El Plan De Aquiles

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—Si... definitivamente no haremos eso— dije esa noche entrenando con Aquiles, tenía un plan muy descabellado.

—Es tu mejor opción— respondió él mientras hizo salir volando mi espada.

—Mi mejor opción es entrenar.

Esa noche en vez de entrenar en la forma que correspondía estabamos discutiendo. El tema siempre giraba entorno a Nico y hacer un plan para que él me salvara. La idea de eso era que cuando ya se resolvieran los acontesimientos Nico me confesara su "amor", aunque dudaba que eso fuera así.

Esto no es amor.

No hablaré de mi amor.

Creo que he visto muchas animaciones.

Supuestamente Aquiles actuarìa como un loco totalmente y me atacaría cuando estuvieramos Nico y yo solos. Aunque la verdad me preocupa más el hecho de que él es un experto con la espada y podría descontrolarse...

Pero, debo tranquilizarme ¡todo será seguro! según él.

Aquiles dijo que no importaba cuantas veces lo negara, de todas formas lo haría mañana y era mucho mejor que buscara un momento a solas con él para que tuviera éxito.

Cuando volví a la cabaña y entre, digamos que cerré muy fuerte la puerta y desperte a Nico.

Primero se removió en su cama y me quede quieta esperando que la falta de ruido no lo despertara. Aunque espere en vano.

Nico se despertó perezosamente y me vió en la puerta, su cara demostraba una notable confusión y salió de su cama con un pijama de esqueletitos negro. Si no hubiese estado en esa situación me hubiera dado risa el pijama que no le había visto antes de eso.

—¿Por qué... — preguntó somnoliento e interrumpiendose con un bostezo — estas despierta y vestida?— terminó de preguntar rascando sus ojos de una manera que lo hacía lucir muy tierno.

Mi cerebro busco rápidamente infinidad de excusas para desviar la verdad y solté lo primeto que pude decir.

—Tenía pesadillas y... salí a pasear.

Su mirada se sentía pesada sobre mí aún cuando levantó un poco sus sabanas y me dijo que podía dormir con él, cosa a la que me negué porque sería vergonzoso.

—Vamos, no te comportes realmente como una sirvienta, creí que habíamos superado eso— y el ese momento me agarró del brazo y me tumbó en su cama junto a él.

Mi pelo se revolvió por todo mi rostro y cuando lo retiré estaba Nico con los ojos cerrados, sus manos estaban cerca de su rostro y me había dado un buen espacio junto a él. Para seguir con la improvisación cerré mis ojos y fingí dormir, ya que no podía por lo nerviosa que me encontraba. Estaba tan concentrada en eso hasta que sentí una mirada sobre mí y como unas manos pasaban lentamente por mi rostro y me obligué a no reaccionar de ningún modo. Ahí sin moverme fuí abrazada.

—Tonta, mira que salir de noche porque tuviste una pesadilla en vez de decirmelo.

Esperé reconfortanda entre sus brazos cuando volvió a hablar:

—Aunque no me escuches quiero que sepas que puedes confiar en mi, lo bueno fue que no te enojaste por la mención de sirvienta como siempre— sentí como se aferraba mucho más a mí —. Espero poder decirte esto de frente algún día, pero me gustas, me gustas mucho.

Esperé mucho tiempo cuando finalmente pude tener la firmeza de que se había quedado dormido, no pude ver bien por la oscuridad, pero nada de eso era necesario.

—También me gustas, Nico. Me gustas muchisimo.

[...]

Me sentía cómoda en donde estaba, no recordaba donde, pero tenía la seguridad de que si los abría arruinaría completamente el momento. Era una sensación agradable que hacía que mis labios tuvieran una sonrisa inamovible, un dulce cosquilleo en mi panza, esas cosas insignificantes estaban manifestandose en ese minuto. Me removí un poco para seguir acomodandome y en ese minuto escuché una exclamación de ternura.

Alguien más estaba en la cabaña.

—Son tan perfectos juntos— susurró una voz que reconocí como la de Annabeth.

—Claro, ella si es su tipo.

—Bro, admito que se ven como linda pareja, pero aún así shippeo Percico.

—Gracias bro.

—Percy...

—Calmate Annie.

Y más voces susurrantes de fondo, creo que una de ellas era la voz de Hazel.

No ahora porfavor.

Estoy en la cama de su hermano ¡eso no luce nada bien!

Si me muevo es mi perdición.

—¿Creen que mi hermano se atreviera a decirle?— no pude ver la expresión de Hazel y eso me preocupó.

Pero ¿acaso todo el mundo sabía de esto?

—Nah, es Nico, no lo hizo aún— ese era Percy nuevamente.

La respiración de Nico se hizo recurrente demostrando que estaba despierto, por lo que ambos estabamos en la misma situación y debía hacer algo rápido. Mi mente no lo proceso tan deprisa como yo lo quería sí que me fuí haciendo la que recién despertaba de a poco.

—¿Qué... — bostecé — hacen aquí tan temprano?— concluí mi pregunta y rasqué mis ojos.

—Son pasadas las doce y la pregunta es que hiciste anoche con Nico. Nunca pensé que la inocente ________ sería tan atrevida— Percy concluyó haciendo una incinuación para nada apta.

Annabeth le golpeó la cabeza y se lo llevó de ahí, Nico al parecer vió que era el momento indicado para "despertar" y así lo hizo. El resto se fue —a excepción de Hazel— y yo solo me retiré a mi lugar correspondiente.

[...]

—¿Entonces pondrás tu vida en peligro para ver si tu hombre se arriesga a rescatarte?— fue la charla que Aquiles intentó sacar esa noche.

—Por no sagrado... ¡no!— respondí frustrandome, tampoco diría lo que paso mientras Nico me creía dormida.

—Vamos, mi verdadera misión aquí es verificar que ustedes se hagan pareja y ver si Hades tiene los nietos que tanto añora.

—¿Qué rayos?

Se rio un rato antes de responder— Eso es lo que en verdad esta sucediendo aquí pequeña. Hades buscaba una buena pareja para su hijo, a todo esto, felicidades.

—¿Ah?

[...]

Estoy algo sin inspiración para este capítulo, al siguiente me pongo modo más de dos mil palabras (?
Nos leemos luego ;)

Mi Sirvienta |Nico Di Angelo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora