+¿Segura Laura? no quiero incomodarte- tenía miedo de que la pequeña estuviera incómoda por su presencia.
-Sí Rebeca, me duele mucho todo el cuerpo.- Dijo con vergüenza
+Vale, tranquila. Te voy a mirar donde te duela pero antes hay que curar esto. Voy a por el botiquín
Se ausentó de la habitación, y Laura observó sus muñecas. Estaban magulladas por el forcejeo. Se sintió utilizada, sucia... E inútil por no poder defenderse por ella misma.
Cuando se dio cuenta, Rebeca le estaba abrazando. Inconscientemente Laura estaba llorando de nuevo. "tranquila mi niña" le susurraba Rebeca. "Todo va a estar bien" y ésta asentía
+Bueno, voy a curarte, te voy a quitar la camiseta, ¿vale?- esta asintió. Ya no le importaba que su profesora le viera sin ella, ya que las dos eran chicas y tenían lo mismo.
Se la quitó y pudo observar su fina piel, era perfecta, era tan suave... Rebeca quedó impresionada por lo suave que era, al pasar las manos por su piel, ésta respondía poniéndose de gallina. Observó las heridas. Puso cara de pena, ya que eso tenía que dolerle bastante. Había 4 mordiscos y varios hematomas a su alrededor. LAs heridas eran muy profundas, parecían hechas por un canibal. Laura tenía los ojos cerrados ya que no quería verlas, pero el roce de las manos de la profesora le estaban relajando mucho, por eso lo hacía. Porque sabía que su contacto le relajaba.
+Mi amor esto te va a doler. agárrame la mano- Y se la tendió para que estuviera más calmada y notara un apoyo cerca de ella. Para Laura era duro tener que volver a vivir todo este infierno. Volvió a llorar, Rebeca ya le estaba mirando, pero Laura le miró como diciendo que siguiera curando las heridas y ya luego le abrazaría. Rebeca asintió. Todo esto sin mediar palabra.
Iba curando las heridas con mucho cuidado, no quería hacerle más daño del que ya le habían hecho, gesto que Laura agradeció con su mirada, correspondida por la otra parte.
+En la tripa ya están curadas, ¿tienes alguna más, pequeña?-
-Me .... me mordió... me mordió en...- Laura se estremeció al pensar en el mordisco que le había dado el psicópata en el pezón derecho. Sin decir nada, Rebeca fue a ponerla recta para desabrochar el sujetador. De verdad, parece que Rebeca le lea la mente.
+¿Me dejas verlo, por favor? quiero ayudarte Laura.- le dijo con ternura. Laura asintió con vergüenza.- Ey... no voy a decir ni preguntar nada de lo que estoy viendo ¿vale?- Parece que vio sus cicatrices de los cortes pasados. Laura asintió avergonzada de nuevo. Nadie los había visto.
Rebeca le abrazó con un abrazo sincero, arropándola, haciendo una coraza como si el mundo exterior no pudiera entrar en ella.
- Estoy asustada, Rebeca. No quiero volver a vivir lo mismo otra vez. No quiero tener que esconderme a la hora del recreo para que no me vean y me peguen. No quiero....- Rebeca puso dos dedos en sus labios para que dejara de hablar y tranquilizarla.
+Estando yo contigo no te va a pasar nada. Quiero cuidarte como nadie antes lo ha hecho, déjame hacerlo pequeña- Le dijo acariciando sus preciosos hombros.-Necesito que estés relajada, confía en mi. Yo no te haré daño, nunca mi amor.- Las dos se sonrojaron por esas tres últimas palabras. Parece que algo mágico estaba surgiendo entre ellas. Ahora por fin, las dos estaban relajadas. Rebeca procedió. Desabrochó lentamente el sujetador de su alumna, con una dulzura impresionante. Tanto que su piel volvió a ponerse de gallina. Las dos sonrieron cómplices por la situación.
Tenía unos senos preciosos, aún así el derecho estaba totalmente magullado, mordido....
Rebeca le abrazó a modo de tranquilizarle, acto que la joven agradeció. Estaba tensa de nuevo, su profesora le estaba desnudando.
Curó su herida y fue acariciando de nuevo su piel, sabía que le relajaba. Se tumbaron, una al lado de la otra y se quedaron mirando un buen rato, conversando con la mirada.
-Gracias- Susurro la pequeña. Se veía que estaba a gusto aunque estaba aún desnuda.
+Eso ya me lo has dicho con la mirada, mi niña ( soltó una risa que se clavó en el corazón de la pequeña)
-¿Te ha pasado esto alguna vez?- refiriéndose a como se comunicaban con la mirada.
+Conozco gente a la que sí le ha pasado, pero no me imaginaba que fuera tan mágico, tan bonito.- Las dos se sonrojaron. Laura seguía desnuda y se dirigía a ponerse el sostén. al ponerse recta, Rebeca observó los hematomas en su espalda a causa de las patadas. Esta la abrazó por detrás como volviendo a hacer la coraza para que nada impactara en ella y le volviera a hacer daño.
+Gracias por defenderme así en clase, y lo siento mucho por lo que te ha desencadenado- susurró en su oído haciéndola estremecer.
- Cualquiera en su sano juicio lo hubiera hecho- Susurró la joven.
+ Pues parece que en tu clase solo tienes sano juicio tú- Las dos soltaron una carcajada
-Supongo, estoy rodeada de niñatos, pero es lo que tiene haber repetido dos cursos.- Siguió la joven intentando hacer reír a su musa
+¿La alumna más brillante de mi clase ha repetido dos cursos? Seguro que eso es un error- Rió- ¿Y por qué repitió mi niña?
De un momento a otro Laura dejó de hablar, y comenzaron a empañarse sus ojos de nuevo.
+Ey mi amor- la arropó en sus brazos con caricias en las mejillas borrando sus lágrimas- no te preocupes, no respondas. No quiero que recuerdes cosas tristes. Lo siento,pequeña
-No pasa nada, se que no lo has dicho con esa intención- le devolvió el abrazo más fuerte.
+¿quieres un vaso de agua o comer algo? se ha hecho muy tarde, son las 9 ya. ¿quieres quedarte aquí a cenar?
-Profe, no quiero ser una molestia para ti. Seguro que tienes cosas más importantes que hacer
+ Laura, no me llames profe, me hace parecer mayor- rieron las dos- por mi como si te quedas a dormir, me gusta estar contigo.
La mirada de Laura se encendió con mucha luz, con tal de no estar en su casa haría lo que fuera, y si es con su ángel de la guarda, con su musa.. Cualquier plan estaría bien.
+Veo por tu expresión que te parece bien jaja. Lo único, solo tengo una cama. No vive nadie conmigo. No se si para tí sería un problema...
- Si tú quieres yo me quedo contigo, seguro que nos lo pasamos bien esta noche- Le interrumpió con ansia, estaba contenta. Iba a dormir con ella.
+Ven aquí enana- Y le dio un abrazo precioso. De esos que olvidas todo.- Oye... ¿por qué... por qué me dijiste que era tu ángel de la guarda?
Laura se intentó apartar para responderla pero ésta no le dejó. Colorada se dignó a responderla.
-Porque para mí eres eso, mi ángel. La que está ahí para salvarme de todo. Mi vía de escape.
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Vía de escape
RomanceUna alumna; Laura. Una profesora; Rebeca. Un lugar para ambas; el instituto. ¿Conseguirá Rebeca ayudar a Laura con sus miedos, preocupaciones y su soledad constante? ¿Podrán volver a confiar en el amor y enamorarse la una de la otra?