Un Nuevo Hogar

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Invertí mucho dinero en una casa y tiempo para aprender a que los monstruos no detectaran mi presciencia ni la de mi hijo. Todo eso costó al rededor de un año y ahora algún estaba entrando a mi nuevo hogar.

Los muebles que compre para la casa estaban listos dando un estilo contemporáneo y acogedor, el bebé en mis brazos estaba durmiendo.

Recordé que eso también fue una parte difícil, el encontrar un nombre, fue difícil al ver como ________ nunca se decidía en elegir alguno. Horas y horas pensando en algo que le llegase a gustar tanto a ella como a mi fue algo muy duro. O al menos lo fue hasta que concordamos en el que el nombre sería Henry.

Aunque recordar a ________ ahora se me hace doloroso.

Deje a Henry una cuna transportable y comencé a hacer un café, últimamente tenía muchas más ojeras de las normales con respecto a esto de cuidar a un bebé y los libros no habían dicho nada erróneo sobre cómo es cuidar a una de estas criaturas, por muy tiernas que fueran son un desastre aún teniendo como máximo unos tres meses y por eso al hacer mi café fui inmediatamente a ver a Henry.

Me sentía un total desastre, nunca creí que estar solo podría verse de esa manera; algo desolador y cruel de una forma que no imagen antes. Me faltaba algo en esos minutos, pero no lo admitiría, no luego de todo lo que me hizo pasar para ahora estar yo con mi hijo solo fuera del campamento. Lo protegería a toda costa de lo que fuera.

Estaba consiente de lo que era _______, de lo que su madre opinaría si se enteraba lo de su única hija —aunque no espere que no le importase en absoluto y la hubiese olvidado—, pero ahora estaba tan molesto con las leyes, con todo el mundo. Lo único que podía mantenerme aún con ánimos era el pequeño que llevaba el cabello blanco y sus ojos oscuros.

Tuve algunas visitas de Tánatos, el no quería separarse de su nieto y ocasionalmente se desviaba dentro de su trabajo para verlo, no mencionaría que mi padre hacia cosas similares para ver a su nieto, aún cuando ni si quiera presentaba tener poderes aún.

Sonó un teléfono fijo que había en la casa y conteste algo quejoso.

—¿Qué?

—¡Tu voz me deprime, hermano!— gritó Hazel desde el otro lado de la línea.

—Más bajo, Henry duerme— respondí algo perezoso.

Se escucho una risa por el otro lado y supe que ella disfrutaba del modo en que respondía a su forma genérica de ser.

—¿Hay problemas si voy a visitarte?— pregunto ella.

—No lo hay, de hecho me vendría bien una ayuda.

—Si no fueras tan terco con respecto a...

—Adiós.

Corte el teléfono sin dejarla continuar, sabía que era lo que quería decir y no quería escucharlo, no en ese minuto.

[...]

Hazel había traído a todos para animarme, estaba en un estado muy deplorable por cuidar al bebé y eso sin mencionar el cansancio por varios días sin dormir. Mientras estaban conversando mi mente se encontraba perdida viendo cómo jugaban con mi pequeño hijo, a pesar de tener tener alrededor de seis meses desde que nació podía ver mis actitudes en él. Cuando estaba pensando en ello sonó el timbre y de repente todos guardaron silencio.

—A-al parecer llego alguien más— dijo nerviosa Hazel.

—Dime que no es ella— toque el puente de mi nariz con mis manos en un gesto exasperado.

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2018 ⏰

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Mi Sirvienta |Nico Di Angelo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora