hermosa mujer, quien tan sólo se aferró más aun a su cuerpo, como un oso de peluche, lo que enterneció de sobre manera a la morena.

Lexa alcanzó a tomar su reloj para ver la hora, eran las 6:10 AM, se quedó mirando el techo de la habitación, poniendo sus cabellos hacia atrás, meditando por un instante, en el hermoso día de cumpleaños que había tenido junto a esa hermosa mujer que dormia a su lado, y la que ahora pertenecia en cuerpo y alma.

Simplemente no podia creer lo feliz y amada que se sentía, era como haber nacido nuevamente en los brazos de su bella Clarke esa noche. No había sido un sueño, era tan real como el hermoso cuerpo que la rodeaba con tanta ternura.

Le daba lástima despertar a su dulce dama, trató cuidadosamente de salir de entre sus brazos, poniendo una almohada en su lugar, para ir al baño. Se quedó ahi parada, al lado de la cama, mirando por un instante a la rubia que estaba perdida entre sus pelos revueltos, ahora aferrada a una larga almohada. El sol que entraba iluminaba el cuerpo desnudo de Lexa, podia sentir el calor en su piel, pero no le importaba, sólo observaba a la mujer que amaba, a la cual pertenecia.

Muchos pensamientos cruzaban su mente, nunca había estado en una relación seria y romántica desde Costia Meyers, cuando tenía tan sólo 18 años. No sabía muy bien como era tener una novia, era extraño, pero lo único que sabía era que Clarke era suya, y ella era de Clarke, y que por ende deberia protegerla, cuidarla, amarla, volverla parte de su mundo, de su vida. Queria despertar en esos brazos cada día, y dormirse haciéndole el amor hasta el cansancio. Darle el mundo y aun más, lo que deseara, lo que la hiciera feliz.

De repente, sus pensamientos fueron interrumpidos por movimientos del cuerpo de Clarke, que comenzaba a sentir los rayos de sol. De inmediato corrió a la ventana para mover las cortinas, cubriendo la luz solar, asi su hermosa mujer podria seguir durmiendo. Luego se dirigió al baño, tomó una ducha, se vistió con el corpiño CK y un rip jean de Clarke, que encontró entre ropas que la rubia tenia acumuladas en una silla en su habitación.

Después se dirigió a la cocina, queria prepar el desayuno para su amor y para ella, y queria hacerlo especial, como buena cocinera que era. Pero era una decepción abrir esos viejos muebles en la cocina del departamento de Clarke, ya que eran puro desorden, y nada que pudiera usar para hacer unos pancakes. El fridge no era mejor, sólo unas cervesas, algunas comidas en cajas de plástico, un par de huevos, y un cartón de leche viejo que olia espantoso.

-         Oh por Dios! Mi dulce Clarke... qué voy a hacer contigo..? cómo demonios puedo hacerte el desayuno cuando no tienes nada..?!

Miraba algo decepcionada por la pequeña ventana de la cocina que daba a la calle, cuando su teléfono vibró. Lo tomó de inmediato, leyendo que era un mensaje de Indra, preguntándo si todo estaba bien y recordándole que tenia que estar en el hospital a las 11:30, para hacerce los exámenes que la Dra.Griffin le había pedido.

Lexa contestó al mensaje de Indra, diciéndole que estaba muy bien y que estaría a hora en el hospital. Luego llamó a su guardespaldas, que estaba en el auto afuera del departamento de Clarke, diciéndole que se preparara para llevarla de shopping. Gustus no entendia a que se refería Heda con ir de shopping a las 6:30AM. Miró asombrado el mensaje, cuando a los pocos minutos Lexa se subia al auto, y le ordenaba que la llevara al 7/11 más cercano. El guardespaldas asintió con la cabeza y manejó unas pocas calles, estacionando en el primer shop mencionado por su jefa, dónde Lexa se bajó a comprar en la única tienda abierta a esas horas. Luego de unos minutos, salió cargada de bolsas y algunos ramos de flores, Gustus se bajó a ayudarla.